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Quito. AFP y AP. Golpeados por una década de inestabilidad política, los ecuatorianos elegirán presidente el domingo al cabo de una corta campaña que, por primera vez desde 1979 cuando retornó la democracia, proyecta el triunfo de la izquierda en una vuelta.
Del proceso desabrido, poco carismático e insustancial que anticipaban los analistas hace mes y medio, ya nadie habla.
Cuando restan cuatro días para que concluya oficialmente la campaña, Ecuador transpira política por todos los poros, siguiendo los movimientos de las 13 candidaturas inscritas, de las cuales cuatro tienen opciones.
A la cabeza de la intención de voto, y con posibilidad de ganar en una primera ronda, marcha el izquierdista Rafael Correa, seguido del socialista moderado León Roldós, el magnate bananero Alvaro Noboa y, más rezagada, la derechista Cinthya Viteri.
El antisistema. Las luces apuntan con intensidad a Correa, un carismático economista de 43 años que, apoyado en el fugaz paso por el ministerio de Finanzas y un discurso antisistema, promete cambios en el país más inestable de la región con siete presidentes en una década.
Entre ellos, Abdalá Bucaram gobernó desde enero de 1996 hasta febrero de 1997; Jamil Mahuad ocupó el poder desde enero de 1998 hasta febrero de 2000 y Lucio Gutiérrez estuvo en el mando desde enero del 2003 hasta abril del 2005.
Correa, aspirante por Alianza País, quien no oculta su simpatía por el mandatario venezolano Hugo Chávez y se abstiene de considerar terrorista a la guerrilla colombiana, puso patas arriba el tablero político en solo un mes y medio de campaña.
Su meteórico ascenso empezó a labrarse cuando rehusó postular candidatos al Congreso, lo que algunos en su momento consideraron un suicidio político.
Luego se afianzó con la promesa de ir directamente a una Asamblea Constituyente y se consolidó con el rechazo a un tratado de libre comercio con Estados Unidos, a la extensión de un acuerdo para que ese país tenga militares en el país y a la clase dirigente tradicional.
De lograr el triunfo el 15 de octubre, sería el primer presidente elegido en una sola vuelta desde 1979; el primero en llegar al poder sin apoyo partidista y el responsable de importar la corriente de la nueva izquierda latinoamericana, con la que trabajará de la mano, ha dicho.
Los contrincantes. Pero Correa deberá superar la oposición de sus más firmes contrincantes, Roldós y Noboa, este último su mayor antagonista y quien a fuerza de una campaña de dádivas a los pobres promete una dura pelea en una segunda ronda.
Noboa, considerado el hombre más rico de Ecuador y quien por tercera vez se postula a la presidencia, fustiga a Correa tildándolo de "diablo comunista" y advierte que bajo un gobierno como el que propone, Ecuador importará el modelo cubano y venezolano.
Incluso Noboa ha anunciado que, de llegar al poder, enfriará las relaciones con los gobiernos de Hugo Chávez y el del convaleciente cubano Fidel Castro.
El magnate bananero ha prometido, entre otras cosas, que su gobierno hará 300.000 viviendas anuales para los más pobres.
Por tercera vez. Aún con opciones, Roldós, que al igual que Noboa se presenta por tercera vez a unas elecciones, lucha por recuperar el favoritismo de las primeras semanas anunciando un “cambio en democracia” que se oponga al explosivo proyecto de Correa, que a su juicio “terminará por ponerle un taco de dinamita al país”.
Desafiando los pronósticos que anuncian su derrota, Viteri también se esfuerza por meterse en la disputa apuntando contra Correa, a quien, aparte de llamar mentiroso, critica por su cercanía con el presidente venezolano.
Así, la última semana electoral promete ser intensa, con un candidato proclamándose presidente por anticipado y otros tres aspirantes atacando para forzar una segunda vuelta en la que puedan derrotarlo.
Desde el jueves no se podrán difundir mensajes publicitarios a través de los medios de comunicación ni entregar material promocional. La ley tiene sanciones para quien irrespete esta norma.
Más de nueve millones de ecuatorianos fueron convocados el 15 de octubre para elegir al presidente y vicepresidente, además de 100 diputados y autoridades municipales y provinciales.
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