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Liberadas madre e hija

Mujer quedó en libertad el domingo y su hija anoche en operativo policial Pequeña estaba retenida en una casa; no se pagó por rescate, dice el OIJ

Río Jiménez, Guácimo. La policía rescató a una madre y a su hija secuestradas el miércoles de la semana pasada cuando estaban en su casa en Río Jiménez de Guácimo, Limón.
Tanto Sonia Beatriz Cordero Delgado, de 31 años, como Mónica Ugalde, de siete, se encuentran en buen estado de salud, dijo a las 11:40 p. m. el director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Jorge Rojas.
El jefe policial fue enfático en que "no se pagó ningún dinero" y que ambas “están sanas y salvas”.
La madre fue liberada el fin de semana y anoche, entre las 9 p. m. y 9:30 p. m. su hija, en una casa de habitación en el barrio de El Jardín, ubicada a tan solo tres kilómetros y medio del sitio donde fueron plagiadas.
Varios agentes de una unidad policial especializada en intervenciones irrumpió en la casa al destrozar una malla metálica en una ventana trasera. No hubo un solo disparo.
En el sitio donde estaba la pequeña fueron capturados dos ticos que la estaban cuidando, mientras otros dos fueron detenidos cuando iban saliendo en un vehículo. La detención estuvo a cargo de una unidad especial de la policía.
En cuanto a la madre, aunque quedó en libertad el domingo, hasta anoche se dio a conocer este hecho para proteger la integridad de su hija mientras permanecía retenida.
Al parecer, la mujer fue la primera en quedar libre para permitirle recibir tratamiento médico, pues hace siete meses se sometió en San José a un trasplante de riñón y cada ocho horas debe tomar medicamentos para que su cuerpo no rechace el órgano.
Pruebas. Anoche, a las 11:30 p. m., el OIJ permanecía en la casa del barrio El Jardín para recabar evidencias que se utilizarán en la causa penal que se seguirá contra los cuatro sujetos, cuya identidad no trascendió.
En el sitio se encontraron varias armas, entre ellas, dos escopetas y una subametralladora, conocida como UZI, indicó Jorge Rojas.
En cuanto a los secuestradores, al parecer se trata de gente que mantuvo algún tipo de relación con la familia de las víctimas.
De hecho, los secuestradores conocían muy bien la casa donde ocurrió el secuestro, pues entraron y se dirigieron a los cuartos donde estaban las mujeres el miércoles, a las 6:45 p. m.
Rojas agradeció la colaboración de todos los agentes que participaron en el operativo, al igual que de la prensa que mantuvo cautela al informar de este caso.
Sobre los detenidos, anoche 11:45 p. m. iban a ser llevados a la oficina del OIJ en Guápiles, para ser presentados hoy ante la Fiscalía de Pococí, a la cual le corresponde tramitar el caso. El traslado se hizo en una “perrera”.
Por la noche, en la casa de la familia de las secuestradas había un ambiente tranquilo. De hecho, cerraron las cortinas para que los periodistas no observaran ningún movimiento. El esposo y padre de las víctimas, Antonio Ugalde, había estado en estrecha relación con agentes del OIJ el fin de semana.
Sanciones. En setiembre del 2003, la Asamblea Legislativa aumentó las penas por secuestro de menores de edad.
Los diputados incluyeron un nuevo artículo en el Código Penal (215 bis), el cual creó una pena de 10 a 15 años de cárcel para quien secuestre a un menor de 15 años.
Hasta ese entonces, el Código solo establecía el delito de secuestro extorsivo, pero con el cambio, se subsanó un faltante legal que no ha permitía castigar casos evidentes por un vacío existente en la legislación.

  • POR Nicolás Aguilar
  • Sucesos
Kidnapping
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