Abrir Noticia Guardar

Pérez Zel. 1 - Cartaginés 2: La idea cuajó cuando llegó el arquitecto

Apenas entró José Francisco Alfaro, la balanza favoreció al club brumoso De nuevo el equipo de Rónald Mora remonta un marcador adverso

San Isidro de El General. Igual que hace una semana, José Francisco Alfaro ingresó de cambio en el segundo tiempo. Lo mismo que hace ocho días, el Cocha contribuyó, decisivamente, para otorgarle un nuevo rostro al encuentro.
Antes de esa permuta (minuto 60), en el guión de un juego insulso era notoria la escasez de dos conceptos básicos: propuesta y respuesta. La primera era prácticamente ausente, mientras que la segunda no obedecía más que a la reacción refleja de cada equipo.
Pero bastó que Pérez Zeledón abriera la cuenta con un trallazo de Tirso Guio al 56’, para que el técnico visitante repitiera la fórmula de la semana anterior, cuando entre José Francisco Alfaro y Esteban Bolaños le dieron vuelta al marcador ante Brujas.
Dos golazos de Armando Alonso (65’ y 67’), bien concebidos y mejor ejecutados, hicieron que la mente azul doblegara el corazón celeste, una victoria sólida y convincente que permitió a los de la Vieja Metrópoli alcanzar el boleto y la sexta victoria al hilo.
Las mismas boletas. La idea cuajó cuando ingresó el arquitecto, así de simple. Una vez más, con la aparición de Alfaro y de Esteban Bolaños en la cintura brumosa, el incansable Armando Alonso encontró el respaldo que necesitaba para buscar con precisión y ahínco lo que no había dejado de intentar desde el pitazo de arranque.
En el primer capítulo, dada la ausencia de Richard Mahoney (cumplía la pena de cinco tarjetas amarillas), Esteban Granados –en teoría mediocampista de contención– se arrinconó en su área y entonces Cartaginés bregó con tres defensores centrales (Brenes, Sanabria y Granados), con el consecuente vacío en la creación.
Esto se solucionó con los cambios descritos, y los hombres de Mora elaboraron una victoria espectacular. Porque, ¡vamos!, el Cocha entró con hambre, con deseos, con ímpetu, con afán indomable, valores que rindieron fruto y que se conjugaron casi de inmediato en la forja de una jornada nítida.
Ausente. Entre tanto, en la nómina generaleña sorprendió la ausencia de Géiner Segura, referente del sur. Su campo fue ocupado por Rodrigo Rocky Cordero quien, con su empuje habitual, cortó los circuitos del medio campo oponente, aunque anduvo deficitario en la segunda parte de su trabajo, la cual es dotar de balones a la ofensiva.
En síntesis, un triunfo que se gestó en dos etapas opuestas; la primera, insulsa; la segunda, espectacular, con el despliegue de una inteligente estrategia pero, sobre todo, con la aplicación estricta de los que saben que la teoría solo es factible con la táctica del fervor.

  • POR Roberto García H. / rgarcia@nacion.com
  • Deportes
Notas

Este documento no posee notas.