Unos 7.500 pobladores de Upala, Guatuso, Los Chiles y Coopevega repasaron sus conocimientos sobre el virus del sida para evitar contagios, sobre todo entre los más jóvenes.
El Fondo de Población de las Naciones Unidas, junto a otras instituciones, completó, en la zona fronteriza, un trabajo de tres años para prevenir el contagio del virus.
El programa Manos a la Obra se enfocó principalmente en los jóvenes de las regiones del norte.
Una encuesta halló que un alto porcentaje de los participantes fue capaz de distinguir entre las verdaderas vías de transmisión del virus del sida y los mitos relativos a la enfermedad.
Los pobladores erradicaron ideas equivocadas, como que el virus se transmite al besar, dar la mano o compartir platos con infectados o enfermos de sida.
Prevención. Para mostrar los alcances del proyecto, se realizó un documental que recoge cómo se hizo el programa y cómo e influyó en la vida de los jóvenes de la zona.
En una primera etapa, unos 1.000 muchachos fueron capacitados y sensibilizados en el tema para transmitir la información a 7.500 personas de sus comunidades.
Obras de teatro, cuentos y juegos didácticos se utilizaron para sensibilizar a una población donde hay baja escolaridad.
Funcionarios de los centros de salud apoyaron las capacitaciones, y los colegios abrieron sus aulas para transmitir la información sobre sexualidad y prevención.
"Solo hubo polémica con una obra que representamos", contó Verónica Rojas, joven capacitada de Guatuso. “Aunque haya terminado el proyecto, pienso seguir ayudando a la comunidad”, dijo.
El proyecto podría retomarse en la provincia de Limón.
“La iniciativa nació como una estrategia preventiva. Los países que perdieron el control de la epidemia (como Belice y Honduras) no pasarían esa situación si hubiesen mostrado una mayor responsabilidad para detener el problema”, dijo Óscar Valverde, uno de los directores del proyecto.