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Golfito. "Lo sucedido es una desgracia, pero soy su madre y lo perdono. En ese momento no parecía ser mi hijo".
Así, con firmeza, pero reflejando un gran dolor interno, María René Obando Enríquez inició el relato sobre lo sucedido el pasado lunes 6 de noviembre, cuando su hijo de 25 años atacó con un machete tanto a ella como a su esposo y padre del agresor, Marco Antonio Morera Navarro.
Durante el ataque que se produjo en el caserío La Yerba de Pavón, Golfito, Puntarenas, la mujer sufrió lesiones en el rostro, mientras que Antonio presentaba heridas en diversas partes del cuerpo.
Todavía permanece internado en el hospital Tomás Casas, de Ciudad Cortés, en Osa.
Trastornos. Según comentó María René Obando, su hijo desde días antes de la agresión venía sufriendo trastornos en su personalidad. “Veía y escuchaba cosas; estaba totalmente perdido”, contó.
Temiendo alguna desgracia, desde mediados del mes de octubre, María Obando escondió los cuchillos de la casa.
“Yo tenía mucho temor; lo notaba raro. Me decía que escuchaba voces. Conversaba con alguien pero estaba solo. Yo sentía que me iba a hacer daño.
“Le dije que iba a ir a buscar ayuda, pero me respondió: ‘usted no va a ninguna parte’”, manifestó entre lágrimas la mujer, que vive en una casa donde no hay electricidad.
Morera dejó de comer y pasaba largas horas en una bodega, cercana a la casa. Ahí deliraba.
“Yo lo notaba cansado y nos observaba muy raro”, agregó.
Los problemas se agravaron el lunes. Durante la noche el hombre atacó al perro con un machete. El escándalo despertó a la familia.
Según comentó María Obando, el papá se levantó para llamarle la atención. Agregó que apenas regresó el hijo llegó a buscarlo.
Relató que apenas iba entrando al cuarto cuando el muchacho lo golpeó con el lomo del machete en el brazo izquierdo, lo cual le produjo heridas. Además lo golpeó en el pecho.
“Escuché a mi esposo quejarse. Tomé el foco y alumbré. Marco (el cónyuge) tenía sangre en la ropa. Levanté el foco y ahí estaba mi hijo con el machete en la mano.
“Brinqué para arrebatárselo pero en ese momento me cortó en la cara y en la oreja izquierda. De un machetazo me partió el foco en dos. A como pude le arrebaté el machete. Me quedé sola con mi esposo. Lloramos en la oscuridad. Él me dio fuerzas. Me decía: ‘Tengo algo’, pero no es mucho, tranquila”, comentó la mujer.
Atención médica. El matrimonio y el hijo menor –de 14 años– caminaron cerca de una hora por la montaña para llegar a la casa más cercana.
“Íbamos muy asustados. Creíamos que venía detrás nuestro. Estaba como loco”, contó.
Un vecino les prestó ayuda y los llevó para que recibieran atención médica. La Fuerza Pública, en tanto, capturó al agresor durante un rastreo en la montaña.
El agresor comentó después a su tía Evangelina Obando que estaba arrepentido y pidió que lo remitieran a un centro de rehabilitación.
Aparte del ataque contra sus padres, Morera es sospechoso de agredir a otros dos vecinos en incidentes anteriores.
De momento pasará tres meses en prisión preventiva en la cárcel de Pérez Zeledón. Colaboró el redactor Otto Vargas M.
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