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Subdesarrollo bancario

Es innegable el auge que ha tomado la actividad bancaria en el país. Desde el famoso horario de lunes a viernes de 9 a 3 de la banca estatal de la década de 1980, a las transferencias electrónicas las 24 horas y sucursales abiertas en los malls los fines de semana, se refleja un importante avance, más con el desarrollo de la banca privada. Sin embargo, persiste, en medio de tanto progreso, cierta mentalidad, cierta estupidez tecnológica, que quizá esté enmarcada en el dicho de don Beto Cañas, el "aquí dice" que atenaza la filosofía de servicio de algunos bancos y otras muchas instituciones.
El BAC San José cerró nuestra cuenta corriente en dólares por “estrategia”, lo que no significa –decía la carta– “valoración alguna de la calidad de nuestros clientes”. Una cuenta que solo recibía transferencias de empresas reconocidas en el exterior, de la cual se debitaba un abono de $1.300 en virtud de un leas-ing, es cerrada por estrategia. Ya no trataré de averiguar por qué. No soy bueno en eso de la metafísica bancaria.
La otra vez intenté hacer una transferencia electrónica urgente a uno de nuestros contratistas. Su nombre completo y número de cédula no me bastaron para averiguar su cuenta cliente en el BAC. Imposible hacer la operación.
En el pasado… tal vez. Hasta el Citibank-Costa Rica me dio una sorpresa. A través de ellos un cliente en Nueva Jersey nos ofrecía transferir una carta de crédito: No señor, este trámite, solo en Nueva York, me dijeron. Que alguien me explique, decía el humorista. Esta respuesta, hace 180 años, quizás tenía sentido.
Comprendo lo del control y seguimiento de operaciones internacionales. Pero de esto a entrabar y entorpecer transacciones sin ton ni son, sencillamente, no tiene explicación. En el BAC para poder hacer transferencias entre cuentas (¡del mismo banco!), hay que sacar una tarde –los titulares de las cuentas– e ir y firmar un contrato con mil detalles. El sitio del Banco de Costa Rica no permite aún las transferencias vía SINPE. Las cartas de crédito parecen ser un instrumento ultraavanzado para nuestra realidad.
¿Cómo puede coexistir la tecnología con una sistémica actitud para dificultar el libre comercio? Redes inalámbricas, fibra óptica, transacciones en línea y requisitos insulsos conforman esta mezcla contradictoria entre subdesarrollo y tecnología. Creo que con una buena actitud y el telégrafo, muchos darían un mejor servicio.

  • POR Eduardo Jiménez Chavarría
  • Opinión
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