Marco Sibaja
El candidato izquierdista ecuatoriano Rafael Correa comenzó la jornada electoral de ayer proclamando que sería un día histórico para Ecuador.
Al final del día, tres encuestas en boca de urna y un conteo rápido le dieron la razón, al proyectarlo como el ganador de la segunda ronda electoral, frente al multimillonario Álvaro Noboa.
Correa, economista de 43 años, carismático y de voz estentórea, le dio vuelta al marcador, después de que Noboa ganó la primera ronda electoral el 15 de octubre.
El virtual presidente electo se desempeñaba como profesor universitario antes de emerger a la vida política de uno de los países más inestables de América del Sur, como ministro de Economía del presidente saliente, Alfredo Palacio.
Padre de tres hijos, Correa se ganó una fama de rebelde del gobierno, desde donde se hizo conocer como crítico de Estados Unidos, enemigo del neoliberalismo y admira- dor del presidente venezolano, Hugo Chávez.
Noboa, quien se considera ganador del proceso, se refirió a su rival como "el diablo", y lo descalificó como un “comunista”.
Según los analistas, gran parte del éxito electoral de Correa se debe a que moderó el tono del discurso antinorteamericano que mantuvo a lo largo de la primera ronda, y que le provocó una baja en su nivel de apoyo, según varias encuestas.