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Miami. Una vez más, la Selección Nacional no supo mantener la ventaja en el marcador y salió del terreno con un 1 a 1 decepcionante, que aún así la deja con posibilidades de avanzar a los cuartos de final de la novena Copa de Oro.
Claro, para ello estamos obligados a doblegar a Guadalupe, líder inesperado del grupo A, y además tendremos que aguardar el resultado del juego que enfrentará a haitianos y canadienses.
Haití asumió ayer la conducción del partido desde el arranque. Fue una iniciativa con más propiedad ante un equipo tico que encontró dificultades con la velocidad de los antillanos.
Estos intentaron "hacer camino" por el sector defensivo izquierdo de los nuestros.
Por ese costado generaron dos acciones de peligro en los primeros 23 minutos que obligaron a José Francisco Porras a intervenir en sendas ocasiones con acierto.
Limitado en el toque del mediocampo, con Walter Centeno bien vigilado, el remate de media distancia fue el recurso que esgrimieron Michael Barrantes y Randall Azofeifa, principalmente.
Luego, hacia la media de hora, el equipo se vio mejor asentado, tocó más y le “recortó” la cancha a los haitianos para dejar la sensación de que llevaba los hilos del cotejo al final del primer lapso.
Un remate de Rolando Fonseca, tras servicio de Saborío, se escapó al rozar el palo de mano izquierda de Gabart Fenelon en la oportunidad más clara de una primera parte en la que Costa Rica fue más, ciertamente, ¡pero sin gol!
En el reinicio, los ticos siguieron con su buen momento. Una vez más, el cañón de Michael le calentó los guantes a Fenelon, al minuto 50. Este se vio obligado a desviar in extremis al saque de esquina.
En este, Gabriel Badila logró conectar de cabeza, pero sin dirección.
Era un segundo capítulo si se quiere auspicioso. Costa Rica era mejor, sin duda, mas faltaba la anotación para encontrar el rumbo y clarificar la victoria.
Esta apareció, al fin, luego de una buena jugada que inició Leonardo González, prolongó a Saborío (con excelente sentido del timing), al arribo de Walter Centeno, quien definió con un disparo imposible para Fenelon. ¡Golazo!
La carta fatal. Con la ventaja parcial, Hernán Medford relevó a Michael Barrantes e incluyó en su lugar a Mario Camacho.
¡Fue la carta fatal!, pero no por el jugador que ingresó (Camacho), sino que de inmediato a la salida de Barrantes, la Tricolor perdió el norte. Los hilos del juego se enredaron y cedimos la iniciativa.
Entonces, igual que sucedió el miércoles, la sonrisa por una gran anotación nos duró poco..., esta vez solo 10 minutos.
Tal fue el lapso que le tomó a los haitianos empatar el juego con un gol tras una acción bien concebida y mejor ejecutada por Jean Michel Boucicaut
El uno a uno alimentó la ilusión del adversario y repercutió en la moral del conjunto tico.
La ausencia de Michael Barrantes se sintió en un equipo con los circuitos cortados.
Cabe destacar, eso sí, el afán de Mario Camacho, quien ingresó a dar su máximo esfuerzo, lo mismo que Johnny Cubero.
En fin, la Copa de Oro nos brindó ayer otro trago amargo.
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