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Con el humedal de Caño Negro, en Los Chiles, zona norte del país, como su corazón nació ayer otra reserva mundial de la biosfera de la Unesco.
Así lo confirmaron fuentes diplomáticas costarricenses presentes en la reunión anual de esta entidad en París, Francia.
La propuesta de Costa Rica fue aprobada por unanimidad por por representantes de 34 estados miembros de la Unesco.
Una reserva de biosfera es un área de gran riqueza natural donde se promueve la conservación de los recursos naturales, pero también el uso económico racional de esos ecosistemas por parte de las comunidades aledañas.
La nueva reserva de biosfera se llama Agua y Paz, y abarca 916.000 hectáreas entre humedales, ríos navegables, bosques húmedos tropicales y grandes nacientes de agua.
En la zona existen importantes remanentes de mamíferos como el jaguar o el manatí.
Agua y Paz se sitúa en la cuenca del río San Juan y se extiende desde la Reserva de la Cordillera Volcánica Central de Costa Rica hasta la reserva Indio Maíz, en Nicaragua.
La reserva integra el Parque Nacional Volcán Tenorio, la Zona Protectora Miravalles, el Refugio Nacional de Vida Silvestre Laguna Las Camelias, el Parque Nacional Arenal y la Zona Protectora Arenal-Monteverde.
Además, el área escogida incluye el Refugio Nacional de Vida Silvestre Caño Negro, el Refugio Nacional de Vida Silvestre mixto Maquenque y el Parque Nacional Juan Castro Blanco.
En las márgenes de la nueva reserva destacan el Refugio Nacional de Vida Silvestre Corredor Fronterizo, la Reserva Forestal Zona de Emergencia Volcán Arenal, la Zona Protectora Arenal-Monteverde y la Zona Protectora Tenorio.
Agua y Paz es la tercera reserva de este tipo en el país. Antes habían sido declaradas como reservas de Biosfera el Parque Internacional La Amistad, en Talamanca, y la reserva Cordillera Volcánica Central.
Santuario. En el caso de Paz y Agua, la Unesco reconoce que el área contribuye a la conservación del paisaje y de las especies, garantizando la variabilidad genética de las poblaciones de animales y especies vegetales.
También destaca el hecho de que en esa zona se realizan abundantes investigaciones científicas y grandes iniciativas de educación ambiental, que involucran a las comunidades vecinas, varias empresas privadas y organizaciones no gubernamentales.
A partir de esta declaratoria, los promotores de la nueva biosfera auguran la conservación de uno de los cursos de agua más importante del istmo centroamericano y los ecosistemas de la región mesoamericana.
El estudio y postulación de Agua y Paz como reserva de biosfera ante la Unesco estuvo a cargo de expertos de la Universidad para la Cooperación Internacional (UCI), con el soporte financiero de la Unesco. También se contó con el apoyo de del Centro Científico Tropical, del Ministerio del Ambiente y Energía y de diversas organizaciones locales.
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