Debido a los elevados costos del mantenimiento de las imágenes, se ha restringido su acceso solo para las personas registradas en PrensaCR.
En caso de poseer una cuenta, hacer clic en “Iniciar sesión”, de lo contrario puede crear una en “Registrarse”.
Paraíso, Cartago. La sala en la que reposan los restos del benemérito de la patria, presbítero Florencio del Castillo, funciona ahora como bodega de la Municipalidad de Paraíso.
En este lugar, ubicado en el parque de la localidad, se guardan objetos viejos, precisamente al lado de la urna mortuoria.
Además, el mausoleo está deteriorado: la precinta del costado sur se halla totalmente quebrada, con grandes huecos, los estanques sin mantenimiento y manchadas las paredes.
El regidor Gerardo Quirós Soto aceptó que "es una vergüenza" tener tan abandonado este lugar.
Asimismo, comentó que se formó una comisión para remodelar totalmente el parque.
Según dijo Quirós, ya se presupuestó ¢1 millón para realizar mejoras, pero el dinero no alcanza, por lo que se pidió ayuda al Consorcio Santiago de Compostela, de España, con el propósito de que financie la restauración.
El regidor, quien también fue alcalde de Paraíso, reconoció que se ha dejado pasar mucho tiempo para restaurar el mausoleo.
Manuel Jiménez Ramírez, vecino de Paraíso, expresó su preocupación por el abandono.
“Como paraiseño, me da mucha vergüenza el atentado cultural que representa ese abandono a la máxima figura que ha dado esta región”, enfatizó Jiménez.
Inolvidable. Florencio del Castillo nació en Ujarrás el 17 de octubre de 1778, falleció en Oaxaca, México, el 2 de noviembre de 1834.
Los restos del prócer se trasladaron a Costa Rica en 1971, al mausoleo que se ubica en el parque de Paraíso, su tierra natal.
Mientras se construía este sitio, sus despojos estuvieron en la catedral de San José y luego en el altar mayor del Santuario de la Virgen de Ujarrás.
Esa edificación fue inaugurada en 1974 por el presidente José Figueres Ferrer.
Del Castillo fue el primer diputado costarricense que representó a Centroamérica en las Cortes de Cádiz (máximo ente legislador en la época de la Colonia).
Ahí se distinguió por defender la causa americanista, especialmente a la población indígena y negra en esclavitud.
Entre otros reconocimientos, la escuela de Cachí, una cátedra del recinto de la Universidad de Costa Rica en Paraíso, una universidad privada en Cartago y la autopista entre Cartago y San José llevan su nombre. Además, en la sala de debate de la Asamblea Legislativa está su efigie.
Este documento no posee notas.