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Teherán y Washington. AFP. El presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, dio este fin de semana el último "no" a la oferta de las potencias occidentales para que el régimen de Teherán renuncie a sus ambiciones nucleares.
“La nación iraní no cederá ni un ápice en sus derechos nucleares”, declaró Ahmadinejad el sábado al reunirse con su homólogo sirio, Bachar al Assad.
En reunión con el negociador nuclear iraní, Said Jalili, en Ginebra el 19 de julio, los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad y Alemania dieron al régimen de Teherán un plazo de dos semanas para responder a su última oferta para que renuncie a su programa nuclear.
Esa oferta contenía medidas de cooperación económica y política a cambio de la suspensión de las actividades de enriquecimiento de uranio por parte iraní.
También fijaba un período de seis semanas en las cuales Irán se comprometería a no instalar más centrifugadoras para el enriquecimiento de uranio y las grandes potencias se abstendrían de imponerle nuevas sanciones.
Sin embargo, las últimas declaraciones de sus autoridades no dejan lugar a muchas dudas sobre su posición sobre esta polémica.
A menos que Irán acepte la oferta de las grandes potencias, se expone a nuevas sanciones que se añadirían a las tres series de medidas ya adoptadas por el Consejo de Seguridad de la ONU.
Precisamente, ayer la ministra israelí de Relaciones Exteriores, Tzipi Livni, aspirante a primera ministra, urgió a la comunidad internacional en el sentido de que reaccione rápido y apruebe nuevas sanciones contra Irán.
Ella declaró a la cadena CNN que “el tiempo es esencial” a la hora de oponerse a la política nuclear de los iraníes.
Livni expresó su preocupación por el hecho de que si no se le envían mensajes claros a Irán por sus iniciativas nucleares, entonces los vecinos moderados de Irán terminarán siendo sus aliados.
Los occidentales temen que el programa nuclear supuestamente civil de Irán esconda fines militares, algo siempre negado por el régimen de los ayatolá.
La Agencia Internacional de la Energía Atómica externó en mayo su “seria preocupación” por actividades iraníes que tendrían un posible objetivo militar.
Irán recibió el sábado el apoyo a su posición del presidente sirio, que reiteró su convicción de que Teherán no tiene intención de fabricar armas atómicas.
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