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Pekín. Era el verano del 2002, y miles de jamaiquinos se trepaban a un muro. Querían ver a la nueva maravilla, a ese joven larguirucho e hiperveloz: Usain Bolt.
Y vaya que lo vieron, vaya que tenía sentido trepar y colgarse del muro: Bolt ganó los 200 metros para convertirse en el campeón mundial juvenil más joven de todos los tiempos.
Bolt comenzó jugando al cricket en el colegio, pero su velocidad hizo que pronto encontrara lugar en el atletismo, casi una religión en Jamaica.
No se equivocaron aquellos quienes le echaron el ojo, porque unos pocos años más tarde impactaría en los Juegos Olímpicos como muy pocos pueden hacerlo.
El jamaiquino de 22 años de edad es el primer hombre en la historia que gana el oro olímpico con récord mundial en los 100 y récord mundial en los 200 metros. No hay antecedentes de algo así.
"No puedo describir lo que está sucediendo. El país está en estado de absoluta euforia", dijo una sudorosa Olivia Grange, ministra jamaicana de Cultura, Deportes y un largo etcétera.
Bolt ama el show e hizo reír a la prensa cuando se le preguntó cómo se vio en tele . “Me veía cool . Me dije: ‘¡Ese chico es rápido!’"
En un país en el que los velocistas brotan como hongos tras la lluvia, Bolt está por encima de todos. Su compatriota y amigo Asafa Powell no resistió la presión y pasó muy lejos de la gloria en Pekín.
Bolt es un especialista en 200 que, tras marcar un récord mundial de 9.72 segundos el 31 de mayo en Nueva York, se decidió a intentar también el hectómetro. La jugada le salió redonda.
Su hazaña, si se le cree, se sostuvo sobre pollo frito. “Desayuné a las 12 y me trajeron unos nuggets , vine a la pista y me trajeron más nuggets . Y antes de la carrera me comí un par más”.
Le restan los relevos 4x100, pero a Bolt ya le preguntan si está dispuesto a probarse en los 400 metros, la otra gran prueba del hoy destronado Michael Johnson. “Todos me preguntan eso, y mi entrenador también. Pero yo no quiero hacerlo”, fue su respuesta inmediata; pero luego lo pensó mejor. “Todo es posible”.
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