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La Haya. AFP y EFE. Radovan Karadzic, exjefe político de los serbios de Bosnia detenido en el 2008, será juzgado el lunes por el Tribunal Penal Internacional (TPI) para la exYugoslavia, donde se abre su proceso por genocidio a 14 años del fin de la guerra de Bosnia.
Ese día, y el martes, será la declaración preliminar de la acusación en el marco de un juicio que durar al menos dos años.
Según la acusación, Radovan Karadzic, de 64 años, "participó en una empresa criminal común cuyo objetivo era sacar para siempre a los musulmanes y a los croatas de Bosnia del territorio reivindicado por los serbios de Bosnia".
Detenido en Belgrado el 21 de julio del 2008 (luego de 13 años años de fuga y una larga persecución), es acusado de genocidio, crímenes a la humanidad y crímenes de guerra en la guerra en Bosnia-Herzegovina (1992-1995) y podría recibir cadena perpetua.
“Este proceso es importante para las víctimas que por fin vislumbran la posibilidad de que se haga justicia”, explicó el procurador del TPI, Serge Brammertz.
“Cuando una mujer cuenta que 21 miembros de su familia fueron asesinados e ignora donde están los cuerpos de varios, se mide la importancia” de este juicio, subrayó el magistrado belga.
La masacre de Srebrenica, donde fueron ejecutados 7.000 muchachos y hombres adultos musulmanes en julio de 1995, es la parte central del acta de acusación, junto con los disparos y bombardeos realizados contra Sarajevo los cuales mataron a 10.000 civiles durante toda la guerra.
Karadzic es también acusado de cientos de asesinatos de civiles en calles, casas y campos de prisioneros de 19 municipalidades bosnias.
El procurador lamenta la ausencia de Ratko Mladic, exjefe militar de los serbios, aún en fuga.
“Karadzic era jefe de la política, Mladic el general militar, deberían estar juntos ante los jueces”, dijo.
Karadzic deseaba con su aliado, el expresidente yugoslavo Slobodan Milosevic, fundar una Gran Serbia que incluyera el 60% de Bosnia. Hoy afirma no ser culpable.
Desde su celda del centro de detención de Scheveningen, en los suburbios de La Haya, venía preparando activamente su proceso.
Se ausentará. Ayer, no obstante, el político dijo, en claro afán de boicot, ausentarse el primer día de juicio alegando, falta de tiempo y condiciones adecuadas para alistar su defensa que él mismo asume.
En una carta remitida a la corte, afirma que, de empezar en la fecha fijada, el proceso tendría lugar “en circunstancias desiguales, desproporcionadas e injustas, en que la defensa ha sido privada de condiciones mínimas de preparación”.
En su carta tachó el juicio de “injusto” y lo comparó a la justicia nazi; aparte de acusar al tribunal de ser un instrumento de “los enemigos de Serbia y de la OTAN”.
Sin embargo, el TPY descartó más aplazamientos pues, aunque Karadzic se defiende así mismo, el tribunal aceptó que su asesor legal, Peter Robinson, esté en la corte para responder aspectos legales planteados durante el juicio.
El propio Brammertz enfatizó ayer que Karadzic tuvo 15 meses para prepararse y que los derechos de la defensa se respetaron.
Es posible también que, por orden del juez que preside el juicio, se le obligue a comparecer ante el tribunal ese día.
Precisamente, en esos quince meses, Karadzic presentó más de 250 mociones para aplazar su proceso y reclamó a la comunidad internacional documentos secretos sobre el suministro de armas a sus enemigos.
Karadzic se declara beneficiario de un acuerdo de inmunidad logrado en 1996 con el negociador estadounidense, Richard Holbrooke, impulsor de los acuerdos que finalizaron la guerra de Bosnia, a cambio de dejar la vida pública. El TPI niega cualquier nexo con ese eventual acuerdo.
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