Los matices en las obras abstractas del pintor tico José Pablo Solís se hacen más tenues y "silenciosos", según se aprecia en su más reciente exposición “Luz y materia”.
La muestra inaugura la sala Manuel de la Cruz González, de la Galería 11-12, en Guachipelín de Escazú, San José.
Solís presenta 12 pinturas abstractas en gran formato elaboradas en acrílico sobre tela entre abril y octubre de este año.
“Es una reflexión pictórica sobre la reflectancia de la luz, en la que el espectador se enfrenta al silencio”, explica el pintor.
Cambio. La curadora de la galería, Emilia Fung, afirma que esta esta muestra retrata una transición en el trabajo del artista.
Fung hace notar este proceso de cambio en obras como Autonomía y Pensamiento . En ellas, el autor pinta una pequeña sección del cuadro con un estilo abigarrado de texturas y transparencias de color, estilo propio de sus obras anteriores.
Las grandes extensiones restantes las pinta con un solo tono que muestra muchos matices gracias a la brillantez del tipo de pintura que utiliza y a las texturas logradas con las formas de los brochazos y las marcas de la espátula.
En sus obras de tonos azules, a Fung le llama la atención que el artista aplique los pigmentos en diferentes direcciones: vertical, oblicua o circularmente.
“Eso es poco común en la pintura académica: es como empezar a escribir en letra imprenta y terminar en cursiva; pero, sin embargo, él logra que el cuadro ‘amarre’ bien”, opina la curadora.
Nuevo espacio. Los grandes formatos de las obras de Solís aprovechan las paredes amplias de la nueva sala Manuel de la Cruz González.
Este espacio surgió tras el acondicionamiento de una bodega del centro comercial Plaza Itscatzú, donde se ubica la Galería 11-12.
“Tiene un aspecto muy industrial, no hay coquetería”, resalta el galerista Mario Matarrita. En el silencio gris del edificio, “resuena” el silencio colorido de las obras.