Phnom Penh. EFE. El juicio contra el jefe torturador del Jemer Rojo, Kaing Guek Eav, alias Duch , llega a la última semana con las conclusiones por parte de la fiscalía, la acusación particular y la defensa.
Luego de eso, el tribunal internacional organizado en Camboya podrá dar una sentencia.
El acusado dirigió tres prisiones del Jemer Rojo, incluida la notoria de Tuol Sleng, en Phnom Penh, por donde pasaron al menos 14.000 personas para ser torturadas y ejecutadas.
Duch , quien tiene 66 años de edad, admitió desde los primeros días del debate su responsabilidad, expresó arrepentimiento y pidió perdón a las víctimas.
A lo largo del juicio, Duch reconoció haber torturado personalmente a varios reclusos y también ordenar la ejecución de personas, entre ellos, decenas de bebés.
La ejecución de los menores se efectuaba estrellando sus cráneos contra los troncos de árboles en los llamados campos de exterminio de Choeung Ek, a las afueras de Phnom Penh.
En su descargo, el antiguo profesor de matemáticas que se convirtió en un experto en torturas, mentiras y confesiones, aseguró que bajo el régimen del Jemer Rojo solo cabía la opción de obedecer, si se quería conservar la vida.