Buenos Aires, AFP. Una multitud asitió este domingo en Buenos Aires al llamado Desfile de la Integración con la participación de delegaciones de más de 80 países en el marco de los festejos por el Bicentenario de la revolución que condujo a la independencia en Argentina.
Pese a la lluvia, que cayó por momentos, miles de personas siguieron con entusiasmo el paso de las delegaciones con más de 4.000 integrantes vestidos con sus trajes típicos que dieron cuenta de la música y la danza característica de su país.
A lo largo de ocho cuadras, la céntrica avenida 9 de Julio fue convertida en el llamado Paseo del Bicentenario, un escenario a cielo abierto epicentro de los festejos que se iniciaron el viernes y culminarán el próximo 25 de mayo, al cumplirse 200 años de la revolución libertadora.
Ataviados con coloridos trajes, los representantes de Brasil pasearon por la avenida 9 de Julio una réplica inflable del Cristo Redentor, de unos 20 metros de altura, mientras la nutrida delegación china hizo bailar enormes muñecos con forma de serprientes, dragones y animales mitológicos.
Las originales presentaciones incluyeron bailes, música, y hasta teatralización de batallas medievales, como en el caso de la delegación de Dinamarca.
La asistencia a los festejos por el Bicentenario desbordó todas las estimaciones y convierte a la celebración en la más popular desde los actos por el retorno a la vida democrática en 1983.
El sábado por la noche una multitud estimada en un millón de personas colmó el Paseo del Bicentenario para asistir al concierto en homenaje a la música latinoamericana, en la que actuaron artistas de Brasil, Chile, Colombia, Uruguay y Paraguay, entre otros.
Los festejos callejeros tendrán su punto cúlmine en un desfile alegórico que se realizará el martes con 2.000 personas y que se propone teatralizar 200 años de historia argentina.
Un hito en los festejos será la reapertura el lunes del Teatro Colón de Buenos Aires, célebre por su acústica, y que estuvo cerrado por refacciones desde 2006.
La Revolución del 25 de Mayo de 1810 fue el primer grito de libertad para independizarse de la corona española, lo que abrió el camino a la liberación de Chile y Perú, hasta que en 1816 se declaró la independencia de Argentina.