No habrá más allá. Esta noche se sabrá cuál equipo descenderá a la Segunda División en un decisivo juego entre Puntarenas y Limón, los únicos dos involucrados en ese odiado baile.
Tras una temporada irregular de ambos planteles, hoy los dos puertos tendrán que luchar para quedarse en la Primera División en un solo juego; así se los puso el destino, como si se tratara de una gran final por la permanencia.
El escenario será la Olla Mágica en Puntarenas, que espera hervir al calor del apoyo de los chuchequeros y de los limonenses que anunciaron que irían a apoyar a su Tromba.
El panorama se le presenta más favorable a los limonenses.
Para quedarse en la máxima categoría los caribeños deberán ganar, empatar o incluso se pueden permitir perder por la mínima diferencia.
Eso gracias a los 44 puntos que suman actualmente en la tabla acumulada, tres unidades más que los del Pacífico.
Pero como valor agregado y que podría ser de gran alivio, mientras Limón tiene un -21 en su gol diferencia, su rival de turno acumula un -24 que lo podría hundir.
De esa manera, el único camino de salvación de Puntarenas FC será un triunfo por dos o más goles de diferencia.
"Será vital conseguir un gol en los primeros minutos del partido y así la presión será de Limón", mencionó el lunes el volante puntarenense Roberto Mudarra.
Pero en Limón más bien auguran un encuentro trabado, de mucha disputa por el balón, como suelen ser ese tipo de partidos.
“Esperamos un juego así, tenemos que tener mucha paciencia”, adelantó el técnico limonense, Carlos de Toro.
Fuerza mental. Ambos planteles reconocen que hubo pocas cosas tácticas y técnicas que pulir previo al juego de esta noche.
Más bien se dieron a la tarea de fortalecer la capacidad mental, para ir preparados a cualquier situación que les presente el trámite del juego en Puntarenas.
La motivación muchas veces pesa más que la capacidad técnica de un jugador en esta clase de juegos.
Denominador común. La inestabilidad en el banquillo fue el denominador común en ambos clubes y a los dos equipos los dirigió Randall Chacón, actual asistente técnico en Belén FC.
Los altibajos de los dos equipos, no en esta temporada sino varias atrás, son los que los tienen al filo del abismo esta noche, pero mañana uno de los dos deberá pensar en la Liga de Ascenso.