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Suscrición mensual 00 Apartado LA TRIBUNA Número Suelto 10 Teléfono 134 DIARIO DE LA MAÑANA San José, Costa Rica, JUEVES 10 de Marzo de 1921 Año N: 250 El Congreso y el Convenio HECHOS COMENTARIOS Llevaría doscientos hombres, entre hermanos. nosotros toca vengar policiales disciplinados de San José los. cuando terminaba, pleno y oficiales de Pinaud. inmediata de emoción patriótica, las lágrimas mente detrás del tren y tan pronto le saltaron a los ojos.
como se diera la orden de fuego se Los oficiales se retiraron y los lanzarían a pie sobre el puente el jefes continuaron disponiendo el resto de la oficialidad y de las tropas ataque.
de Pinaud, que llevaban a la cabeza Cada uno de los muchachos bus a Salvador Jiménez, Carlos Albertocó un lápiz y escribió la carta para Cuando se dio publicidad al Convenio celebrado El Congreso sabe todo eso porque la gravedad de las Castro, Rubén Esquivel, Enrique Lara, la madre, para ia novia para los entre nuestra Cancillería y el Representante de Su circunstancias obligó a que se le revelaran secretos de Ricardo Gurdián, Gonzalo Jiménez, hijos. Bien podía aquella carta ser Majestad Británica, solicitamos la documentación que Cancillería Pero a pesar de tanta presión no descuiVicente Saénz; Artur Merino Ma la última! Algunos ponian dentro había conducido a ese estado las reclamaciones de do los sagrados intereses de la Patr a. El peligro de súbditos británicos.
nuel Rodriguez, Fernando Echeve del sobre una flor o un escapulario Se decía que existían notas y afuera aparece lleno de trascendencia grande. Mas el rria, Carlos Jiménez, José Pero hubo algunos que conserva memorándumes agresivos, impropios de un diplomático peligro interno es de un poder tremendo.
Zeledón; Martínez y Zamora ron el buen humor en ins meman que viene como personero de la just cia. Deseábamos La ley de Nulidades juzgámosla algunos radical; Nos ha causado penosa sorpresa tos graves. a uno de ellos a quien saber hasta dónde el Convenio era resultado de la pero si es privilegio de los ciudadanos costarricenses presión británica. El señor Ministro de Relaciones honrados indicar el mal que ella pueda contener, no leer en un parte oficial del Coman le preguntaron. qué has escrito. dante de las fuerzas expedicionarias, contestó: He escrito a mi acreedor hacía resaltar el aprecio y la consideración del señor está dentro de las atribuciones de los Representantes señor Zúñiga Montúfar, que «el so. a ver si de esta vez me perdona Representante para con Costa Rica. Por eso íbamos de una nación poderosa desconocer la fuerza legal metió a la consideración de los de. la deuda a aplicar el escalpelo de nuestro juicio a fin de ter. er que ella tiene. El Congreso la dictó seguro de que el inás jefes el a taque por el frente. La noche se pasó ea tertulias y por cierto que lo asegurado no era mera palabrería país la necesita para poner a salvo lo que la tiranía No menos penosa es la sorpresa cuan cada quién hacía un esfuerzo por oficial y pompa diplomática. Sin embargo, no logra. mancilló. Los propios asuntos que ocupan el cuidado mos que la documentación se publicara y resolvimos do se lee en un parte del mismo jefe parecer nás sonriente, más decidor del caballero inglés, son actos nacidos con desdore de entonces guardar silencio hasta conocer la resolución el puente internacional tiene dos que el vecino. Así llegó la madru la bondad de los negocios. Se pactó y trato con la del Congreso.
tiranía a sabiendas de que era gobierno sin escrúpulos habría sido bien facil cerciorarse de cientas cincuenta varas, cuando legada y con ella, los preparativos Ella llega ahora y por fortuna para la dignidad que aceptaba todo lo que significara propinas. Una vipara la acción, que habría de ser del país, es una lección de civismo Los costarricences on honrada de los bienes que al país podían traerle y sube de punto la sorpresa cuando mitad del puente, se daría la orden que tiene más de trescientos metros. decisiva. Cuando el tren llegase a la acaban de poner a prueba su patriotismo, en una for compañías extranjeras, no fué nunca preoca ción de ma grandiosa, porque sin reflexionar las causas reales se observa el extraño silencio que los tiranos Optaban por el mejor postor y en aquella de fuego y simultáneamente se ha del conflicto, se lanzaron a la lucha con la única preo se hace al rededor del nombre de época de atropellos lo fueron la institución bancaria ría la descarga de fusile ía y de Pinaud.
cupación de que iban a batallar por la Patria. El ametralladora y la compañía petrolera Por eso dichas negociaciones Congreso no podía contradecir ese heroico sentimi nto cayeron dentro de la sanción justa de la ley que el Los más graves momentos El Capellán del regimiento, el de los ciudadanos de este país, y precisamente cuando señor Representante de Su Majestad Británica des.
meritísimo Presbítero don Salomon nuestra integridad territorial era completada, dio ese deñó: Por eso también el Congreso no toleró que su Valenciano, dió la absolución a los Poder la resolución de mayor trascendencia. Si la las siete de la noche fué reuniley fuera estropajo y a pesar del mundo de combinaoficiales, los bendijo y lus exhortó da la Oficialidad en la casa de la grandeza de alma que el soldado costarricense reflejó ciones ideadas para desquiciarla, la mantuvo erguida Subinspección de Ha ienda. El Co a morir por la Patria, en este conflicto ilegara a sufric agravio por revelacio nes del tiempo, invocaríamos para satisfacción de los como guardián de bien. Con lo cual no sólo ha dado ronel Zúñiga Motufar ordenó reti El paso del puente patriotas la actitud decidida del Congreso en instantes lección de valor sino muestra segura de la conciencia rar a cuantas personas hubiera cerca graves. Es urgente pensar en que desatadas contra con que ella fué emitida. Argumentaciones ocasiona del edificio y mantener severa vigi Zúñiga Montufar y Monge fueron ese Cuerpo Legislativo había muchas fuerzas.
a encontrar el tren, que venía de La La les, peligros inminentes, violaciones de la Constitución, lancia a fin de que nadie que no fue más poderosa y activa es sin duda la desplegada por quebrantamiento de leyes, todo ese cúmulo de debi se un oficial del ejército oyese las Estrella y debía ser tomado por sor el Representante de Su Majestad Británica. Una for lidades y complicidades venidas de los adversarios de palabras que iba a pronunciar.
presa. Tres millas antes de llegar a la midable nación escuda su personería en este país dimiestación de Sixola, fue detenido el la disposición moral, es estorbo para reconstruir al Se hizo un profundo silencio. Se nuto. El no desdeña ese tesoro de lucha y ya lo país con orientaciones mejores.
tomó juramento de guardar reserva convoy. Allí esperaban, tendidos sohemos visto erguido como un cíclope esculcando nuesNos llena de satisfacción la manera como el Conbre el zacate, jefes, oficiales y polia todos los presentes. comenzó a tras leyes y desconociendo su valor; descalificando a greso trató el Convenio atentatorio Pensamos que hablar con emoción el señor Zúñigaciales. Subieron a los carros: Munge, Pinaud, Chamberlain, Zavaleta, Mon nuestros Tribunales de Justicia con frases calculadas; se ha dado un paso noble y grande. El país está Montúfar: haciendo concesiones en un asunto de justicia nacional. complacido. Esta noche, señores oficiales, tandón, Núñez, Kepfer, García, Acos vamos a atacar seguramente las posi ta, Pérez, Bolaños, Vaglio, Soto, Mar ciones enemigas. Sólo estoy en espe tínez, Iglesias, Peralta, Venegas, Bre ra de unos tos para ore nar el nes, Madrigal, Sancho, Vargas Coto, avance. en momentos de tanta Lizano, Cartin, Videchi y Ulate, Ha bían dado les seis de la madrugada y gravedad, cúmpleme exigir d: los militares costarricenses arrojo y secomo el ataque estaba ordenado para renidad. Animar a los soldados, ha las cinco, alguien dijo que era tarde; pero los jefes y oficiales gritaron a cerles sentir que es hermoso morir una voz: Adelante! y el tren se puso por Costa Rica, ha de ser la princi ea marcha.
pal labor de ustedes, señores oficia Aquí la nota cómica. Ai tomar el les. Jóvenes pundonorosos como son tren, dice uno de los muchachos jo.
ustedes, me parece innecesario hablar sefinos: de castigos para el que eche pie atrás Este es el pria er pasaje de cui Se han escrito las versiones más tes Coroneles don Salvador Jiménez, ciones el Coronel don José Mº Sano deje de cumplir las instrucciones plimiento que me da el Gobierno que ahora mismo va a recibir de sus fantásticas acerca del desarrollo de don José Joaquín Zavaleta, don Car doval, de Cartago, por razones de para viajar en tren!
jefes respectivos. Al que tal hiciera, los sucesos que culminaron con la los Alberto Castro, don Maximiliano disciplina militar.
Se entra al puente y ccm iaza el yo le impondría un solo castigo: entoma de las plazas de Guabito y Al Kepter, don Eliseo Núñez, don Ar Pinaud esperó entonces, con im viarlo a la capital con un telegrama ataque. Las ametralladoras funcionan mirante. La prensa y consiguiente. turo García Solano, don Samuel paciencia. En la tarde llegaron Zú. el señor Pre idente de la Repú parado el fusil. cuando se ha llega: a perfección. Todo el mundo na dismente el público han estado mal Montandón; Comandantes Mayores niga Montúfar y Monge. La artillería blica, diciéndole: ahí va un cobarde.
para informados, a merced de las pasiones, don Ulises costa, don Luis Quinto que les acompañaba se había queda do a la plaza enemiga y se hace cesar que él lo entregue al desprecio de de las rencillas, de las vanidades de Vaglio don Rubén Yglesias, don José do en el camino por las dificultades el fuego, se toma neta de las bajas: el las mujeres y de los niños.
este o de aquel Jefe, de este perio. Joaquín Pérez, don anki Venegas, del transporte, soldado José Parini, de Cartago. Estas palabras del señor Zúñiga muerto de un disparo de Remington dista o de aquel otro.
don Víctor Manuel Peralta; Capitanes Vinieron las conferencias de los Montufar fueron profundamente Conviene que se restablezca la don Enrique Lara, don Joaquin Var jefes. Había que forzar el paso del en el pecho, un trabajador jamaicano verdad histórica, para enseñanza y ofensivas para los oficiales, mucha muerto de un disparo en la sien, un gas Coto, don Rodrigo Soto, don puente. Se pensó en trasladar la gen chos que se lanzaron los primeros al negrito de cinco años de edad, muerRoberto y don Ramón Madrigal, te a la otra rivera en botes buscancampo de la lucha, que tienen un don Vicente Sáenz, don Arturo Me do un sitio protegido en donde pu.
to de un disparo en el estómagº, una Los primeros en llegar nombre que respetar y un prestigio negra con un pie herido y otro solrino, don Mariano Cartín, don Ricar diera darse una sorpresa al enemigo.
que mantener. Ellos guardaron silen dado, también de Cartago, que reci La plaza fronteriza de Sixola esdo Kerfer, don Manuel Rodriguez, Pero no había botes. Siguiendo cio por razón de disciplina; pero sin bió una herida en una pierna y mu.
taba al cuidado de don Guillermo don Carlos Luis Jiménez, don Fran aguas adentro, se podrían obtener tieron que les subía la indignación rió al día siguiente, Zeledón, cuando estalló el conflicto. cisco Bolaños, don Gonzalo Martinez, dos botes, en cada uno de los cuales al restro, cuando aquel fe les ha Allí ao quedaba un panameño. Ha Pronto estaba allí Santiago Cham don Rogelio Pacheco, don Rubén podría transportarse cinco personas; blaba de tal guisa, tratando de infun bía huído la noche anterior ca fuga berlain, que conoce a maravilla la Esquivel, don Carlos Bonilla, don pero hacer esto, era aventurado.
dirles ánimo con el arma de la ame vorgonzosa, cuando previeron la inregión, es hombre práctico en las Abelardo Videchi, don Juan Sancho, Al conocer el propósito, decía uno naza, como si hubieran ido incons minencia del ataqu. y parece que un cosas de la guerra De pronto, Au don Vicente Lefranc, don Fernando de los oficiales: cientemente al sitio de honor en que pequeño retén a cuyo cargo dejaron relio Castro, Subinspector de Ha Echeverría; don José Angel Zeledón. De modo que nos van a trasla los rec amó la Patria. la vigilancia de Guabito, dis; aró sus cienda de Limón, recibió orden de don Jaime Bon lla, don Gustavo Bre dar al otro lado de cinco en cinco, El Coronel Zúñiga Montufar ter armas sobre el tren y huyó inmediatrasladarse con su resguardo a Sixo nes, don Otilio Vaglio, don Otilio como quien le sirve sandwiches en minó: tamente por entre las montañas.
la y de pedir a la Comandancia de Ulate, don Moisés Artavia; Tenien una bandeja al enemigo.
tes don Gonzalo Jiménez Flores, don Dentro de pocas horas va a de Plaza de nuestro Puerto del AtlánOtros dicen que ni siquiera hizo dis. era la verdad.
cidirse nuestra vida y nuestro honor paros.
tico cinco policiales que le acompa Tobías Jiménez, don Heliodoro LizaEs preciso caer ya sobre el enemigo Nadie lo hubiese creídc. La tarde ñasen. Sólo cinco.
Así estabz do no, don Miguel Angel Martínez, don Un golpe de audacia y ahora va a decir por qué el Gene anterior, los panameños descendían plaza cuando llegaron con sus tuer Miguel AngeliZamora, don Alejan De Pinaud y de Chamberlain fué ral Monge. Hable usted, General. al río a bañarse, observaban con sus zas Luis Acosta y Hernán Fernándro Rueda; Subteniente de la Paz. la idea de lanzarse al través del El General Monge estaba hon anteojos nuestras fuerz s, iluminaban dez Güell, que debían esperar allá Al ponerse en marcha en Gandoca, Pinaud les dijo: La consigna es que puente, en la madrugada, dentro de damente impresionado. Las noti nuevas instrucciones.
el puente con los rayos de un refl:cmis oficiales y yo estemos siempre un tren y tomar la plaza por un gol cias que hemos recibido. dijo nos tor, parecían tranqui os y listos a re Las fuerzas de Pinaud en la primera línea de fuego. Pe pe de audacia. ese plan se opuso revelan que Miguel Angel Obregón peler las fuerzas enemigas. Ahora no don Guillermo Zeledón, porque un La campaña de Sixola se iniciaba dia. La fuerza de la tropa se com diremos para nosotros la vanguar y sus bravos compañeros cayeron había un prisionero, ni boin de gueataque intempestivo sobre la plaza miserablemente asesinados, en el rra di nada.
con la marcha de Pinaud El espe ponía de doscientos cincuenta hom podría significar la pérdida de vidas campo de la lucha. esa sangre hay Los muertos. habían sido muerraría allá a Zúñiga Montúfar y a brus bien armados, casi en su totali americanas y natu almente, un más que vengarla antes de que la media tos de casualidad!
Monge pero sabía de antemano que grave conflicto internacional. Los ción diplomática pueda poner fin a dad de Alajuela y de Heredia.
y debía estar listo para forzar el puendemás jefes fueron aceptando el plan la campaña. Es preciso obrar ahora Terminará en el número de mate internacional y atacar la plaza Los primeros planes hasta que quedó acogido er definirin mismo y hacer correr la sangre de de Guabito, que se suponía bien tiva.
esos bandidos. Aplausos de la Al llegar a Sixola, en la mañana protegida, porque era lógico que los Había que pasar, según el deseo oficialidad) Reconozcamos al Coro DIFICILMENTE tendrá u manifiesto del Ministerio de la Gue nel Zúñiga Montúfar como a nuestro otra ccasión de comprar a los pre panameños previesen la humillación del último miércoles y después de de que su territorio fuese invadido. una marcha fatigosa por terrenos rra y de los ma os caminos que po jefe supremo, sometámonos a sus dis actuales. VISITE AL SIG El Coronel Pinaud escogió su pla pantanosos, Pinaud quiso atacar in dían seguirse este era el menos malo, posiciones, y en cuanto a mí, le pido NUEVO y BAZAR DE SA na mayor entre los muchachos co mediatamente a Guabito, sin esperar El tren llevaría dos ametralladoras, el primer puesto, el de mayor peli JOSE nocidos de la capital y puso en ellos la llegada de Zúñiga Montúfar, por una a cargo de don Samuel Montana gre, porque yo quiero ir a matar toda fé. El segundo Jefe de la expe que encendia que le bastaban sus dón, otra a cargo de un artil ero nor o a morir; y en todo caso a pro teamericano que se había presentadición era e! Coronel don Enrique fuerzas y que la demora podía serle bar que no impunemente se ha he NAVAJAS DE SEGURIDAD do a ofrecer sus servicios en Sixola.
cho correr la sangre de nuestros Zamora y seguían luego los Tenien ventajosa al enemigo. Le hizo objede 4. 50 en adelante; Koberg Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
La verdad acerca de la jornada del Atlántico Relato exacto de la toma de Gnabito y Almirante Para estímulo:

    Vicente Sáenz
    Notas

    Este documento no posee notas.