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Jueves 15 de Setiembre de 1921 LA TRIBUNA Págian 20 TO LA LLAMADA DEL SUELO NON II En la Estación al Pacífico, por Los acordes de la Banda Mili permiten Entonces, slotlendo pedirnos y al abrazarnos frater EN MARCHA. donde quiera que lanzamos la tar, marchando a la cabeza de la que el alma es más elocuente nalmente, nos dicen: que vuel Cyrano de Bergerac, para in mirada, sólo hallamos un cons tropa, hacen más dulces y más que todas las palabras juntas, van cubiertos de gloria; Costa fundir nuevo ardor a su tropa tante florecimiento de labios de tristes aquellos gestos, aquellas tomo aquella manecita que tiem Rica espera mucho de Uds. Y, vacilante y cal agotada por las mujer. contraídos por la emoción; frases dichas con voz trémula, bla, la estrecho eotre las mías efectivamente, nuestra Patria de privaciones, tomó el pañuelo de ojos cariñosos, adorables y aquella amplia comunión de afec. con fervor fraternal y la. beso be esperar de nosotros todo, to con el cual le habia obsequlado fosforescentes, tiernamente hu to y de espíritu, que bien pueden con infinita pasión, poniendo en do, menos que faltemos a la pro Roxana y lo izb en su espada medecidos por las lágrimas do ser los últimos.
ella toda una floración de agra mesa inquebrantable de defen.
como un emblema de combate, minadas, que hacen más fuerte Al llegar a la estación, la mul. decimiento. Ah, cómo sabe agra deria.
Los Cadetes de Gascuña, en vis nuestro ardor de soldados; de titud que avanza con nosotros, decer nuestra alma los halagos Por ahí uno de nuestros solda: ta de aquel símbolo cableresco, pañuelitos blancos y perfumados, moviéndose como abejas, casi cuando son hechos a tiempo dos. loco de alegría, estacionado recobraron sus antiguos brios y dándonos antes de eojugar el nos ha cerrado el paso. Al Inteo. Mil gracias, le contestó por en el andén de un cuche, grita volvieron por los foros de su llanto, un supremo adios! Oh tar seguir adelante, coa voz en fio: me la colocaré aqul, sobre el con gran decisión: don Julio, valentía y de su arrojo.
imaravillosas hermanas nuestras cantadora, que por el momento corazón, porque aqui la llevo a yo le ofrezco traer la cabeza del Siguiendo el gesto exótico de Vuestro entusiasmo y vuestra fie no sé de donde sale, me dice: Ud. ya en camino, mientras Presidente Porras! todos ce aquel soldado, cada uno de do bre guerrera, por ser tan espon póngase esta medalia para que el tren rueda rápidamente hacia lebran la ocurrencia, seguros de sotros recoge, en el momento de táneos, os impideo aquilatar la no le suceda nada. El sol rever el oeste, no tengo más idea que que, más que la cabeza de aquel partir, una de las tantas delicio grandeza de vuestra participa berando sobre tanta cabeza in la de poder arrancar muchas ho mandatario, resguardado por las sas soorisas femenioas que nos ción en la hora suprema. quieta, que aparecen bañadas de jas al laurel de la victoria, para fuerzas yankees, nuestras armas despidea y con ella izada en lo Si Costa Rica esta vez ha dado esplendor, quiere cegarnos. En volver a regarlos a los pies de traerá a la integridad nacional más alto de nuestros ideales, una prueba deslumbrante de cl el aire mismo, en esta hora gra mi arabir protectora y corres Poco después de haber ocupa.
marchamos resueltas al combate, vismo y de honor bien compren ve de la despedida, parece flotar ponder de ese modo a su gentil do los coches del ferrocarril, la seguros de que si alguno le cabe dido, más que a nuestros solda una atmósfera general de ofren distlución campana nos da la señal de par.
la buena suerte de volver, lo ha dos, es a vosotras a quien la da y de sacrificio.
Aquella danita, donde hay tida. Un clamor sin limites se rá cubierto de laureles y de glo debe. Con mu eres así, que llevan Ebrio de entusiasmo, me arre otras tan espirituales como eila, hace general. Viva Costa Rica!
ria; pues de no ser así, todos tan arraigada en su pecho la bato hacia la generosa damita se me aparece como la imagen es el grito que más resuena en quedaremos en el campo de ba convicción de lo que vale el ser que me ofrece aquel presente di de Costa Rica, emergiendo mag tonces, pronucciado por una muli talla, haciendo honor al pendón libres, nuestra Patria no sufrirá vioo, aquel presente beodito. Yo nífica y risueña, de los pliegues titud que llora lágrimas de ale y que llevamos como insignia de munca nlnguna humillación, por casi no creo en esas cosas, pero de nuestra bandera. Para ella gría y de dolor, comulgando aste lucha que vosotras, que sols el crisol no vacilo en aceptar la medallita será, pues, mi sacrificio. una sola idea, única, suprema, Como insigols de lucha. di de ella, a la vez que hijos dignos, con verdadero júbllo, porque es así como yo, todos guardan con grandiosa. las manos, los larán algunos. una sonrisa te sabréis darles isoldados que no tan querida la mano que me la el afecto más puro, al lado de bios, los pañuelos, los ojos, los menina? Sí, una sonrisa femeni la tralciocarán jamás.
da. Allí está simbolizada, ade algúo recuerdo que hace llorar sombreros, todo se agita al calor da. qué importa eso? Si el En la plaza de la artillería, más, una creencia llena de eo ep silencio, la figura dulcísima de un febril entusiasmo, como si hombre se bate y muere por un donde aguardamos la hora del capto para mí. No dudaré, pues, de alguoa mujer que nos habría fueran millares de pájaros priIdeal, por un sentimiento cual viaje y en todo el trayecto hasta de su poder sobrenatural; será llevado, sin duda alguna, llega. sioneros, ansiosos por remontar.
quiera que domina al corazón, la estación del ferrocarril, sus mi verdadero talismáo. Pero, do el caso, a escribir en nuestro se al espacio, y, a golpes de ala, por qué impedirle que haga lo manecitas temblorosas nos cu ¿cómo pagar aquella geotileza? escudo, como los caballeros me alcanzar el sol de la victoria para mismo por una sonrisa femenina, bren el pecho de medallas sagra. No lo sé. El momento es tan dioevales, la frase inmortal de hacerlo pedazos sobre los soldas si éstas, a veres, valeo más que das, que han de librarnos del fugaz, que no debo de emplearlo POR MI DIOS POR MI dos de Costa Rica. Los lostantes muchos ideales y sentimientos peligro mientras su corazón eleva en pensar cumplidos. Habré de DAMA, que vivimos son tan grandes, juntos?
plegarias a Dios, para que la arrodillarme ante ml encantado El señor Presidente de la Re. son tan emocionantes, son tao Juremos, dice un grupo de buena suerte cos acompañe en ra protectora como ante una su pública, su hermano el Secretario espléndidos, que difícilmente po compañeros, cuando el tren sale todos los momentos y nos permi blime aparición? Tampoco. Ni de Guerra y el Secretario de Re drán renovarse en otra ocasión.
ya del patio de la estación al Pa ta volver victoriosos los momentos ni el lugar me lo laciones Exteriores, llegan a des Cada uno de nosotros siente agl.
cífico, no volver a San José, si no tarse en su interior al héroe ca logramos hacernos acreedores a paz de escribir con su propia la confianza ciega que han depo sangre, mientras pelea, un ma sitado las mujeres de Costa Rica drigal en la hoja de la espada, en nosotros.
para ofrendarlo a la dama de sus Ah nuestras mujeres! Ellas ensueños. aquella dama es Costa Rica.
hao jugado, en esta emergencia El tren hace su arranque en patriótica, el papel más hermoso y más gallardo que puede desem medio de un torbellino de frases peñar mujer alguna. Las mujeconfundidas, por entre doble fila res de Csota Rica, en todos los de parientes, de amigos, de mu tiempos, se han impuesto la ex chos extranjeros, hijos ya de celsa tarea, al igual de las Vesta este terruño por las devociones les romanas, de mantener vivo el del corazón, y todos nos dicen: fuego sagrado de la Patria. Slem Hasta luego; allá llegaremos!
pre que se ha tratado de una em medida que nos alejamos de presa de honor baclonal, estas la Estación, la muchedumbre pamaravillosas hermanitas nues.
rece hacerse más numerosa, y derramarse como las olas sobre tras se han encargado de hacer la arena vibrar con mayor intensidad las fibras guerreras de los costarrt.
Los pañuelos siguen movién.
ceoses, anlmándolos con su acdose sio descanso, en número ción y con su palabra. Basta re.
casi infinito. Pero, a cada golpe cordar que ellas, durante la tira.
de pistón de la locomotora, se nía de los Tinoco, escribleron van reduciendo más. y más.
una de las páginas más brillanYa pueden contarse. 300 diez, tes de nuestra historia. Aquí en son tres, es uno. Uno. sí, uno s6 San José, por ejemplo, Carmenlo, que yo alcanzo a distinguir to cita Breaes Andrea Venegas, davía, agitándose como unas alas Lidia Ortiz, Maria Isabel Car.
abiertas, como una esperanza que vajal, Lilia González, iy cuántas no quiere sucumbir. Estará tre más. haciendo a un lado su dé.
molando acaso por la cibla y son bil condición de mujer, ocuparon rosada manecita que me ofreció resueltamente los primeros pues la efigle sagrada de la Virgen tos en las avanzadas libertadoQuléo sabe! Pero de lo que si ras; y lucharon con ardor, con Estoy seguro es de que yo me lo denuedo, con abnegación heroica llevo, de que es para mí; porque, y bizarra. Ellas, en compañía de una vez que ha desaparecido de los niños de las escuelas, fueron mi vista; sigue moviéndose en quienes hicieron saltar la chispa Despídete ml imaginación. Para el llanto de la rebelión que echó por tierra de nuestros ojos, como dice Za 99 a los tiranos. Sa gesto de rebelviejomacois, con un pañuelo nos basta.
día fué una revelación casi de Cada soldado busca un sitio leyenda.
donde acomodarse definitivament Por eso nosotros vamos tran te, haciendo grupos de amigos; su mezcla quilos hacia la frontera del sur, los mas alegres, los que nunca sin pedir nada, sia exigir nada.
de cace es inimitable!
prestan atención a las horas de Allí quedan puestras hermanas, amargura, se dedican a cantar altivas e indomables, guardando toda clase de canciones, muy co el hogar costarricense, y nosonocidas, muy comunes, casi trl lladas hasta el exceso, si se quie tros abrigamos la convicción de que todas ellas, una vez caído el re, pero que tienen en cambio la último de nuestros soldados, son virtad de recordaraos alguna es cepa de hogar o alguna escena capaces de ir a Alajuela, arraíntima, de esas cuya evocación car de manos de Juan Santama.
CIGARETTES llega al alma como el perfume ría la tea que nos salvó en Rivis de lo que ya pasó.
e locendiar nuevamente el MeSiempre frescos En todas las estaciones donde són de los modernos filibusteros, La manifestación que se nos el tren hace alto, el mismo an LIGGETT Myers TOBACCO Co.
hace al partir, es sencillamente, ritu guerrero de Cote una explosión de entusiasmo femenino.
Distribuidores: PAN AMERICAN EEDING COMPANY (Pasa a la, e a Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nao Biotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica. Satisfca hesterfield ddoo star

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