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Página LA TRIBUNA Domigo 11 de Diciembre de 1921 En la celda de Estrada Cabrera yo, a la vida.
Curiosidad pueril, y acaso im Desgraciado como me siento, que es mezcla de pledad y repul gaban a los ciudadanos, del. a sus negocios, responde, evasl.
pertinente, de muchacho que no no ha sido esta ml mayor des slón.
terror que mantenía oprimida y vo, don Manuel.
sabe llevar la casaca diplomática, gracia. Es la cuarta vez que cal De piedad cuando dice, con silenciosa a la ciudad.
Volvemos al tema de su defue la que me iodujo a procurar go. Mis otras tres caídas ocurrle movido y trémulo. Por haber Sooríe, eotre irbolco y amargo: posición. La Asamblea, al de me una visita a la celda en don ron cuando fui jaez en Quezal desoído las sabias observaciones Esa es la obra de la política. ponerlo, le brindó a usted la de está a solas con su conciencia tenango, cuando fuí Magistrado de mi madre, es que me veo re No me defieodo, porque las co oportunidad de salir del país, con sombría, el ex dictador de Gua más tarde, cuando el señor Rey. ducido a esta condición. Mi ma rrientes de la fantasía no pueden honores presidenciales. Si hubletemala. Antes había entrado en na Barrios me nombró su Miols dre me dijo siempre que renun detenerse con el dedo. Usted se aprovechado.
el templo medio derruído de San tro de Gobernación para ciara a la lſtica, después de sabe que yo principié matando. Si yo me hubiese ido, habría Francisco, en el cual el Obispo perderme luego. De juez me hizo haberme aconsejado que no en aquellos tres mil niños.
sobrevenido una situacióo aoár.
Piñol y Batres, precursor de la daño la rectitud: llamé a las co trara en ella. Pero es evidente que usted quica y todavía estarían los guarevolución, dictó las memorables sas por su nombre, me manifesté De repulsión cuando se acoge, no pudo mantener un régimen de temaltecos matándose entre her conferencias que erao verbo elo severo en el ejercicio del deber; melancólicamente, pero sla va libertad. siendo así. no all manos. Las circunstaocias del cuente y fuego purificador: Hayy, atacado, zaherido, cal blen cilar, al perdón del Juez Supre mento nunca el deseo de dejar el país me impedían realizar ese un hombre que le teme a un pronto. Comencé a adquirir el mo. Porque habla mucho, y con poder y retirarse a vivir sin io viaje; y preferí capitular más pueblo. había dicho. Hay un conocimiento de los hombres; y vehemencia, de su madre y de quietudes?
tarde, perderme yo solo, que pueblo, de un millón y medio de aquel golpe, en plena juventud, Dios. Agarrado desesperada Sí, señor. Varias veces lo traer a mi patria un mal mayor.
hab tantes, que le teme a un hom tenía que ser mucho más rudo mente a la fe mística y a la de Intenté, pero ya no era posible. Lo dice sloceramente, con veo.
bre. lo segundo, no logra ex que este otro.
voción filial, me ha dado la sen Había que atender a un eolaza. cidameote; y es que se sigue pllcarlo la razón.
Reyna Barrios me acredito sación del náufrago desolado q: miento de circunstancias que me contemplando en las págioas de Pocos meses después, Guate con una misión diplomática ante encontró un madero. Bien está lo impedían, que me sujetaban sus aduladores como en un espejo.
mala, puesta de ple, demostró al los demás gobiernos centroame lo último, que el sentimiento fi Sin embargo, ya tenía dispuesto En Costa Rica, le guardao mundo que no temía.
ricanos. Yo llevaba en aparien. Hial es respetable aún en el dés. entregar el gobierno en el mes a usted resentimiento por su. Cómo cayó don Maquel. cla una misión diplomática; pero pota sombrío. Lo otro me hace la de juolo, a quienquiera que eli estrecha amistad con el Gobierno le pregunté a Federico Heroán lo que en realidad llevé fué la impresión de que el hombre está giese la Asamblea, pues yo no de Tinoco.
dez de León; y él me había res carta de Urías. querían alejar realizando un negocio. Don Mateoía ligas con nadie aunque me No maotuve con el señor pondido: me.
nuel Estrada Cabrera libra su llamaran el jefe del Partido libe. Tinoco más relaciones que las Cayó solo. Fue uo cadáver su rostro cobrizo se contrae destino al arrepentimlento; y es ral. Eo junio iba a marcharme, extrictamente oficiales. Siendo que marchó por sus propios pa con el gesto de un recuerdo porque sabe que no hay mejor repite.
él diputado al Congreso de Cossos al sepulcro. Yo, su víctima amargo.
negocio que el perdón de los pe El fioge que dice la verdad y ta Rica, me atacó con una dure.
de varios años, le acompañé has Fue cuando le tuvimos a cados. Roba o mata o viola usted, yo, a mi vez, finjo que le creo. za con que nadie lo ha hecho en ta las puertas de la prisión y vioe Ud. en San José de Costa Rica.
y pero como luego se arrepiente, Proslgue, haciendo el elogio Guatemala, Conservo aquí sus después a unirme a las multitu. Ciertamente. El Presideotele perdonan.
de su pueblo: Pueblo sano, pue discursos, en mi libro de recor.
des regocijadas: El, a la muerte; Yglesias me recibló bien en lo blo hoorado entre los más hootes.
oficial; pero particularmente, se Apresuro la entrevista, porque rados es este de Guatemala y. Pero eotonces. no es verdad me mostró frío. Me hablaba con aquella misma mañana de por lo mismo, fácil de conducir.
Don Rafael Plöcl hermano del frecuencia de mi viaje de regreso noviembre voy a salir de GuaVa perdiendo la serenidad donde guerra?
que le facilitó usted elementos Obispo, Subsecretario de Rela Yo debería estar ahora en Costa temala y ya el tren está a punto Manuel. Se ha levantado de su Vino a pedirmelos un joven, clones, que hace política y ver Rica, hecho uo modesto y feliz de partir: silla y acclona con las manos. hermano de doo Federico, que sos y cultiva la tierra, me abrió agricultor. Allá estaría y no aquí Háblenos Ud. de la leyenda todos los caminos. El mioistro de si ao hubiese sido la mala parti roja en que su nombre va en Aquí le harán creer tal vez era tambiéo su Mioistro de Gue.
la Guerra, porque es a proceso da que me jugó un compadre. vuelto por el mundo, don Maa usted que se vive en ambiente rra, un joveo impetuoso. Dos militar que Estrada Cabrera está nos refiere la historia: Quería Duel. De las cárceles que se tra de maldad, pero la maldad está veces estuvo a verme y en amsometido. po puso limitaciones, en un reducido número. Yo po bas ocasiones me pegué a comcomprar uoa fioca en el cantón Me acompañaría por mi propio de Desamparados. Contaba por dría señalar a los malos con el placerlo. Le hice ver que yo po deseo, el señor Piñol. SPORTStoda cuenta, con yo capital de dedo y decir. Este, es ladrón; podía dejar salir armas. Si algo El ceclo y apilguo edificio es este, asesino.
salió. y po lo creo fue por que quince mil pesos que había quepañol de la Segunda Sección de dado eo Guatemala al cuidado Me complace verle despojado lo sustrajeron. Lo demás es fantasía.
Policia guarda al prisionero. Ha del compadre. Le escribe a éste de su ropaje de humildad y reves cen la vigilancia unos soldados repetidas veces pidiéndole el tido de varonil energía. Le hablo Me poogo de pie. Nada quieso nolleatos. Pasamos frente a de Chocano, el poeta. Las eo. re usted decir por mi medio a los dinero y como no obtiene res.
elos, eotramos a uo patio y allí puesta, le escribe a su madre, tes le juzgao instigador del bom costarricenses?
bardeo de la ciudad. Sírvase expresarles mi simcerca está la habitación de don quien lo entera de que aquel en Manuel. amplia, ordenada, un. Pobre hombre! exclama. Fue patía y mi mayor reconocimiento, cuyas manos puso su fortuna, pico obscura, con alfombras. había hecho mal uso de ella.
por casualidad que los graves Es un país privilegiado el suyo.
acontecimientos de esos días lo Yo deploré que recientemente se Buena cama y junto a ella, vali: Termina, socarrbo. Ya ve BOLAS encontraron eo La Palma. a vlese eo vuelto en la guerra civil jas nuevas. En el ángulo por Ud la experiencia que tenía yo de diferentes clases de doode él llegó más por espíritu deteniéndome, con uo gestos donde la luz se cuela, el pequeño de amigos y compadres!
20 hasta 30 colones de observación que por nioguna. Voy a referirle esta espeescritorio colmado de libros: las Entro resueltamente a abor.
Neumáticos gafas relucientes entre las pági dar al dictador, al hombre extra otra cosa. Chocano era de los cie, que conservo en la memoria.
tas del temo abierto. Todo lim Cuando estuve en San José de ordioario que estrujó a un pue que, al extenderse la agitación, Medias. Espinilleras.
pio. Don Manuel va pulcramen Costa Rica, hacía todos los días blo, como un billete de Banco, me decían: renuncie usted! Cuan te vestido de casimir cbscuro, en el puño de esa manecilla en Cordones. Tacos.
do me entero de que le juzgan el paseo matinal eo compañía de bien marcadas las líneas del pao juta, al que fué dueño de la iostigador mío, me duelo del on muchacho tambiéo guatemalbuen hombre. Yo no tuve lostita bn camisa de seda y una bu Infladores teco, mi barbero. Ibamos geneActualidad por más de velote fai da envolviéndole el cuello, se ralmente hacia el entronque de gadores ni cómplices: la respon años y aún hoy, tlene citas con litos para jueces sabilidad de mis actos es mía, los ferrocarriles.
gún vieja costumbre suya. Per ella a través de los barrotes de toda entera. No recibí consejos Todas las mañanas velamos, dido el gesto rectilineo, parece la cárcel. Como a todos los po DONDE deblarse al peso de los años y de líticos, le Hegaroo a buscar a su y cuanto hice, está bleo claro. colgando de las perillas de las las emociones dolorosas; y está casa para zambullirle en la aza Al caer usted. le abando puertas, los sacos que contenían humilde, excesivamente humilde.
el pan fresco, y nadie que no rosa vida oficial. Como todos naron sus amigos. Me abandonaron, sí señor, Se ha qultado la gorra para sa los políticos, dice que tiene tran fuera el dueño osaba quitarlos Sobrino ludaraos, dejando al descubierto quila la coocleocia. Oyéndole y lo mismo que cuando dejé el Mi. de su sitio.
la cabeza calva a la que asomao hablar así, lospira un sentimiento nisterio de Reyna Barrios. Me Cierto día me dijo ml bar escasos cabellos blancos, blen abandonaron todos, todos, todos. bero: Don Manuel, qué tal si culdados. Extiende la diestra, pe Yo estaba solo. sl sólo me dejaran así el pan en la parro queña, enjuta y bronceada. Le hubieran abandonado! Peores quia vleja?
hago la preguota trivial y cortés cosas hicieron, de las cuales no. Aquello me lastimaba como de su salud. Está padeciendo del está bien que hable ahora. guatemalteco; pero reconocí que reuma. Además, su vleja enfer Inclloa, abatido, la cabeza, cle. era verdad y que su país es, se medad de once años: es diabé rra los ojos, como si le hubiese ñor, un bello país.
tico. Agregue Usted. me dijo asaltado una visión torturante, y Era la frase galante con que que las impresiones que he veol.
hunde la nariz entre los dedos, me despedia el prisionero. La do reciblendo, no han podido. Qué angustia! exclamo yo.
misma frase con que, segúa supe serme agradables. Por qué. dice incorporán. después, agasajaba en su guarida Luego, comienzo a loquirir, dose. Seguramente ſue mejor que de La Palma. a cuantos costasin ordeo al conclerto, como lo me abandonasen. Si no lo hubie. rricenses le visitaban.
hiclera un gamín que quiere atro ran hecho, me habrían envuelto pellar las emociones: en una red de compromisos, de Al salir, le digo a mi amigo el. Cómo Invierte Usted su dificultades. Vea usted lo que le señor Piñol: tiempo?
ocurre actualmente al señor Pre. Me parece un político ma. Leyendo. Creerá Usted que sidente Herrera: tiene que atenñoso de proviacla.
soy muy desventurado en esta der a éste por un motivo, al otro Si al menos tuviese estatura celda; pero los que hemos nacido por razón distinta, al de más allá moral para despreciarse a sf en la mas humilde condición en a todos! ya hay muchos dis mismo!
que se puede pacer en Guatemagustados. Al hablar así, sus oji Olilio Ulate la, sin blenes de fortuna, luchao llos Indianos se aolmay con una Noviembre de 1920 do desde la mocedad abrazo expresión de vivacidad malévola.
abierto, no extrañamos mucho Conoce usted, paturalmente, un régimen de vida como éste.
a don Carlos Herrera Alfredo Vieto Me acuerdo entonces de que Lo conozco bien, desde hace fue un expósito.
largo tiempo.
Desarrollo e impresión de placas y El continúa hablando: buena Esta no ha sido mi primera agrego yo, clavando una mirada películas. Garantía y esmero en los caída ni tampoco la que más honVisítela escrutadora en mi colocutor.
trabajos. Recibe órdenes para cualda amargura me dejó en el alma. Siempre ha estado dedicado quier momento. Ap. 506. José Alberto Brenes JOYERIA totis Es muy Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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