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PAGINA CUATRO. LA TRIBUNAViernes, 24 de Nov. de 1922 El Licdo. don Ricardo Jiméne definitivamente se niega a ir a Washingto No le agrada que lo quieran poner frente a Mr. Hughes Ni considera necesario el viaje ni se lo permite su salud El señor Jiménez, no sólo llevaría se pensó la representación oficial del Gobierno que en una feliz hora lo escogió como su delegado, sino que también llevaría la representación entera de su pueblo que más de una vez le ha probado estar sólidamente unido a sus altos juicios y a sus acertados criterios sobre los más delicados asuntos de la República.
Pero he aquí que cuando todo esto se pensaba, por otra parte y de boca del propio señor Jiménez se sabía. de un modo informal por cierto, que se negaba rotundamente a llevar consigo esa representación a los Estados Unidos.
Con objeto, pues, de ratificar este rumor, visitamos ayer al señor Jiménez en su casa de Cartago, quien amablemente nos recibió y gustoso se presto a conversar con nosotros sobre la importante cuestión de su viaje y del problema de las conferencias. Ya le contesté. nos dijo al señor Presidente de la República que declinaba el alto honor de ir a Washington.
En primer término, lo creo innecesario y en segundo término, mi salud no me lo permite. Ya no tengo el suficiente calor de la juventud para resistir el invierno de los Estados Uridos. Es una mala noticia la que nos comunica le dijimos porque el público y el mismo Gobierno esperaban que esta vez si aceptaría el cargo, dada la gravedad del asunto. No hay tal gravedad. Esa se la han dado los periódicos, que siempre agravan, los asuntos. Las conferencias de hoy, son iguales a las de ayer. La asistencia de los Estados Unidos se verificó igualmente en las conferencias de 1907. Son bien conocidos los puntos a tratar; de ellos, el que tiene mayor gravedad es el de la limitación de armamentos y francamente, no sé cuál será la solución que se le dé, pues eso daría sus resultados para evitar las gueES EVIDENTE CLARO, que como estamos renovando constantemente nuestras existencias debido a nuestras buenas ventas, los igarrillos y puros que vendemos son los más frescos. eso es lo que Ud. necesita y encuentra en la Hacía ya bastante tiempo que en la política del país no se registraba un hecho de tanta importancia nacional como hubiera sido el viaje del Lic. don Ricardo Jiménez a Washington como Delegado de Costa Rica a las conferencias centroamericanas que se celebrarán en el próximo diciembre en aquella capital.
El viejo y noble patriota que parece permanecer alejado de la política militante, cansado e indiferente, decepcionado acaso, al oir et imperativo llamado de la patria pensó el público sacudiría presto y activo el polvo de los prejuicios anejos a las largas vidas públicas, se pondría alerta, y por primera vez, después de su retiro voluntario, consideraría que está en la obligación de limpiar de olvido el indomable acero de su antiguo espadin diplomático y de esgrimirlo con habilidad y con destreza en las justas donde se juega el bienestar de la República.
En el rumor general, en la Casa Presidencial como en el corrillo libre de las aseras, se pensó que el Lic. Jiménez no podría hacer otra cosa. Su vida ha sido siempre un constante ejemplo de discreción y de sabiduría. Ha sabido estar al lado del silencio cuando los problemas levantados sobre la patria son hojarasca que, al impulso de los vientos personalistas o de los remolinos de la política pequeña, han logrado llegar hasta las nubes presagiando tempestades que no se desatan nunca; pero también ha sabido estar al frente, ojo alerta y previsor, cuando en verdad el horizonte se empaña y presagia desconocidas tormentas, aun son brillantes fulgores que iluminan y que seducen.
No podría hacer otra cosa, se dijo, en este momento en que se presenta para la República y para Centro América en general el problema tradicional en la forma más grave, más inminente de cuantas ha solido presentarse en lo que llevamos de vida.
Nunca como ahora serían sus servicios más útiles al país porque sin duda alguna las conferencias que se preparan en Washington serán de tal importancia, que marquen una era definitiva para Centro América. Van a ponerse en evidencia sobre la mesa de las discusiones centroamericanas, todas las pretensiones y todos los problemas de estas cinco repúblicas; en relación con su vida intima, y sobre todo, en relación con los Estados Unidos, que han optado mediante la aceptación de nuestros Gobiernos por participar directamente, oficialmente, en estas conferencias, tal si nuestros paises fueran una prolongación de aquel, o si su política en lo futuro para con los hispanoamericanos ha de tomar uu rumbo más definido o más marcado, cuyos alcances desean dejar estatuídos con nuestra propia cooperación.
Bien quisiéramos desatendernos para siempre, mejor dicho, bien quisiéramos no haber tenido nunca entre las manos estos problemas nos tocan más que por el espritu y por el temperamento, por la tiranía geográfica; pero ya que so es imposible, y ya que a cada minuta nos estamos viendo envueltos en tratados ficticios y en pactos efímeros que lejos de solucionar un problema, ponen cada día de manifiesto la poca formalidad de Centro América y la poca cordura de nuestros pueblos; es necesario que se vaya resueltamente a afrontar en definitiva el problema, contemplando todas sus faces, desde un elevado punto de vista de centroamericanismo legítimo y poco romántico, y sobre todo, desde el más elevado espíritu de soberanía, cuya existenoia se vive poniendo en duda a cada momento, cuando no se está temiendo que muera al más lijero soplo de un viento del Norte.
Es necesario ir a esas conferencias con la mayor entereza y con la mayor sabiduría. La asistencia de los Estados Unidos revela muy claramente que vamos a resolver de una vez por todas en estas conferencias los problemas de nuestra vida y cabe creerlo así puesto que serán presididas por el Secretario de Estado Hughes, quien deseara afrontar esta situación definitivamente para quitar de la faz del mundo los prejuicios que corren de boca en boca, o para afianzar de una sola vez los derechos que las fuerzas pudieran darle la fuerza de los cañones o la fuerza de las doctrinas a los Estados Unidos sobre estos pequeños paises de la América Central.
Por todo ello pensó el público y pensó el Gobierno, que ha medido la situación en toda su magnitud, que nada seria tan oportuno para la patria como la colaboración que se le solicitó al Lic. don Ricardo Jiménez. El conoce bien estos problemas; él sabe lo que somos y lo que podemos aspirar a ser con legitimos derechos; él ha seguido de cerca el desarrollo del centroamericanismo: él está al corriente de las actuaciones de los Estados Unidos en relación con Centro América y, sobre todo, él es quien puede ir a pesar mejor que nadie. su saber y su experiencia lo acreditan asi las soluciones que se le den a a los problemas presentados por el Departamento de Fetal para que estos paises entren en una nueva vida definitiva y justa en el concierto de las Raciones del mundo.
rras internacionales; pero los otros países de Centro de rica, sin armas, estarían cambiando de Presidente a momento. Me gustaría ver resuelto ese problema que no acierto a comprender siquiera como se resolveria.
Costa Rica no, porque aquí nuestros campesinos no desea ni apoyan las revueltas. Ello ha sido siempre el lastre se opone a que los políticos lleven al pueblo como done jote a Sancho. si esas conferencias se complicaran. Creo que no. Ni siquiera se trata de restablecer Corte de Justicia Centroamericana; pero caso de que biera un conflicto que afrontar, alli está el cable, allas el teléfono. Ya no estamos en la edad media cuando pa enviar una Misión de Pacis a San Petersburgo, se tenían dar verdaderas plenipotencias. Además, la Representad nombrada por Costa Rica es suficiente para el caso. El Beeche es un abogado competente, que ha prestado sus. vicios a satisfacción, y el señor Coronado, no creo que pu da arreglar los problemas de Europa, pero sí haram papel en estas conferencias. No he visto que hagainst malo durante los meses que lleva de Secretario de Relac nes Exteriores y es un joven con inteligencia. De modo don Ricardo le preguntamos que sua gativa es completa. Completa. El país no tiene razón para creer que a se están jugando los destinos de estos pueblos, que no va a variar en nada, por una firma más o menos, su mana de ser. Por lo que respecta a los Estados Unidos, na: hay que temer. Se juzga a ese país con mucha injustia.
acaso por la rapacidad de sus banqueros. Ellos estána mostrando siempre que no desean hacernos mal, sino ap darnos. Se han apoderado dos veces de Cuba y dos ves le han devuelto su libertad. En la actualidad van a aba donar Santo Domingo y según sé, piensan cambiar sum litica con Nicaragua. Nada hay, pues, que temer. Yol deseo por el momento ir a dar un paseo a los Estados dos. Además, soy partidario de la economía, y no pory sea yo quien va a gastar voy a quebrantar mi criterio sa ese importante aspecto de nuestra vida. Yo en esto est con el señor Presidente de la República, que pensaba enviar a nadie más, por economía, y porque la Lega acreditada está completa. Si ha pensado en mí, es por se vió obligado a ello cuando se barajo mi nombre en lación con el asunto. Pero nosotros sabemos que usted ha recibido carta del Sr. Presidente en la cual le reitera sus deseos que sea usted quien vaya a Washington. Es cierto. Yo me explico bien la actitud del sens Presidente. No pensaba enviar a nadie más; pero al oire nombre, simpatizó con él y creo que sus deseos sons ceros; pero yo no voy. Hay una cosa que no me gusta es que mi nombre surgió cuando se oyó el de Mr. Hugba Es decir, se quiso ponerme en frente del tigre del Nort ¿Para qué? Conmigo y sin mí, las cosas se harán en Was ington como se han pensado hacer. Para evitarlo, si sa malas, está el Poder Ejecutivo, luego el Congreso y despué el país. Su nombre le dijimos ya era conocido en Was ington como probable delegado, y según tenemos entend do, el señor Ministro de los Estados Unidos había demos trado sus simpatías por este viaje, porque gustan los tados Unidos citamos sus palabras de los HOMBRES FUERTES. El señor Jiménez no deseaba ya seguirnos explicana su decidida negativa de ir a Washington; pero al oir el tér.
mino de hombres fuertes. y como para variar la conver sación, se acordó de Clemenceau que está ahora en el Estados Unidos. Esos son los hombres fuertes que gustan en los El tados Unidos nos dijo Clemenceau, que acaba de com testar, cuando se le ofrecieron doscientos mil dólares po unas cuantas conferencias, que se entendieran con el e lebre boxeador Carpentier. Aprovechando el momento de conversación que tuvimos con el Lic. Jiménez, le preguntamos su opinión sobre el empréstito, que es en la actualidad uno de los problemas de mayor trascendencia. Hay tantas razones en contra nos dijo el señor méne como las hay en favor, por lo que yo creo que la Cámara lo mejor que puede hacer es tirar una moneda a cara o cruz.
CIGARRERIA CENTRAL AL HACER SU COMPRA OBTIENE UN TIQUETE La reunión de ayer en la Camara de Agricultura Mañana saldrá de New York la familia Rohrmoser Lahman SE ADHERE LOS PROYECTOS EL MISMO VAPOR TRAE EL CA DEL DR. CORDERO DAYER DE LA SRTA. VIRGINIA ROHRMOSER Ayer celebró reunión la Cámara de Agricultura Cablegrama de don Oscar RohrLos cafetaleros capitalistas int. Eoser, recibido en esta capital por ciaron la suserición del empréstito miembros de su familia, informa interior, a canzando esa suscrición que el cadáver de su hija Virginia, a una suma alrededor de 500. 000. cuya reciente muerte ha conmovido En general, se pronunció la Cá de modo tan intenso a nuestra sowara en favor de los proyectos del ciedad entera, será trasladado a Dr. don Francisco Cordero, que se Costa Rica en el vapor Toloa que reieren a la suscrición de esos bo saldrá de Nueva York mañana y en nos internos.
el cual vienen el señor Rohrmoser, Como la suma suscrita es apenas su señora esposa y sus hijos Carlos la cuarta parte de la cantidad mi. y señorita Lilly nima que urgentemente se necesi Toloa legará a Limón el ta, se seguirá trabajando por llegar jueves de diciembre y el mismo a la consecución de un empréstito día será traido a la capital el cadá por ese total o más.
Yer de la señorita Rohrmoser, al Abrigan algunos la esperanza de cual le será tributada una de las poder llegar a obtener ese resulta más grandes manifestaciones de due do, pero no faltan peshnistas que lo social.
eran que la Cámara se convencerá pronto de lo ilusorio de sus proyeotos.
El Dr. Cordero esta enfermo Dr. Herdocia MEDICO CIRUJANO de la Facultad de Medicina de Paris FERMEDADES DE LOS Ayer, después de terminada la sesión del Congreso Constitucional antes de salir de la Secretaria, en donde algunos señores represen tantes se detuvieron a conversar un rato, el Dr. Cordero sufrió una fuerte hemorragia nasal.
En el mismo local le fueron apliadoh algunos medicamentos oportunos, habiéndolo asistido el doctor Davit Quirós, quieu pasó 20 momentos por casualidad.
Hacemos votos por la pronta me joria del doctor Cordero.
Oles, Oidos, Nariz, Garganta HORAS DE OFICINA: 10 a 11. 30 y de at asl Teutro Variedades Abandonamos la residencia del señor Jiménez, apadecidos por sus declaraciones y sintiendo de veras que el distinguido jurisconsulto hombre de estado, no hubiera aceptado el viaje a Washington en donde, como siempre habría sido legítimo timbre de orgullo para la patria y eminente defensor re sus derechos.
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