Martes de enero de 1923 PAGINA DOS LOS CANDIDATOS El Licenciado Don Alberto Echandi TVA No es la primera vez que el nombre del Lic. don Alberto Echandi sale a relucir en las candidaturas para la Presidencia de la Repú.
blica. Ya en otras ocasiones ha sido nominado entre los hombres públicos capaces de dirigir con propiedad la nave del Estado. Sin embargo, es un político joven que no sabe todavía de composturas convencionales ni de combinaciones hábiles, ni de burlas a la Constitución.
Es hombre franco y leal, que ha mirado a su patria con especiales cariños, y que cree poder llevar a cabo desde la Presidencia mejoras muy aceptables y enmiendas muy justas.
Su actuación del pasado puede definirse en muy breves palabras y en nada prestigiarían a un político; pero si serian suficientes para venir a conocerlo como un hombre de honra y de provecho, como un laborioso, como un caballero y como un ciudadano honorable y digno, capaz de emprender con empeño y voluntad, todas aquellas obras de progreso que pueden contribuir al perfeccionamiento de Costa Rica Quizá por eso, su candidatura no repugna a nadie, y si no goza de la simpatia de todo el país, es porque existen todavía generaciones enteras que desde hace un cuarto de siglo se han adaptado a un caudillo incondicionalmente y siguen esa ruta, sin justicia actual o con ella; pero consecuentes con sus inclinaciones de toda una vida, manera de ser esta, o si no es práctica de libertad, es en cambio un fenómeno social y político explicable, pues los hombres que aun existen han sembrado en el espíritu costarricense los gérmenes de esta patria altiva de que disfrutamos.
Para ser veraces, pues, decimos que la candidatura del Lic. Echandi no arrastrará locamente las mayorías; pero que en cambio es viable, muy viable, ya en el terreno de la elección popular, ya en el de las votaciones diputadiles.
Pero no adelantemos criterios de política que podrían ser errados con más probabilidad, por ser ese terreno un cultivo inagotable de sorpresas y de soluciones inesperadas. Cumplamos solamente con nuestro programa de perfilar con la mayor propiedad posible a cada uno de estos hombres que están indicados en esta actualidad política para llegar a la Primera Magistratura de la República.
El Lic. don Alberto Echandi es un hombre nuevo. Sus prestigios no van de boca en boca, sus ideas no se publican diariamente en los periódicos, sus actos quedan en el silencio del hogar la mayor parte de las veces.
Nosotros mismos, que andamos a la caza de ideas y de gestos, de cosas sensacionales, de propósitos y proyectos, nos encontramos muy rara vez con la personalidad del Lic. Echandi, quien parece permanecer silencioso en su bufete de abogado dendiendo a sus personales intereses con acuciosidad proverbial y con honradez no desmentida en todos los actos de su vida.
Hemos tenido que ir a buscarlo siempre. Hemos tenido que arrancarle sus opiniones por medio de los reportajes, hemos tenido que insinuarle la conveniencia de expresarse sobre tal o cual suceso que atañe a la vida nacional.
Pero, eso sí, siempre lo encontramos listc, informado, y más todavia, con una visión re3 novadora que no se guarda egoístamente ni silencia por temor de perder adeptos, sino que expresa franca y llanamente, sin medir los daños que pueda causarle a su persona; pero valorando los beneficios que de ello puedan venir para la República.
Para escribir esta semblanza misma, hemos visitado al Lic. Echandi en su oficina. Se lo hemos dicho. Se la hemos anunciado. como siempre, ni nos pidió hacerlo, ni nos impidió dar rienda suelta a nuestra pluma; pero accedió a nuestros deseos de exponernos sus visiones del porvenir y sus propios propósitos sobre un nuevo Gobierno, sin ocultar nos ni un solo momento sus francos propósitos de aceptar la Presidencia si el voto popular lo lleva a ella de acuerdo con los preceptos constitucionales que nos rigen en estos momentos.
Pero no se crea que en estos propósitos ha empeñado su amor propio de un modo absoluto. Estoy dispuesto nos dijo últimamentea aceptar una candidatura y a colaborar por su triunfo; pero si el Lic. Jiménez acepta su nominación, yo seré jimenista y mi voto será por él y trabajaré por él en compañía de mis amigos.
Estamos seguros de a procederá conforme a sus convicciones, porque tiene la virtud de ser sincero y franco. No oculta sus maneras de pensar por más que ellas sean contrarias a si mismo.
Además, es un gran laborioso. No se ha pro puesto hacer programa, o plataforma política para seducir las multitudes; pero fácilmente se puede construir tomando de sus dispersos eportajes y de sus conversaciones, proyectos ue son muy dignos de un hombre y que jusifican ampliamente sus naturales y justas ambiciones, Discute el voto popular por lo que éste tiene de incongruente y de corruptor. Piensa me para la mejor marcha de la República y para el mejoramiento moral de los pueblos, Presidente debe ser electo indirectamente, por un Colegio Electoral muy amplio en donda se vea manifiesto el sentimiento nacional.
No solamente ha pensado en esto, sino que será uno de sus ideales para ser llevado a cabo, bien desde las alturas, bien desde su digno asiento de ciudadano cooperador en el propreso de la patria y en el progreso de los pueblos.
Por lo que hace a la parte económica, que 18 la base fundamental del Gobierno, el Lic.
Schandi ha gastado gran parte de su tiempo análisis, briscando una solución que sea varantía para la nación. Es enemigo de los mpréstitos; pero lo es también de las emiiones. Tiene pues, la creencia de que las vieas teorías fáciles de imprimir billetes y raer los extranjeros dineros, pueden ser elininadas de la práctica hacendariu de Costa Pica para adaptar sistemas más de acuerdo con las modernas teorias y más racionales, en relación con la seriedad de una República y con sus propios haberes. Cree en la economía como principio de formalidad y cordura, sin posponer por ello las necesidades del progre80, y cree en el progreso sin olvidar las condiciones de nuestra posibilidad y nuestra riqueza nacional. Cree que el control para poderes es de absoluta necesidad; pero no está contento con la actual organización que se ha dado a ese ramo de la administración pública, tanto por su ineficacia para un Gobierno loco, cuanto porque deja sin freno al Poder Legislativo.
Por lo que hace al derecho, tiene ideas dignas de un hombre evolucionado y experimentado. Hace poco lo oíamos disertar sobre nuestros códigos hechos en tiempos viejos y de los cuales ningún Gobierno se ha preocupado, y en donde existen todavía principios contrarios a la moral, contrarios a las modernas doctrinas que rigen el mundo nuevo, contrarios a la República, contrarios al sentido común y a la verdad y a la lógica. No se explica cómo. entre otras cosas la ley declare irresponsables a los ebrios que cometen crimenes, autorizando con ello al más vil de los vicios como lógico y como máscara de pasiones desbordadas y de sentimientos innobles y atroces. Cree, por el contrario, que la ebriedad debe ser un agravante y no un atenuante, y en este sentido piensa empeñarse, bien con influencias propias o valiéndose de las ajenas deseosas de contribuir al bien.
Respecto de la propiedad, de las tierras sin hombre y de los hombres sin tierra, también tiene ideas nuevas, ideas muy laudables que le ha ido sugiriendo su profesión y su espíritu justiciero y laborioso que no quiere desperdiciar sus conocimientos en granjerías, sino aplicarlos hasta donde le sea posible en el bien de la comunidad.
Conocemos muy por encima sus ideas a este respecto; pero en todo caso, ellas serán motivo de discusión sobre importantes asuntos que se vienen relegando al olvido, cuando en verdad debieran ser objeto de la perenne atención de los hombres de saber y de Gobierno, quienes la mayor parte de las veces entretienen sus ocios en proyectos de mejoras materiales de poca o ninguna significación.
Cada dia vemos surgir en la República problemas muy serios que se plantean entre propietarios y proletarios con sangrientas consecuencias o con erogamones fuertes del estado; pero no hemos oído desde hace mucho tiempo ninguna discusión al respecto, ningún indicio de que se tenga en mira entre los proyramas de los políticos solventar situaciones tan anormales, por donde se camina a pasos agigantados a la anarquía y a la disolución y al fracaso.
Pero no se crea que por pensar en estos grandes problemas sociales en donde a lo más se puede poner una piedra insignificante para ayudar al mundo, a la humanidad, el Lic.
Echandi ha descuidado los detalles de nuestra vida intima, dejándolos fuera de su meditación.
Cree en la necesidad de suprimir la Fábrica Nacional de Licores, cree en la necesidad de reglamentar más debidamente las rens tas del estado, cree en que la labor nacional no es lo necesariamente eficiente y para no olvidar ningún detalle por nimio que sea, opina que deben desaparecer las fiestas cívicas de que se ha venido abusando desde el tiempo de la conquista, creando con ello una raza inextinguible de vagabundos y de viciosos que van de pueblo en pueblo con el morral de vicio al hombre, proclamando la molicie, la pereza, el placer desmedido, la vida sin trabajo. No veo nos decía hace poco que los periódicos tomen por su cuenta una bandera de honor. Gastan su tiempo, la inteligencia de sus colaboradores, el dinero y las energías, en disquisiciones sin importancia, en politiquerías inútiles, en comentarios nimios. Urge que cada uno se proponga dignificar su existencia levando a cabo una mejora nacional de cualquier carácter que sea. Si yo tuviera un periódico, pondría en su primera página un lema noble que justificara la labor. Uno solo, y tengo la seguridad de que con ello el cuarto poder del estado cumpliría su misión que es acaso de las más importantes del mundo. En segar de decir: este diario aboga por la candidatura de don fulano de tal, diría: este diario desea extinguir la ociosidad. trabajar por eso y para eso, diariamente, con lo cual no se menoscabaran otras actividades ni otras atenciones.
Tal es pues, a grandes rasgos, el Lic. dort Alberto Echandi. Tales sus principales ideales de hombre público, apartando desde luego los otros ideales que ya son norma, que ya son ley, que ya son indiscutibles como los de la libertad, los de la independencia y los de la oberania.
Creemos mues, que si las votaciones le son favorables, el país podrá estar tranquilo. El Lic. Echandi tomará la dirección, procurando a política de armonía que con tan buenos auspicios ha implantado el actual mandatario don Julio Acosta.
Sus probabilidades no son escasas: tiene, idemás de un buen grupo de amigos que conocen sus sanos propósitos de hombre de Gobierno, una popularidad hecha con méritos que han trascendido los linderos de su hogar y de su oficina; pero desgraciadamente, el país mantiene todavía una costumbre muy censurable como es la de vender sus votos, y ya el Lic. Echandi lo dijo. No estoy dispuesto a gastar dinero en mi candidatura. lo que para nosotros sería una bandera de triunfo y de nobleza, para el país muy triste es el decirlo eso es renunciar a la popularidad y a los derechos ciudadanos, dando de paso un puntapie a los compromi80s políticos y a las aspiraciones de los caudillos.
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trar, rentar o comprar algunas, de sa que le causaba que Inglaterra no que lo prohibiera.
poyo, Inglaterra habla juzgado de profesor americano Usher, de la acuerdo con Inglaterra, hasta don saliera a encontrar a Alemania a la Hice hincapié en que esto se en una manera categórica que nadie Universidad de Washington en St.
de fuera posible. En vista del he mitad del camino, así como la im contraba completamente de acuerdo era capaz de ayudar a Alemania en Louis. Usher, lo mismo que su ancho de que mi tío, el Canciller, era, previsión inglesa, desde el momen con mi propla opinión, y, en con lo consecución de su objetivo. Aho tiguo colega el profesor John Basomo miembro de la familia Hohen to en que una nación joven y proclusión, expuse nuevamente mi ac ra las cosas habían demostrado lo set Moore, de la Universidad de Coohe, pariente de la Reina Victoria, gresista como Alemania, cuyo des titud al Embajador: le dije que Ale contrario, y no faltaron las recrl lumbia en Nueva York, fue Tlamado conocido personalmente de ella des arrollo, después de todo, no podía mania era el único país del mundo minaciones de parte de Londres. frecuentemente como consultor 80de hacía muchos años y muy esti evitarse, se había dirigido a Ingla que, a pesar de sus posesiones co Cuando el Embajador británico asu hre relaciones exteriores por el Demado de la soberana inglesa, estime terra con el fin de adquirir territo loniales y del rápido desarrollo de mio ese tono, se le recordó su con partamento de Estado en Washingque esto podrla tender a facilitar rios con su consentimiento, en lu su comercio, no contaba con esta versación conmigo, y se le hizo com ton, ya que posefa conocimientos en las negociaciones que se hablan mi ga de proceder drirectamente o de ciones carboneras; que estábamos prender que era únicamente culpa matérias Internacionales que afectaclado con el Goberno británico con aliarse con otras naciones, cosa que, dispuestos a adquirirlas con el con de su Gobierno no haber llegado a ban a los Estados Unidos, que sólo el propósito a que ya he aludido en su concepto, era más de lo que sentimiento de Inglaterra; que, si una inteligencia con Alemania. tenían muy contados americanos. El Mis esperanzas resultaron infunda el Gobierno inglés podia esperar ra ésta se negaba a darse cuenta de La actitud de apartamiento asu profesor Usher, en su libro publicaEN BUSCA DE ESTACIONES Las negociaciones fueron pro zonablemente.
nuestra situación y a encontrarnos mida por Inglaterra no dejó de sor do en 1913, hizo conocer, por priCARBONERAS PARA LA longadas indefinidamente, sin la me Además, afiadló, que desde el mo a la mitad del camino, nos verfamos prendernos entonces, Un suceso del mera vez, la existencia y el conteMARINA nor perspectiva de alcanzar una ter mento en que Inglaterra era ya due obligados a dirigirnos a alguna otra que no tenia yo conocimiento en a nido de un convenio o tratado ninacon satisfactoria.
fia de más de la mitad del mundo, potencia, a fin de obtener con su quella época, puede servir para apro secreto entre Inglaterra, los EstaNaturalmente surge la pregunta Me aproveché, por lo mismo, y a sin duda podría encontrar algún lu ayuda lo que necesitábamos. Jar algua luz sobre el particular. dos Unidog y Francia, que databa do por qué, en la discusión de nues ndicación del Canciller, de la opor gar en qué permitir a Alemania el También esta conversación resulde la primavera de 1897. Se hawo audaz paso, no se hace mención unfuad que se me presentaba para establecimiento de sus estaciones; to Inútil. Por último, se rompleron ENCUENTRA LA SEMILLA DE bla convenido que, en el caso de do Inglaterra, desde el momento en discutir el asunto con el Embajador que no lograba comprender a los las negociaciones con Inglaterra, sin LA GUERRA MUNDIAL que Alemania o Austria, o ambas que sin duda la intereso profunda Inglés en Berlin. Quejéme de la caballeros de Downing Street; y que haber obtenido ningúún resultado, y naciones de la Nuropa Central, in! mente. Sin embargo, ya se habían forma en que me había tratado el en caso de que Alemanla no logra en forma un tanto brusca. Enton En un Wbro. El Problema del ciaran una guerra para el desarroantablado lag negociaciones prelimi Goblerno Inglés, oponiéndose stem ra obtener la aprobación de Ingla cey el Canelller y yo decidimos di Japón. que apareció sin nombrello del programa del Pan Germanares en Londres. fin de satis pre a todos los deseos de Alemania, terra, aquélla probablemente ocupa rigirnos a Rusla.
de autor en La Haya en 1918, y niemo. Jos Estados Unidos desde facer la necesidad qeu tenía Alema aun cuando fueran justificados. El ria, por su propia cuenta, 108 luga La ocupación de Klao Chau pro se dice fué escrito por un ex di luego se deslararian en favor de Inala de estaciones carboneras, había Embajador convino francamente en res apropiados para sus fines, ya vocó sorpresa e fra en el Gobierno plomático del Extremo Orlente. se glaterra y de Franola y acudirlar Po abrigado el propósito de encon que asſ ocurried couples de propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
y expreso la sorpre que, después de torio, no existia ley inglés. Habiéndonos negado su a publicó un extracto da una obra del con todos sus recursos a Bocorrer