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Domingo 28 de Enero de 1923 Las de Se a que Gonato de incendio Si usted, carísimo lector, no ha mérica, se balancea con un ritmo tán formando un cuadro ido a Puntarenas, no se aflija, que, epiléptico que nos hace desear que tura de mármol vivo.
nosotros tampoco hemos ido. Pero, se hunda; más allá, las montañas se le antoja una de esa: a para qué está entonces la foto que se perfilan imprecisamente a playeras de Méndez Bri grafía. Para qué don Pablo Bal causa de las nubes veraneras que luye en sublimes acua xench. Para qué estamos nos ponen una blanca corona sobre la óleos magistrales de br otros, sino para contar con lite cumbre, y por encima de todo esto, pes, o bien un grupo esc ratura ilustrada lo que allá pasa, el horizonte lejano que se pierde Miguel Angel, o bien, co lo que allá se ve, lo que allá se rumbo hacia quién sabe dónde, y Ildad lo es, un trozo ar siente, lo que allá sucede, con lo todavía más allá, más allá. como la cinta cinematográfica cual y con poner un poco de sal en diria Francis Jammes el espacio nuestra, febril, rápida, e!
la tina del baño, hacer tumbitos, interminable.
Por mas que usted sea y subirse al tejado durante una hoPero todo esto no le importa a lente burgués, un neófito ra a sentir los calcinantes rayos usted absolutamente nada.
saje y de la belleza, se le del sol, se tiene la sensación más Por ahora, lo que ha menes. exclamación de alegría completa.
ter es un wiskey, con soda y acaso que de paso lo identifica Si no lo cree usted bajo nuestra was gotas de limón. El golfeito de, y ya se dispone usted palabra de honor, haga lo que de camarero a quien ha dado usted la en todas sus manifesta cimos, compre LA TRIBUNA, y una propina el dia anterior se lo leános, y luego dirá si lo hacemos sirve, y luego, cuando usted se dis Usted siente ya el deseo bien o no.
pone a echarse a la calle, le tiene ñarse; ta marea está bien alt listo otro, el que cierra esta tanda. lo pregonan las cantarinas Son las cuatro de la tarde, Se que se encrespan sobre la play.
despereza usted todavía en la caRecorre usted por dos veces, ya menazando pasar más allá dés ma del hotel, después de haber dor un poco sudoroso, el anden de ce fronteras.
mido una siesta o una mona, mento, donde ha tenido que conescoger, y siente que ha sudado templar además del mismo paisaje bastante, que todavia, a pesar de que ahorraremos de la narración el sol envia rayos obli esta vez, las lindas caritas de las las cuos como los ojos de ese chino de bañistas que se encaminan a enfrente, que lo pone nervioso con casas de baños, con sus pelos suelsu andar a brinquitos, el calor es tos, flotantes, sutiles, aunque un terrible.
poco rudos a causa del viento maSe viste con cierta laxitud de ml. rino que los pone rigidos. Saluda llonario porque no tiene que ir a usted a las que conoce con clerta (DEL CORRESPONSAL) mo Yg esia la oficina, se lava un poco la cara, alegría, dirigiendo alguna preguncalle, se pone polvos refrescantes y mien ta, dando alguna cita, y ve solamen la una de la maflana de ayer Gran núme tras se hace un nudo en la corba te con corta tristeza a las que no sábado, en el Hotel Europa, frente ta, se asoma al balcón de la calle conoce, que son las que más le gus a La Copa Blanca, be registró un esas horas ar y mira.
tan precisamente.
conato de incendio que alarnó a algunas que La calle de la playa está llena de Pero de pronto se sorprende us. todo el vecinadrio.
tlarma se leva apagar el fu gente. Todos conocidos. De la es ted: sobre la libre playa y junto tación están llegando log viajeros a un árbol, viajero peregrino que El policia de linea, viendo el pe consumido el wel último tren, poniendo en la mul la mar ha traído de tumbo en tum ligro que corria aquella manzana zana comercial titud porteña vestida de blanco, bo a depositar alll, como si no pu amenazada por el fuego, se dirigłó Con esto coni en cierto elegante deshabillé una diera en su enorme grandeza so a su cuartel, de donde vinieron misma manzan no hay que tem pincelada de validas empolvadas, portar el peso de las llusiones de otros gendarmes y comenzó la obra de trajes grises y oscuros, de po un pedazo de madera errante, un de salvamento. Los muebles de asegurados car lainas dealustradas, de maletines grupo de Befloritas gentiles y de aquel estableclmlento y los de la pronto sus pól de improbable limpieza.
niños, que involuntariamente es casa de habitación de don Guilier. fué, según ento Más allá, se recorta la linea que Mao pintan y despintan las olas sobre la arena, después la cabellera del mar que ondula sensual y eleganLa Isla del Cedro te, un barco estúpido, pequeñin y torpe, que fondeó para descargar El Profesor don Anastasio Alfaro, que acabe un poco de cosas sin importancia, cursión a la isla del Coco, en compañía de don Julio y que trae pasajeros de Centro AHéctor Guevara, hizo állá importantes observaciones tórico.
Una de las fotografías que publicamos hoy es Esta isla ha sido confundida, en algunas citas histór Azúcar. El historiador Gonzalo Fernández de Oviedo en la isla de Pocosi carenando sus enbarcaciones que esta isia se encuentra dos leguas distante de la di eomo la llamaban los indios, y además, que ocupab Golfo.
Don León Fernández, cuya perspicacia en est ciones era bien reconocida, insinúa la posibilidad de cosí sea la del Cedro y así resulta, en efecto, por su y por las facilidades que presta en la rada orienta barcaciones.
Estas son las observaciones que hemos logra fegor Alfaro, a su regreso de la Isla del Cedro.
En el balneario de Pun GRABADO DE LA QUIERDA Nuestro grabado de la parte su perior está tomado de la fotografia de un grupo le familia que se divierte en la playa, durante la ac.
tual temporada en Puntarenas.
El grabado Inferior representa la llegada a la Isla del Cedro, a in entrada del Golfo de Nicoya, donde estuvo Gonzalo Fernández de, Ovie.
do, carenando eus embarcaciones, en 1529.
GRABADO DE LA DERECHA Las señoritas Olemoncia Oreamuno, Carmen y Claudia Alfarogentiles temporadistas en Puntarenae en un tronco añoso. Junto al mar.
Al pie, la entrada de la babia de San Lucas, la fsla del presidio, conocida al tiempo de la conquista con el nombre de Isla de Chara.
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