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MEMORIA DE SUS MUERTOS GLORIOSOS Doña Carmen Guell de Fernández Palabras de Rubén Coto POLVO HEROICO (Discurso pronunciado por Rubén Coto en el atrio de la Catedral, cuando se celebraron los funerales de Rogelio Fernández Güell y compañeros en 1918. Tie ne el mérito altísimo de haber sido dicho valientemente en pleno régimen de la dictadura. RIZ Del campo ardiente, del campo mismo que mano aleve tiñera en sangre generosa y fuerte, he aquí señores, que el pensamiento. con alas de cóndor y sonrisas de juventud, se levanta y asciende hasta las más altas cumbres de la idea.
No es, no, la plegaria sollozante que sube; ni es el ruego tímido de la resignación sobrecogida. que no es hora ya de elevar plegarias, y toda resignación debe ser proscrita de la hora presente. Es, empero, el apóstrofe que vibra, es la protesta que canta. todo junto, un voto solemne de nuestros corazones en esta hora trágica, un voto ardiente y viril que hacemos en los altares de la Patria Don Rubén Coto al evocar la memoria por siempre sagrada de nuestros queridos muertos. Fernández Güell, Sancho Jiménez, Porras, Rivera, Garbanzo. Gallardos paladines del más noble humano esfuerzo, campeones del Derecho, quijotes en occión, Jesucristos en el martirio, víctimas del crimen y de la ignorancia! Costa Rica unánime, consternada y agradecida, bendice vuestra memoria; y los que os han amado, y los que os han comprendido, prometen desde este momento hacer de vuestros nombres bandera, como el más cumplido homenaje a la justicia y a la patria irredenta que os llora dolorida.
Honramos esta página recordatoria de la muerte ejenplar de cinco costarricenses dignos, con la fotografía de doña Carmen Güell de Fernández, madre del inolvidable Rogelio, que murió como lo dijo: con el ansia de ofrendarse hecho pan al desgraciado.
POR CARMEN LIRA Tiemblo como un arbolillo cuando pasa un viento fuerte.
Suenan los clarines, redoblan los tambores, truena el cañón. el corazón de las gentes honradas palpita cual hoja en una corriente poderosa y es como si fuera a salirse del pecho para ir a girar en un torbellino de tristeza y entusiasmo.
Es que la Vida en su misterioso girar trae en sus manos, con veneración, un puñado de polvo heroico. En otro tiempo esos granillos mínimos, formaron parte del cuerpo de unos ciudadanos, humildes los mas, trabajadores silencio808, sin pretensiones, pero de pensar noble, que se ahogaban en el ambiente de tiranía estúpida que por entonces aplastaba el país como una pata antediluviana. Pobre y grondioso grupo a quien Costa Rica dejó solo, luchando contra un poder sin ley!
Los imagino huyendo por la noche, perseguidos por sus hermanos los hombres. Terrible es cuando los hijos de Dios tienen que servirse de las tinieblas para buscar la Libertad! por fin cayeron en el corazón de la selva, asesinados por una jauría de hombres pagados, y los asesinaron porque deseaban trabajar en su tierra con el espíritu en paz. No encontraron los desenterradores, dentro de los cráneos, condensado en algo inefable, el dolor y el anhelo que sintieron aquellos hombres al caer. El relato de este crimen, que en un folleto hiciera García Flamenco, el Maestro ante cuyo recuerdo el adjetivo más sonoro prefiere tenderse cual can humillado, había que leerlo entonces a escondidas, la carne temblando de indiginación; y cuando los pocos rebeldes de entonces se atrevieron a hacer los funerales de esas criaturas sacrificadas si mi memoria no me es infiel. sólo dos voces se levantaron entre la multitud para acusar el crimen: la de Rubén Coto y la de José Ma. Zeledón.
Pero la Vida do vueltas y los huesos de los que tuvieron que huir vivos entre la noche, vuelven hoy desnudos de toda carne, a la luz del sol: el cañón les da la bienvenida, la música los agasaja, la campana los llora y el pueblo aclama su recuerdo.
Pero jay! sus huesos no tienen oidos y ellos murieron sintiéndose humülados y perseguidos. ;oh, dioses! Muchos de los que estuvieran al lado de sus perseguidores, irán tras el cortejo poniendo gesto compungido y moverán la cabeza como si ei pesar los embargara. Costarricenses, no dejéis pasar por vuestro espíritu la tección de civismo dada por estos altos varones desde la cumbre de una vida digna que se precipita en una muerte gloriosa, como un cóndor por el aire sin dejar huella!
Mas así parece que ha de ser, pues que se piensa ya, a los cuatro años del crimen, en elegir para dirigir el país al hombre que era el Presidente de la Corte de la Justicia de aquel gobierno irrisorio que pagó una manada de costarricenses infelices para que asesinaran un grupo de hombres libres! Me refiero a Ascensión Esquivel!
Si el dolor la agobió cuando supo el cruento martirio de su hijo, hoy debe sentirse, buena madre, gloriosa al ver que un pueblo se inclina respetuoso ante la memoria del rebelde de 1918.
Grito de justicia Ante la tumba de los mártires de Buenos Aires Allá en la noche densa, cuando en las nacionales selvas rugian, hambrientos, los chacales, y sobraban lamentos y faltaban puñales, en una inolvidable e inolvidada fiesta funeral que iniciara la libertaria gesta, yo dije estas palabras de duelo y de protesta. Otros datos de las ceremonias de hoy OFICIALES DEL ESTADO MAYOR DN LA COLUMNA DEL FERETRO OA DE SU CASA LA IGLESIA METROPOLITANA Coroneles don Nicolás Ulloa, don General don Buenaventura CaraFrancisco Roldán, don Anibal Mora zo, Coronel don Arturo Quirós lez, don Ibo Rojas, don Juan Hono Comandante Mayov don Rubén Ygle rato Carrillo, don Heleodoro Arias, sias, Coronel don Oscar Pinto don Elias Ocampo, don Rogelio Tro Coronel don Manuel Luján, Coroyo, don Ricardo Arguedas, don Car nel don Abel Robles, Comandante log Alberto Coto, y Comandantes Mayor don Fernando Martinez, Mayores don Benjamin Sibaja y don Coronel don Nicolás Ulloa y CoroEladio Ramírez nel don César Nieto.
Toda la oficialidad de Estado MaOFICIALES DEL ESTADO MAYOR yor conducirá a las cureñas, y de QUE ACOMPAÑARAN AL SR. éstas a la foga, los ataudes en que PRESIDENTE DE LA REPUBLI están colocados los restos. Es una formidable tempestad de dolores la que en todas las almas desata sus rigores; y es una dulce lluvia de estrellas y de flores. extraño y milagroso florecer de la altura la que desciende y busca la ignota sepultura de ese montón de bravos que en gallarda postura ha rendido el tesoro de su rica existencia sin abatir los fueros de su noble conciencia: firme como un baluarte de honor la inteligencia, los seis pechos fundidos en invencible escudo, los doce brazos hechos un formidable nudo. Sólo el crimen sus armas contra él esgrimir pudo. Maldición, anatemas a la mano homicida que tronchó tanto esfuerzo que segó tanta vida!
7Odio eterno a la garra que hizo tan honda herida. Un grupo de revolucionarios de la ciudad de San Ramón se hace representar expresamente en el homenaje de este aía Cuando yo muera Cuando pague tributo a la Natura y mi espíritu vuelva a su morada, si tú eristes aún mi dulce amada, dame al pie de algún árbol sepultura. hoy que, tras el período de luchas dolorosas en que la infamia hizo nido en todas las cosas, en los campos regados con sangre brotan rosas, torno a decir las frases de coraje infinito porque apagado el eco del justiciero grito que fué entonces un grito nacional, aún proscrito de la Patria en que triunfan sus verdugos malvados está el recuerdo santo de los bravos soldados en las meridionales selvas asesinados. ద (Telegrama depositado en San Ra Benjamin Salas, Camilo Hernández, món el 14 de marzo a las 12. 30) Arturo Barrantes, Pompilio Allaro, Manuel Espinosa, Everardo Salas, José María Zeledón Brenes Gabriel Barrantes, Cevedo Araya, San José.
Ismael Aglietti, Francisco Salas, Sirvase representar en los funera Vicente Reyes, Telesforo Campos, les de Rogelio y compañeros, a los Rafael Castro, Miguel Castro.
ramonenses que lo acuerparon en la fecha memorable de su gesto patrió EL SR. ZELEDON BRENES tico, y depositar a nombre nuestro RESPONDIO: una corona, para lo cual certificamos el importe y hacer en la pren que se sentia muy honrado con la sa la respectiva publicación. designación y que cumpliría gustoNicolás Orlich, Rafael Rodríguez so el encargo. Al efecto ha mandaS. Jesús Córdoba, Nautilio Corde do hacer una hermosa lira de rosas ro, Alberto Muñoz, Lorenzo Carva que llevará una cinta roja con la Jal Aquiles Orlich, Juan Rafael dedicatoria de sus representados, y Mora, Juan Maria Quesada, Augus nos ha traído los versos que en eto Jenkins, Alfredo Salazar, Mardo tro lugar publicamos, los cuales no queo Mora, Dionisio Villegas, Vita serán dichos por el en el cementellano Fallas, Juan Montanaro, rio por motivos especiales.
En marmoreo sepulcro no me entierres, que es lujo y necedad la humana pompa; no podrás impedir que me corrompa aunque en caja de sándalo me encierres.
Entiérrame a la orilla de una fuente y cultivo un jardin sobre mi fosa, y así, mi corazón trocado en rosa, Ulenará de perfumes el ambiente.
El olvido, sedante de las almas ignaras en donde no germinan las virtudes preclaras del Amor y del Odio, ha derruído las aras de la Justicia; y libres de culpas y baldones, los victimarios ríen y gozan sus millones, y bostezan de tedio las desiertas prisiones.
Por eso mientras triunfe sin rubor la impudicia, eternamente al borde de esta tumba patricia clamará la Venganza, porque no hubo Justicia; y en tanto que una honrada palabra tenga vida, gritará por un hondo dolor estremecida: Odio eterno a la garra que hizo tan honda herida. La Respetable Logia Hermes No. Más prefiero ser fruto sazonado que flor para los ángeles nacida; en vez de grata esencia, ser comida, y ofrendarme hecho pan al desgraciado.
Dame al pie de algún árbol sepultura, do pudriéndome al borde de un camino, calme el hambre y la sed del peregrino y le brinde frescor con mi verdura.
invita por este medio a todos los hermanos masones residentes en este Valle para que asistan a las honras fúnebres que en honor del que fué nuestro hermano ROGELIO FERNANDEZ GUELL 00 y de sus compañeros de martirio, se efectuarán en la Iglesia Metropolitana el jueves 15 del corriente.
18 bude San José, marzo 14 de 1923.
14 de marzo de 1923, JOSE MARIA ZELEDON.
Barcelona, 1914 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

    Carmen LyraJosé María ZeledónMilitantes del PCCR
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