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Viernes 31 de Agosto de 1923 LA TRIBUNA PAGINA CINCO CRONICA No ideologías sino idealidades Carnet Social Amor y Patriotismo Estuvo en Costa Rica probablemente hace c) tiempo una niña de Panamá, probablemente también una niña en cantadora, delicada de alma y bella de cara, con unos ojos muy riegros como la noche de los poetas o muy claros cono el mar.
Llegó de paseo, aqui pasó algún tiempo. todo lo su.
ponemos nosotros de nuestra fantasia. paseando en nues tros parques, asistiendo a nuestras fiestas, viviendo nuestra alegre vida social entre requiebros galantes y obsequios de miradas y requerimientos de amor. Toda la historia de unos días felices que se pasan lejos de la patria en donde se dejó un novio. y esto ya es cierto que reclama el regreso y envía sus cartas con un no me olvides constante y sincero.
Pero llegó un día en que aquellos ojos, aquella boca pequeñita y rosada sonrieron ante el galán costarricense que la dijo su amor en romance muy español y muy castizo y muy sentido, y la sonrisa de los ojos y los labios se convirtió luego en alegría de corazón, en regocijo del alma, ei placer de espiritu.
Todo lo comprendió el poeta. Todo. Lo comprendió con una amarga desilusion. Anita tenia un amor verdadero en Costa Rica, un amor cierto, aquí había encontrado la garra de un amor. Aquí el diosecillo alado le clavó la más fiera flecha de su carcaj, sonriente, irónico, colocado sobre la raya roja de la frontera que los hombres defienden. mientras Anita lo vió partir sobre el asfalto de la caile como una sombra trágica, su pensamiento vo o hasta nosotros ágil, feliz, rememorando los días pasados, los que le trajeron una felicidad que llena plenamente su corazón y sus anhelos. Pero no paró all la historia que nosotros reconstruimos sino que el alma del poeta, del que no supo retener a su amada en las redes de su cariño, del que no supo conseguir la fidelidad de ese amor que se le fué como se van los pajaros de la jaula tras la ilusión de la naturaleza, d: la lucraci vimitada: en bellos versos, en bellos y sentidos versos, hace ei reclamo no a la amada de otros días, no a la mujer, sino a la panameña, a la que está en la obligación de odiarnos, a la que debe querer a cualquiera, menos a nosotros.
FIESTA DE CONFIANZA De paseo en Alajuela estuvo el profesor don José Var En celebración del día de San gas Calvo.
ta Rosa, se efectuó anoche, en la Salió para Peralta don Teo residencia de don Angusto Hutt doro Mangel, y de su señora esposa doña Rosa Don Miguel Angel Guardia Chaverri de Hutt, un baile de partió para Tres Ríos.
con Sanza que estuvo muy concu Para Limón salió don Alrrido.
berto González Lohmann.
Los invitados fueron finamen. Regresó de Tuis don Elate atendidos por raeo. dio Prado.
la casa, y la fiesta se prolongo Ayer regresó, procedente de en medio de la mayor cordiali.
Limón Ton Benjamin Piza.
dad hasta las veinticuatro hores. Llegó de Peralta don EmInanuel Jiménez.
VIAJEROS Para Línea Vieja salió don Antonio Castro.
En el tren de pasajeros regre u só ayer a esta capital, proceden ENFERMOS te de Limón el señor Arzobispo Monseñor Castro.
Completamente restablecido De Turrialba llegaron el se encuentra don Jorge Solano.
doctor don Joaquín Badilla y su Sigue mejor de su dolencia señora, doña Amada Rosabal de la señora doña Margarita de Sa Badilla.
borío. Don Oscar Gutiérrez Ross. Ha restablecido de su enfer regresó de Siquirres.
medad don Jorge Beeche. En Limón estuvo de paseo. La señorita Luisa Gallegos el joven don Ramiro Pertuz. estuvo delicada de salud en días Salió para Turrialba don pasados.
Jorge Arrea. Delicado de salud se encuen Para Limón partió don En tra don Carlos Manuel Fernán.
rique Wollenweber.
dez. Don Guillermo Flores Don Carlos Manuel Pachellegó de Turrialba.
co sigue mejor de su enferme Procedente del mismo lugar dad, regresó don Mariano Monteale. La estimable señorita Sarita gre.
Maduro ha seguido mejor. Salió para Limón don Napo Guarda cama desde hace va león Quirós.
rios días don José Joaquín Flo Don Ricardo Tinoco partió res.
para Las Pavas. En Heredia estuvo delicado de salud don Rubén Cordero Regresó de su finca don Gui Restablecido se encuentra llermo Pérez Canto.
don Enrique Flores Para Limón salió don Anto nio Castro.
EL BAILE DE MANANA Don Francisco Acuña par EN CARTAGO tió para el mismo puerto. De la finca La Cabaña ro Hemos tenio el gusto de recibir la gresó don Alberto Piza.
siguiente invitación: La Junta Directiva del Salón Mo Procedente de Limón lle ternidad tiene el gusto de invitar al ayer la estimable señorita Doseñor Director de LA TRIBUNA rita Gotay.
balle de fantasía que se verificara en los salones del Club de Cartag Don Aurelio Castro salió el sábado lo Setiembre de 1923 para el mismo puerto. Tas 20 horns (8 De usted atentas y seguras servl De paseo estuvo ayer en Padoras, cayas doña María de Figuls.
Judith de Nazari; Balbina de Gutie Regresó de Heredia dona Rosario de Jiménez.
rrez; Angela de Lachner; Juana Salió para Peralta don Ride de Aragón; Lela do Jimé cardo Fernández.
nez; Graciela de Pacheco; Acilia El doctor don Roberto Fondo Gutirrez.
seca Calvo partió para Alajuels.
Cartago. Agosto de 19223 Salió para Limón don AuNOTA Para comodidad de lo relio Castro.
Invitados, un tren expreso saldrá de. Don Adolfo Cañas partió a la cindad de Heredia a las 30 yer para su finca. y de la estación de San José a Regresaron de Limón uón Ins p. regresando de Cartago Alberto Aragón y su señora. Ins de la mañana.
por tratarse de distinguidísimas fa milias y de un diario serio. Agus tín, Luján sabe que no invento. EI Le Figaro de París se publica oficialmente, la noticia en nombre del Gobierno de Guatemala de que yo estaba sólo preso por Delitos Comunes. claro es que en Parli se celebró la ingeniosa ocurrencia Para concluir, es en mi poder el ca blegrama original en que uno de los prominentes salvadores de GuR temala aconsejaba a su Gobierno que para contrarrestar el efecto de la prensa de París y de Londres y de América se aplazase mi ful lamiento y se me atribuyese el bombardeo de la ciudad que durante siete días. por dirigirlo, proba blemente un Poeta. no destruye ningún edificio. No crea el señor Tovar que estoy en favor del crt.
men: sólo estoy en contra de 12 farsa. Por eso, así como el populn cho de Guatemala pedía mi cabeza por no tener el ninguna, cualquier tro va a quererme arrancar 19 lengua por temor de que diga 1 erdad. El Despota es el hombre necesario para In Américh tropical Esta es la misma opinión que acabe de publicar un gran periodista por teamericano, que conoce como yo todas estas desorganizadas repúbli cas. Si el señor Tovar insiste en creer que el Despotismo no es ne cesario para sociedades embriona rias, con la amenaza de una absor ción por parte de un pueblo mayor, me veré precisado a recorrer hechos y doctrinas que el blen Tal vez metafisicamente. y St.
poniendo que dos los habitantes de la América tropical fueran Igua les al señor Tovar, no sería urgente el fascismo; pero, en la realidad ac tual y en la de un porvenir que no es diffeil penetrar, resultará imposible denegarse tanta razón acumulada por ello por el soelbogo Psada en Las Dictaduras Tutela res al través de la Historia.
וח Estos versos son toda la historia que acabamos de confar, ellos nos han hecho ver al través de sus rimas esta preciosa historieta de amor digna de tiempos antiguos, do aquellos tempos en que se celebraban las guerras por amos a las princesas.
conoce He aquilos versos: Letanía a Anita Anita. se llama Anita ella. se enam. ro de un tico con todo el fuego de su amor. Los días transcurrieron ale gres. Las promesas se prodigaron de una y otra parte. y por sobre las fronteras de aquel país panameño y el nuestro, se unieron dos corazones en el santo lazo d:l cariño que todo lo borra y que todo lo olvida con tal de imperar y de ser.
Probablemente no supieron de dónde procedian ni cuá era su respectiva patria. Se amaron y eso es todo. Rome y Julieta vencieron el odio de dos familias para amarse enteramente. El amor es así. El amor no sabe más que de cuestión de corazones; pero ignora la existencia del odio, de las fronteras, de las diplomacias, de las guerras, de todo aquello que no sea suspiros, y besos, y minutos intensos, y perfumes ce labios lego de miradas hondas.
Se amaron. Panamá. Costa Rica? Palabras sin sentido para dos seres que se quieren. Palabras nuecas, acaso odiosas, acaso disonantes para los oídos que no quieren oin más que el murmullo de las voces de amor, de las voces encantadas que suenan tan dulcemente en los oídos de alm.
Pasaron los dias. La dicha revoloteaba en torno de lo enamorada pareja. Ellos no estuvieron pendientes más que del latir de sus unísonos corazones, mientras allá en Panamá un poeta enamorado también de Anita esperaba el retorno de su amor, con espera franca, sin miedos ni desconfianzas, seguro de que allí ella pasaría acaso odiada, acaso despreciada, inadvertida siempre, insignificante a los ojos de los costarricenses que verían en ella a una enemiga, a una terrible enemiga de la Patria.
En el álbum de al regresar de Costa Rica.
Anita: el lamento de esta letania en que ahora te canto, yo lo escribiría no con tiernos versos. con gotas de Manto. Por qué. Porque un dia te fuiste pronto para Costa Rica y allá te cambiaron, regresaste tica. con el alma llena de fosforería.
Desde allá trajiste el mal de Maria, el mal misterioso que dió a Margarita; yo sé que tú sufres, tus ojos Anita tienen una huella de melancolía.
Coronas enviadas a los funerales de don Félix Castellón Eslá segura. pensaría. allá está segura. Alla sus ojos no sabrán decir lo que me dice a mí. Allá su boca tendrá un rictus de desprecio. Allá su voz será áspera, fuerte como insultante. No la quisiera ver alá. Me parecería otra. de este modo la espera se hacía paciente, sin suspicacias. El enamoado de Panamá pensó en Bol de Sui. aquella francesa de Maupassant que no supo querer nunca a un alemán ni por todo el oro del mundo, ni por todo el amor de un siglo. ni una noche de sueño le quitó la estancia de Anita entre nosotros.
Pero Anita vivía aquí un romance civino. Su corazón se había entregado y el reg eso no parecía acercarse. Mas, un día el regreso a la patria natal se impuso, y dejando lágrimas como estrellas brillantes en nuestro cielo y dejando partículas de su corazón en el camino, Anita se fué.
Yo sé que te empeñas en ver al ausente que lejos te extraña; sé que no estás sola, sé que cuando sueñas desde allá su sombra llega y te acompaña. Por favor, Anita, mira que tu cuita nos desacredita, no hagas esas cosas y recapacita; por tus ojos negros de lumbre maldita, vuelve a ser la de antes, vuelve a ser Anita.
VI Agradezco bastante al se for Tovar el que se haya molestalo en expicarme la superioridad de la cultura interior de un pueblo sobre su civilización material. Lo que ha Widado es explicarme qué siler.
te de cultura cabe dar a un pueblo no civilizado. Le parecer para la América tropical más arvoplado el infundirle el amor a estas discusio.
nes inútiles que dotaria de una red de ferrocarriles o de carreteras de automóvil? La cultura de las América tropical no existe: sólo hay en ella ciertos signos de civilización, que hacen en Feuille ksificar los entre los pueblo SEMI bárbaros. Esos isgnos de divificación, son obras en su mayor parte, por no decir que en su totalidad, de llamados Despo.
tas, cuyos enemigos han sido slempre inets o ankrquicos. Discutir a Estrada Cabrera seria discutir mi conducta. La Historia hablara. Bås tele usted saber dos esas: cuan do subió al Poder, todas las Escue las Públicas. estaban. clausuradas por economía; cuando ha bajado, Tuncionaban cerca de 000. Difundió la Instrucción Primaria como nadie. Enseñó a leer al pueblo que le reemplazó con una Oligarquín de Plutócratas, quienes no han dejado más recuerdo que el cambio con el exterior triplicado, esto es.
la Tiranía del Hambre en nombro de la Libertad.
VII. La función de Lincolo no fué ni más ni menos que la de un Su obra sensata, puedo pie: una Nación nacida sobre océano de sangre. La Libertad de los negros. No sé si el señor Tovar ha viajado por los Estados Unidos; pero no ha de haberlo hecho ni en los vagones do trenes, ni en los departamentos de tranvías destinados para los negros, que sólo lucen los dientes cuando se les habla de Igualdad. Exactamente se van a relr los pueblos cuando se les hable de Libertad en adelante, en vez de hablarles de Justicia. Por tus labios rojos estuches de rosa que inventan el beso, arca milagrosa que a la vez esconde la Muerte y la Vidapor ellos, Anita, por ellos olvida. Anita de Castellón e hijos, Jo hora e hijo, Porfirio Góngora y sé Madrigal e hijas, Eduardo señora, Héctor Quesada Per Fournier y señora, Escuela de Asonal de la Escuela Julia Lang.
plicación alumnas del IV grade Adolfo Osborne y señora, Cols Ramón Herrero y señora gio de Señoritas II Año Frederic Gould y señora, Lo nuel Serrano, señora y fami Is de Piza e hijas, María Terelia, Juana Arburola de Sán Fournier Quirós, Nicolás Pechez, Luis Fournier y señora, Tin y señora, Alejo Aguilar Borancisco María Núñez y seño landi y señora, Federico Góngora. Emplendos del Taller del ra, señora e hija, Enrique Silva Atlántico, Directiva Central de)
y señora, Roberto Alpizar, Viol artido Agrícola, Francisco Cal tor Chaves y familia derón Muñoz, señora e hijas Marcial Alpízar, Salomón Alea Alberto y Pepa Echandi, Evan zar y familia, Felipe Herrero relista Castellón, señora e hijos y señora, Ricardo Mora Gon Personal de la Escuela de Apli zalo y Margarita Sáenz, Oscar cación, Eduardo Carrillo y seño Montealegre y señora, Victor ra, Pablo Brenes, señora y fa Quesada y familia. Mariana milia, Alfredo Chaves y se Mercedes Alvarez, Esther de fora, Santiago Sabatino, señora Slézerville, Marcos León y se e hijo, Roberto Ortiz y señora fora, María Pinto y, de MonteaMax, Vander Laat y Sra. Juan legre, Angela Acuña, Rosario Fuentes Soto, señora y familia Floripe, Joaquín Llinas y seño Mr. and Mrs. Smith, Por ra. Cristina de Raabe e hija, firio Morera y señora, Luis Hermann Carmiol y Soledad de Sáenz y señora, Mr. and Mrs Carmiol, Mateo Fournier y se Francis Lynch and Lora, Rogelio Flores Castro, se daughters, Alfonso Salazar y seniora.
Dictad.
De nuevo las promesas se centuplicaron y se juraron que la distancia no sería nunca el motivo del olvido como aseguran los poetas. De él no sabemos nada. El es para nosotros tan desconocido como esta encantadora Anita; pero suponemos que habrá sido fiel a sus promesas. Ella, al menos, lo ha sido muy valientemente.
Cuando de nuevo estuvo entre los suyos, cuando a su ventana llegó el galán de allá a celebrar el regreso con regocijo infinito, se encontró con que Anita había regresado enteramente cambiada, sin inspiración, fría como el mármol, como se hubiera muerto aquí para ir allá a renacer en una vida sin espiritualidad. Por la patria fiera que lavó con sangre la mancha extranjera cuando el enemigo envuelto en las sombras cruzó la frontera. Por nuestra bandera olvida tu cuita, no hagas más locuras y recapacita, por la sangre roja de Armuelles y Zurita vuelve a ser la de antes, vuelve a ser Anita. Una mano fría que se tiende sin pasión, con displicencia. Unos ojos entristecidos y sin brillo que miran por no dejar de ver las cosas. Una boca que no sonríe, una alma que se apaga.
OCTAVIO FABREGA.
JOSE SANTOS CHOCANO.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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