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Página LA TRIBUNA Jueves 10 de Julio de 1924 HECHOS Y COMENTARIOS LECTURA DE LOS JUEVES gados aceptan la defensa con razón o sin ella.
El principio de la duda les deja abierta la puerta de la impunidad y el delincuente pronto consigue su libertad más amplia que antes.
Garantizado por la autoridad, ya puede dedicarse a cometer nuevos delitos, sin peligro.
Para un nuevo delito habrá un nuevo abogado y una nueva excarcelación y una nueva garantía de la libertad. Nadie puede ser condenado dicen los señores licenciados en derecho sin haber antes sido oído vencido en juicio. Otras razones de principios jurídicos y morales entran en juego; pero es lo cierto que la sanción no existe y que los funcionarios de policía, ante la ineficacia de sus trabajos y de su actividad, para nuevos casos pierden interés y hasta pierden voluntad de cumplir con su deber. Es indudable que tiene que haber ataque y defensa. La libertad de un individuo es sagrada y mientras no haya una prueba real y verdadera, no se puede privar de ella aningún mortal. Pero también hay que convenir en que los presuntos delincuentes de hechos casi probados, permanecen durante la probanza definitiva en una libertad absoluta e incontrolada, la ley autoriza, impulsa a esos individuos a cometer nuevos delitos. Antes tenían ellos el miedo natural de caer en manos de la autoridad; pero una vez sueltos por ésta, indefinidamente, no tendrán más que la preocupación de aprovechar del mejor modo posible el tiempo que ellos calculen permanecer libres. El provecho de ese tiempo que les queda será sin duda en perjuicio de los demás y en perjuicio sobre todo de la moral, porque el ejemplo cundirá y cada día la ley y las autoridades pasan a ocupar un término muy secundario en la sanción social.
Creemos, pues, conveniente que se reconsideren también estas disposiciones. Es de absoluta necesidad que haya algún temor para el delincuente, un freno para los malhechores.
Comprendemos bien que los conflictos ideológicos sobre penas y delitos son muchos.
Es antigua preocupación del mundo; pero hoy día en las ciudades más avanzadas en esta clase de problemas, han llegado a comprender que las leyes no pueden ser tan generales para una diversidad tan manifiesta de los espíritus y de los hombres. De donde se aplica para cada caso un procedimiento distinto.
Ojalá que a los señores diputados y con ellos a los señores abogados, interese este serio problema. No podemos creer que unos y otros crean que en Costa Rica estamos en posesión absoluta de la verdad y que nada nos queda por discutir, ni nada que merezca la pena de nuevos estudios y de nuevos criterios.
El asunto a que nos referimos es de trascendental importancia, pues, como dejamos dicho, los casos se repiten muy a menu y día a día toma proporciones la delincuencia en Costa Rica. ܩܢ CAN Sin rival para lavar artículos de seda, los encajes, las lanas y todo tejido fino.
LUX De nuevo los incendios están a la orden del dia. Siguen siendo la piedra de escándalo. Decir que esta práctica es inmoral sería repetir el comentario que LA SANCION hace todo el mundo con oLOS INCENDIOS casión de cada incendio, Pero ya no se trata de saber si incendiar es una buena o mala costumbre. Se trata de que siendo mala y espernible, toma cada día proporciones enormes. Ya casi no hay madrugada que no seamos sorprendidos por el siniestro de estos, sistemático, hasta en la hora y hasta en la forma, como si se tratara de una industria nacional Nosotros podríamos arremeter de nuevo contra la industria y hacer violentas frases que nos merezcan el aplauso muy sincero de nues.
tros lectores; pero con ello no vamos a ninguna parte, ni conseguimos nuestro objeto, ni el país mejora sus condiciones morales en este ramo comercial. Los incendios existen porque ens un negocio y ese negocio no está debidamente controlado por las leyes de la República. Conviene, pues, si se quiere impedir que cada día registremos nuey sucesos de esta clase, ir en contra de nuestros legisladoYes. El Congreso está reunido. El Congress puede en este instante, sin miramientos ni consideraciones, por decoro del país, reformar las leyes de seguros de incendio y refornar también las leyes para los delincuentes. Hasta ahora hemos legislado tomando en cuenta que ios incendios son un negocio posible y hacedero, sin riesgos y con ringües garancias.
De allí la frecuencia y hasta la reincidencia.
Po si consideramos que incendiar es un mal, a práctica inalsana, algo indigna de hombres por lo que tiene de peligroso y de destructivo y de facilidad para el logro, entonces, las leyes que se dicten sobre esto serán más previsoras y pondrán en serios aprietos a los que por razones de economía preferen hacer en una noche lo que a un honrado trabajador cuesta muchos años y quizás toda una vida.
La sociedad puede también tener su parte en la sanción. El comercio y el capital honorable también la deben de tener. Si las leyes no están debidamente hechas, si no son suficientes a impedir que se cometan los delitos premeditados, entonces, que la sociedad y el comercio y la banca castiguen a los impúdicos como se castiga a los quebrados fraudulentamente o a los que malversan los fondos ajenos, o a los que, en la sombra de la noche, escalan un edincio para robar. El incendiario no tiene siquiera la disculpa de la pasión. No hay crimen ni más frío ni más espantoso que el incendio. En él concurren todas las agravantes del asesinato alevoso y ninguna atenuante del espíritu. Es el crimen por el logro, el crimen sin medida, nadie sabe qué puede resultar de un incendio. Nadie puede medir sus consecuencias.
Pero la costumbre nos está haciendo in diferentes ante los que cometen tales delitos.
No andamos lejos de la verdad si aseguramos que dentro de poco, una patente de buen ciudadano y de buen comerciante y de buen lono, será el haber incendiado cuando menos una vez en la vida. esto, no puede ser así.
Se rebela un poco el espíritu de la justicia.
Sería tomar el criterio de Tomás de Quincy; el crimen, puesto que existe, saquemos de él el mejor partido posible. Pero nosotros creemos lo contrario y pedimos una vez más que si hay mano criminal en los incendios, esa mano debe de alejarse del contacto de los demás hombres como la de un leproso. La mano que quema, puede llegar muy hondo cuando asesta la puñalada de su inmoralidad en el espíritu de sus semejantes.
LUX Para el lavado de ropas dziudas YON MINUS LO XLX 26 Los señores diputados, por razones de política, han convenido en que hay que prorrogar las sesiones ordinarias hasta agotar los noventa días de que ha SE PRORROGAN bla la Constitución. Eso sí, LAS SESIONES no será ni un día más por la natural impedimenta del mandato; pero tampoco será un día menos por el deseo de los señores diputados. No entramos nosotros a considerar si los señores diputados tienen razones políticas suficientes o no para prorrogar las sesiones. Cuestiones son LEVER BROTHERO LIMITED éstas de la intimidad los partidos, que inPort Sunlight, Inglaterra.
GOLO BEM feresan muy poco al público. Lo que sí es necesario hacer saber a los señores diputados es que el público espera que esta prórroga no sea un pretexto para cobrar la dieta, sino un motivo para trabajar activamente. Sabemos que en la Cámara hay una enorme cantidad de asuntos de gran importancia nacional, dormidos desde hace mucho tiempo. Nada de eso preocupa a los diputados. Allí se da preferencia a los asuntos fáciles, a aquellos que por su naturaleza política, están definidos de antemano. Es indispensable que cambie de modo de ser la naturaleza de la Cámara. Se debe principiar por decir a los señores diputados que las horas que trabajan son demasiado pocas. Entran en sesión a las tres de la tarde casi siempre pasadas. Salen de la sesión antes de las cinco. Si son sesenta sesiones, quiere decir que son 120 horas de trabajo las que cuestan al país tanto dinero. Si siquiera trabajaran cuatro horas diarias, no tendríamos necesidad de esa prórroga que se ha acordado en estos días. El sueldo de los señores diputados es suficiente para que los de provincia pucdan almorzar en San José. De ese modo las sesiones principarían a la una de la tarde y terminarían a las cinco, con gran provecho AR ROASTED ONE del Estado y de los asuntos públicos. Pero en fin eso es ya imposible. Está establecido que un diputado no puede trabajar más de dos hoOzó Ud. de esa salud perfecta que transforma en ras al día. No se puede ir contra la costumbre. Pero al menos que estas dos horas sean ROYAL efectivamente de trabajo. Repetimos que hay Todo padre está en la obligación de aprovechar los últimos adelantos de diversos asuntos de importancia manifiesta pala ciencia. Cuando juegan, los niños gastan energia. Durante el crecimiento, la Naturaleza tiene para ellos muchas exigencias. Sus pequeños cerera el país, tales como la ley de accidentes, bros sufren la fatiga del estudio disciplinado. es preciso que sus alimentos proyectos de industrias nuevas, reconstrucción contengan la nutrición necesaria para satisfacer exigencias tales.
de edificios y otras muchas. Como son asunLos médicos le dirán que Avena Corbata es incomparable como alimento tos en que poco puede hacer en favor o en para los niños: contiene los 16 elementos nutritivos necesarios para la salud Compre contra el ser del bloque echandista o jimenoy el desarrollo Avena Corbata yolista, se apartan a ua lado y no se pasnn ni Avena Corbata suministrará dos veces más energia que la carne y ay más elementos de desarrollo para la estructura ósea que el arroz.
Hoy se estudian. Lo único que se quiere en la Cámara son esos otros asuntos que se resuelven Lo que más les gusta a los niños es el sabor agradable de Avena Corbata.
por sí solos. Esos asuntos que no tienen más Désela Ud. en potaje, o como sopa.
razonamiento el ser de un grupo o del otro y que se ganan o se pierden según haya éstos o aquéllos diputados en la Cámara.
No se justifica así el interés de prorrogar las sesiones ordinarias. Se justifica trabajando, exigiendo al Poder Ejecutivo que presente sus problemas económicos y administrativos si los tiene y resolverlos pronto. Las Ereinta sesiones más que valgan por toda la Agentes para Costa Rica: ARTHUR SAVAGE Co. Ltd.
legislatura, ya que las que han pasado valen para nada.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica. 16. Fue dichosa su niñez?
wo TO Dec Por correlación de ideas se nos viene a la memoria otro mal proveniente de nuestras leyes. Se trata de la incompatibilidad entre las autoridades de policía y LA POLICIA las autoridades judiciales, LA JUSTICIA Sabemos que hoy, cualquier autoridad del Poder Ejecutiro puede perseguir a un delincuente, dar con ál, encarcelarlo y hasta ponerse un galardón con ello, pues cumple así estrictamente sus obligaciones. Hasta allí se cree que el mal se está cortando. Pero no sucede así. Las leyou admiten el subterfugio. Los señores aboAvena Corbata
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