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powerf naman Dan rawo factor fondos PAGINA LITERARIA DEL DOMINGO Blo త త Remoriamson viour అహల త El Miedo La Muerte de Sancho Panza le y hoy a quien muestras de Una Enquete se hablaba por supuesto de mujereLCIONAL Homenaje of 07 Ese largo y angustioso escalo gelio y comunicaba con la bibli. la silenciosa oscuridad de la capi Una semana hacia que la buena frio que parece mensajero de la teca. La capilla era humeda, tenella, hondos, tristes y augustos, co con una basta, y si es mala, con, ojos, les habló de esta guisa: de Teresa miraba con dolor que a una sobra. Yo he vivido mi vida Grande es la bondad de Dios muerte, el verdadero escalofrio del brosa, resonante. Sobre el retablomo un eco de la Pasión. Yo me su marido Sancho Panza se le lle como un buen cristiano; he sido al permitir que, en la hora de mi Del miedo, sólo lo he sentido una vez. campeaba el escudo concedido por adormecia en la tribuna. Las nl gaba el fin de los suyos, simple, pero Fué hace muchos años, bien intencionado; muerte, vea junto a mi a los que en aquel ejecutorias de los reyes católicos ñas fueron a sentarse en las gra Con cristiana resignación, espe rústico, sin ser grosero; a nadie son el fruto y la continuación bermoso tiempo de los mayorazgos, al señor de Bradomín, Pedro Aguidas del altar; sus vestidos eran raba el fiel escudero la llegada de he hecho mal, he amado la paz, mi vida. juzgar por vuestro to cuando se hacia información de no lar de Tor, llamado el chivo y tam albos como el lino de los paños esa espantable mensajera, que llai y salgo del mundo, como llegué a número, incontables han de ser blexa para ser militar. Yo acababa bien el Viejo, aquel caballero es litúrgicos. Ya sólo distingui una maron muerte y a veces. cuan él. ni pierdo ni gano. El único mis descendientes en este mundo, de obtener los cordones de caballe taba enterrado a la derecha del sombra que rezaba bajo la lámpa do notaba muestras de tristeza en pesar que me llevo a la otra vida en los siglos futuros. Llevad mi To cadete. Hubiera preferido en altar; el sepulcro tenía la estatua ra del presbiterio: era mi madre, su mujer, solía consolarla, ponien es el de haber dado lugar a que nombre como lo he llevado yo: trar en la guardia de la real per orante de un guerrero. La lámpa que sostenía entre sus manos un do algunas concertadas razones, me llamaran loco, por haber segui orgullo en el infortunio, con moEnd sona, pero mi madre se oponía; y ra del presbiterio alumbra dia y libro abierto y leía con la cabeza entre la sarta de sus refranes. do a Don Quijote en sus cabalerias, destia en la bienandanza y honrasiguiendo la tradición familiar, noche ante el retablo, labrado inclinada. De tarde en tarde, el No ves, mujer deciala De nada tiene que arrepentir damente siempre. Descendéis fui ganadero en el regimiento del como Joyel de reyes; log aureos viento mecía la cortina de un al que Dios, Nuestro Señor, así como se el buen Sancho dijo el bach! uno que ha sido jefe de hombres; Do rey. No recuerdo con certeza los racimos de la vid evangélica pa to ventanal, yo, entonces, vefa en puso el sol en los cielos, para liler pues aunque es cierto que de uno cuyo nombre repiten las años que hace, pero entonces ape recían ofrecerse cargados de fru el cielo, ya oscuro, la faz de la lu brar a los hombres de la obscuri algunos malcontentos le llamen historias. Acordaos de que los nas me apuntaba el bozo, to. El santo tutelar era aquel pia na pálida y sobrenatural, como u dad, hizo la muerte para librarles goloso, rústico y hablador, los más méritos no están en poderlos llevar ando cerca de ser un viejo caduco. doso rey mago que ofreció mirra na diosa que tiene su altar en los de los males de la vida? no de convienen en que ha sido espejo sino en saberlos llevar. Servid 109 Antes de entrar en el regimien al Niño de Dios: su túnica de sebosques y en los lagos.
bes afligirte, pues hoy por mí y de escuderos fieles; honrado en propósitos de aquellos que creáis to, mi madre quiso echarme suda, bordada de oro, brillaba con Mi madre cerro el libro dando mañana por ti; la muerte, como sus actos y donoso en sus pala que piensan bien, pues el imitar a dari bendición. La pobre señora vivir el resplandor devoto de un mila un suspiro, y de nuevo llamó a la marea, a nadie espera. Aunque bras, Grande renomore di6 tulos buenos, es propio de los dis.
eds retirada en el fondo de una aldea, gro oriental. La luz de la lámpa las nifas. Vi pasar sus sombras, buenos azotes me costara, buen go amo, no sólo a todas las Españas, cretos. Aunque no tengáis cabeza fo donde estaban nuestro pazo sola ra entre las cadenas de la plata, blancas a través del presbiterio y bierno tuve y no de un pequeño sino hasta a estas tierras de la para hacer grandes cosas, podéis riego, y allá fui sumiso y obedien tenía tímido aleteo de pájaro pri columbré que se arrodMaban a los estado, sino de grande y verdaders Mancha; y. qué hubiera podido hacer que vuestros corazones aprete. La misma tarde que llegue, sionero, como si se afanase por lados de mi madre. La luz de la insula. Mis ojos han visto lo que hacer el solo, sin la ayuda de tu cien las buenas, y que las imiten; mandó buscar al prior de Brande volar hacia el Santo.
lámpara temblaba con un débil jamás otros ojos vieran. He visto, digcreción y de tu persona? si no podéis hacer el bien por vobíame adormecido, y de pronto me Mi madre quiso que fuesen sus resplandor sobre las manos, que en aquella venta encantada a so para que viniese a confesarme manos las que dejasen aquell Sancho, hacia rato, daba claras sotros mismos, no estorbéis a quo volvían a sostener abierto el mi señor don Quijote, ir empeorando; así lo hagan los demás. Poned vuestra en la capilla del pazo. Mis herma tarde a los pies del Rey Mago los bro. En el silencio la voz leia pla Dios dé gloria, trabarse en deecoes que, a no estorbárselo su alien voluntad al servicio de las obras dosa y lenta. Las niñas escuchanas Maria Isabel y María Fernan floreros cargados de rosas, como munal batalla con un grandísimo to, que se iba acortando por mo o las intenciones generosas de los da, que eran unas niñas, bajaronofrenda de su alma devota. De ban, y adiviné sus cabelleras suelgigante y partirlo por el medio, mentos, hubiera replicado al ba que piensen mejor que vosotros, y a coger rosas al jardín, y mi ma pués, acompañada de mis herma tas sobre la albura del ropaje y como si hubiese sido un corderia la Beréis tan dignos de alabanza codre llenó con ellas los floreros nas, se arrodilló ante el altar. Yo cayendo a los lados del chiller. Viendo ya de cerca rostro lio; he visto princesas tornarse, del altar. Después me llamó en desde la tribuna solamente oia e iguales, tristes y nazarenas. Hamuerte, rõgó a Teresa que llama mo ellos. Ya que os hablo de la mal de su grado, en desaliñadas voz baja para darme un devocio. murmullo de su voz que gulabs sobresaltaron los gritos de ra a sus nietecillos, que alli cer voluntad, no olvidéis que ésta es mis labradoras y he visto.
ca se hallaban narlo y decirme que hiciese exa moribunda las Avemarías; pero hermanas Mire y las y en medio y pidió a los como las aguas de un río; si no3. Mucho, Sancho amigo, te men de conciencia.
circunstantes que lo del presbiterio abrazadas a mi ma queda por ver!
dejasen solo dejamos arrastrar por ellas, nos cuando a las niñas les tocaba res.
Si no, diganlo Vete a la tribuna, hijo mío.
De ponder: oía todas las palabrag ridre. Gritaban con ellos, pues deseaba hablarles lunden y nos pierden; si les abridespavoridas. MI nuestros nietos, los hijos de Mari Auli estarás mejor. La tribina, tuales de la oración. La tarde ago madre las asió de la mano y huCuando éstos hubieron entrado Sancha y los de Sanchico, que ya mos canales y las llevamos a los señorial estaba al lado del Evan nizaba, y los rezos resonaban en yaron las tres. Baje presuroso.
eu silencio y rodeado el lecho, in sembrados, nos dan la vida, la ale hacen de cuentas que su agüelo.
Iba a seguirlas, y quedé sobreco algún día, ha de encontrar otra corporóse Sancho trabajosamente gría y el bienestar. Llevad vuesgido, de terror: en el sepulcro del Insula, más estable, que dejalles.
y con débil voz y lágrimas en los Pasa a la página dez guerrero se entrechocaban los hur. Dios. Nuestro Señor, los ll.
sos del esqueleto. Los cabellos se bre de insulas. interrumpió erizaron en mi frente. La capilla Sancho en este punto. Por venhabía quedado en el mayor sl en tura no to basta mi experiencia cio, y ofase distintamente el hue con aquel escomulgado dotor ReEn reunión de solteros co y medroso rodar de la calavecio y con todos aquellos revoluciora sobre su almohada de piedra. nados insulanog? Necio fuí al aceTuve mledo, como no lo he tenien términos a veces lisonjeros, tar la propuesta de mi sefior don do jamás, pero no quise que mi Quijote, de irnos buscando avenPara el culto caballero don Félix Noriega, otras veces severos, madre y mis hermanas me creye turas por el mundo. Bien se está Cónsul de Colombia en Costa Rica.
y en total, un sin fin de pareceres sen cobarde, y permanecí inmóvil San Pedro en Roma y bien nos esAlgún quidam su idea manifiesta en medio del presbiterio, con loa tabamos el Rucio y yo aquí en el de iniciar una encuesta, ojos fios en la puerta entreabler pueblo, en vez de Ir a pasar dias ta. La luz de la lámpara oscilaba.
Hoy, 20 de julio, conmemora Colombia la bri(no asombre la palabra que no es propia COSTA RU con hambre, noches en vela y me.
En lo alto mecfare la cortina de ges de desventuras. qué neceeillante efeméride de su independencia.
y sí mísera copia. ol un ventanal y las nubes pasaban dad teniamos, el Ruelo y yo, de ar Colombia! La gran Colombia, cuna de héroes ello fue así, con prontitud y esmero sobre la luna y las estrellas se endar caluniados en esas historias que y valientes soldados; emporio envidiable de riqueun poeta dio el tema: cendian y se apagaban como nues dicen que escribió um moro encan. za, tierra privilegiada de belleza y cultura incomtras vidas. De pronto. Carácter femenil. Qué es lo primero, alla lejos, tador?
co resonó festivo ladrar de perros y parables, está hoy de gala; y altiva, con esa altivez el alma, la materia. o el dinero. buen seguro que Sancho humúsica de cascabeles. Una voz gra biera proseguido en sus lamentaciodigna, propia sólo de los genios que coronan la al時 del placer. e la virtud. Ecco il problema ve y ecleslástica llamab nes, si en ese momento no hubiese tura de la gloria, ostenta su bandera cuyos colores actuó de urna una galera verde Aquí, Carabel! Aquf, Capit. acertado a entrar en el cuarto, el son un motivo de legitimo orgullo para los colomque si la ve un cuadrúpedo, la muerde.
menor de los hijos de Mari SanEra el prior de Bandeso que lle cha todo azorado y con la color bianos, raza fuerte, inteligente, emprendedra y te12 naz que ha sabido conservar como glorioso legado, gaba para confesarme. Después of encendida de puro agitado. con ar Sendos minutos se escribió; y al rato la voz de mi madre trémula, y la noticia de que el señor cura, el las enseñanzas de sus ilustres antepasados resumiénreunidos en la urna los papeles, asustada, y percibí distintamente barbero y el bach Uler Sansón Cadolas en este corto, pero elocuente lema que es su uno de ellos pidió el oficio ingrato la carrera retozona de los perros. rrasco, estaban a la puerta, espe divisa: PATRIA, LIBERTAD TRABAJO!
de leer aquel cúmulo de fieles La voz grave y eclesiástica se ele rando saber cómo iba de salud el El pabellón colombiano es un símbolo. Se impoy hombrunas opiniones.
vaba lentamente, como un canto abuelo.
ne por si sólo; es una águila tricolor que bate airosa entpezaron a leerse los renglones, gregoriano.
Disponíase Teresa a recibir los Ahora veremos que ha sido las potentes alas en la elevada y libre cumbre de sus visitantes, cuando aparecieron és ¡Qué de cosas, gran Dios. Cuánta malicia!
ello. Cosa del otro mundo no lo tos a la puerta del cuarto.
wontes. Cuánta frase de equívoco sentido!
es, seguramente. Aquí, Cara ¿Cómo váls, Sancho amigo. AMARILLO: Cuánto oro en tus entrañas, oh Por aquí una injusticia, bel. Aquí, Capitan. preguntó el cura.
Colombia! Te bastas por sí solo, y el dorado metal y por allá un elogio merecido. el prior de Brandeso, prece. Más aprlesa de lo que yo que de tí emana como fuente inagotable, se convierdido de sus lebreles, apareció en quisiera, pero creo que tarda muy Quien pregona riquezas; quien, sincero, te en obras progresistas que te llevan en poderoso la puerta de la capilla: sólo busca virtud y no dinero.
poco el fin desta mi última aven ¿Qué sucede, señor granadero tura. Grande honor me hacen las vuelo triunfal hacia adelante.
Total: las opiniones divididas; vuestras mercedes, viniendo a in AZUL: Así es siempre tu cielo, Columbia. Tu cieen serio algunas y en chacota varias Yo repuse con la voz ahogada: formarse del estado de este peca lo límpido y sereno, eterno enamorado de los gransei Señor prior, he o:do temblor dor; que ya no lo será por muchos des ríos que cual anchas cintas de plata se deslitontas y estrafalarias.
el esqueleto dentro del gepulcro. días en este mundo DI prior atraves6 lentamente la zan voluptuosamente por tu suelo fecundando la férQuedó una sola y al leerla, presto. Deese el buen Sancho de capllia: era un hombre arrogante decir tales cosas. interrumpio til y, exuberante verdura de tus campos.
cesaron ruidos y callaron bocas; y erguido; en sus afios Juveniles Maese Nicolás. vea de mejorarROJO: Al restañar amorosa la ardiente sangre púsola el buen lector de manifiesto también había sido granadero de so y Dios le deparará larga vida que tus soldados vertieran gustosos en los campos y en carcajadas locas rey; llegó hasta mi, sin recoger el y buena suerte del honor, se enrojeció tu escudo, oh Colombia! Tue estalló la reunión. Era un fulano, vuelo de sus hábitos blancos, y. Deeſa una mi agüela, sefor firmándome sus manos en el hom barbero, que la muerte llega más tu solicitud maternal y los labios de tus nobles gueesposo de una dama modernista, aro y mirándome a la faz descolo apresa que in suerte, y debe ser rreros rojas y entreabiertas heridas los que dejadoctora, literata, polemista, ida, pronunció gravemente: verdad, pues yo he pasado mi vi. ron impreso en tu pabellón ese ósculo sangriento, al y loca de verano. Que nunca pueda decir da esperando la fortuna y jamás escaparse el último suspiro de tus pechos, estrechánEl buen hombre, doliéndole la llaga, prior de Brandeso que ha visto la he visto el rostro, mientras dote ansiosamente sobre el corazón como único trosul modo de pensar trazó sin mengua: temblar a un granadero del rey!
que, sin haber deseado ver lo No levantó la mano de mi hom feo de alorin.
not a muerte, la tengo agora aqui, bien bro y permanecimos inmóviles, con Salve, Colombia. Salve!
junto deste lecho. por lo que ht cuando no tiene lengua!
templándonos sin bablar. En a up race a vivir más añop, diré a vuer quel slloncio olmos rodar la cala tras morcedes, quo wa Yez lec JUAN JOSE DELMONTE vera del guerrero. La mano del dcetr a un predicador, que la vida Pasa a la peglan al es como mujer: s1 es buena, BIBL tán. cómo Iba de del rey?
919 ;La mujer sólo halaga Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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