1924 EDICION NACIONAL DE LA TRIBUNA Página 47 EL SOLDADO DESCONOCIDO DE COSTA RICA DISCURSO pronunciado al entregar, en nombre de la Provincia de Alajuela, los restos del General Guardia DISCURSO pronunciado al entregar, en nombre de la Provincia de Alajuela, los restos del General Guardia El soldado desconocido, el Juan Soldado que un día dejó casa maba parte del cuerpo militar que, en nombre de la República, iba a y cariños para irse a batir por la patria, y en una batalla, ebrio tomar posesión de los territorios rescatados.
y delirante, cayó para siempre, acribillado a balazos, es, por exce Fue una tarde lluviosa y sombría de setiembre de 1921. Aun lencia, el más grande de los héroes de la lucha. Fervientes y pia.
dosas, las naciones que tanto batallaron y tanto sufrieron en la siento vibrar en mis nervios la impresión que me produjo el acto de ver izar la bandera tricolor en Pueblo Nuevo, en el sitio mismo donultima guerra, cuando ya el humo denso de las batallas se disipo de los jefes enemigos trazaron el plan de emboscada para sorprender y en el confin lejano naufragaron los últimos ecos del cañoneo, se nuestras confiadas lanchas llenas de soldados. En medio del cuadro reunieron al pie de sus recuerdos, hechos de dolor, de sufri.
miento y de heroismo, y de todos los pechos salió la palaformado por la tropa que presentaba las armas, mientras los oficiales bra llena de gratitud y de más conmovidos que gallardos llevábamos la mano a los fieltros en recuerdo para el sacrificado, um saludo a los colores de la parn el que, generoso y desinpatria, que lenta y majestuosateresado, dió su vida por los mente iban subiendo en el máscolores del pabellón nacional.
til, mientras que la calma monDespués del frenético combate, tañesa era desgarrada por el Señores: sobre el campo desolado que aureo sonar de los clarines que daban, en centenares o en mitocaban sus toques de honor, Ahi tenéis el cadáver del Ilustre les, los cuerpos de los heroicos yo pensaba en las tumbas que General Guardia; ahí está el de muertos; el capellán decía un allí cerca estaban, en las tumpósito venerable que la Provincia responso sobre aquel monton bas que hacía un momento acade Alajuela me confio para entre de carne deshecha, sobre aquebábamos de encontrar, y sentín gárosio.
llos cuerpos destrozados, y los que los muertos allí tendidos, Miradle al través del vidrio que soldados, que mañana podrían los soldados que con una chiscubre su urna cinerarla: su ros ser de otro montón igual, orapa encendida en el pecho cotro está rígido, su voz no alienta ban silenciosamente, empañarrieron a sellar con sangre las ya, su pupila está apagada.
dos de lágrimas los ojos, por lindes holladas de la patria, El grande hombre ha muerto; los compañeros inmolados a la recibían el homenaje de aquela luz de su vida se ha extingui ciega y cruel furia. Luego los llos compañeros suyos que les do; pero otra luz más viva, luz enterradores, en legiones, cumpresentaban las armas, de aqueperdurable, alumbra su sepulcro: plían su triste oficio ¿Quiénes lla diana marcial y sonora que la aureola de la gloria lo circu eran aquellos muertos que en salía de las cornetas de voz de ye; y aquel que la conquistó pa montón se enterraban. De oro, de aquellas espadas desnura la patria hace la suya impere. dónde venían. Cuáles eran sus das que reflejaban en su acero cedera, porque las glorias nacio nombres? La lucha no dejaba espejeante las últimas luces del tiempo para hacer averiguacioMonumento a los héroes de Coto nales nunca mueren.
ocaso, de aquellos tres colores mi me ha tocado en suerte la nes. El cañoneo cercano anunbenditos que les sirvieron de honra de traéroslo; pero honra ciaba que el pastor y los enterradores se necesitarian pronto en mortaja y que el libre viento de los confines de la patria iba infortunada es ésta, honra tristi otro lugar del frente infernal.
hinchando y desplegando bajo el cielo.
sima, señores, porque no tengo el Hasta nosotros, en ma ráfaga de tragedia, llegó el soplo be Aili, a la vera del rio, cuyas aguas achocolatadas discurren soderecho de hacer enmudecer mi licoso. Una mañana Costa Rica entera, plida de entusiasmo, corrio noras, tras las trincheras que aun vimos abiertas y que sirvieron a VOZ para dar vado en silencio a a las armas. Fue la lucha con Panamá. Breves días de dolor, de los emboscados para matar a mansalya están las tumbas de los que mi propio duelo; no tengo ese esperanza y de congoja. Lucio, por fortuna muy pronto, el arco Iris generosos se inmolaron vivando a Costa Rica. Allí están nuestros derecho, porque ella debe sinte.
simbólico. Pero allá, en el confin mismo del país, sobre la zona soldados desconocidos que con la muerte se transfiguraron. Un bel tizar todos los clamores, todos los disputada, a la orilla del trágico rio de la emboscada, quedaron morire tutta una vita onora, dice Leonardo de Vinci. La muerte de sollozos y todo el desconsuelo de mas tumbas.
aquellos héroes cubrió de honor y de glorin su recuerdo y su vida.
un pueblo; porque ella es el eco Por las listas oficiales se sabe quiénes faltaron, cuando al haNi una cruz, ni una lápida, dicen al que pasa por aquellas vibede un inmenso lamento de amarcer el recuento de los que volvían, hubo nombres a cuyo llamado ras montañosas que allí reposan los héroes que nos dieron fronteno hubo quien respondiera: presente!
ras y que hicieron respetar el derecho de Costa Rica.
gura.
Yo no os diré por qué; yo no ¿Dónde está cada uno de los caídos? Nadie lo sabe. Un informe Una cruz sí tienen: en las claras noches, sobre cielo, hecha montón de tierra, cerca del río, en el recodo que este for na al lle como de vivos diamantes, la Cruz del Sur vela su suelo de gloria os diré la causa: ese pueblo no gar a Pueblo Nuevo de Coto, marca el sitio donde fueron enterrnУ de eternidad. en las páginas de oro de la Historia Nacional, su quiere hacer aquí el recuento de Bus pesares en el catálogo inaca.
dos los soldados heroicos, que cayeron batallando por la patria sacrificio serí perpetuado por unas cuantas palabras que digan la Seis meses después de su sacrificio yo visits aquellos lugares. Forbable de su gratitud: que hoy no bella acción en que se apagaron sus vidas.
es día de detalles, sino de un EL HUSAR BLANCO conjunto, de un caudal de pena incalculable; porque hoy es, sefiores, un día de solemne pésame corona de Inmarcesibles lauroy 080 00000000Ogoed90299000006000 B000 batalla; todo eso, señores, nos para la patria Volved la vista en torno vuestro, está indicando que la muerte del El pueblo de Alajuela os enу egos severos crespones, esos General Guardia no es tan sólo trega los despojos del héroe para graves semblantes de la mucheun suceso doloroso; nos está dique le ayudéis a honrarlos, y os dumbre, esas lágrimas que vierciendo que en estos instantes soconfia la guarda de su memoria: ten los ojos de aquellos que no CARTAGO, COSTA RICA lemnes se ha sepultado una edad, de su memoria, que recuerda to. Baben llorar, de aquellos veteray que la nueva que surge de los do un período de historia nacio nos que vienen consternados a FRENTE AL MERCADO DE GANADO ESTAB, EN 1912 arcanos de lo porvenir, debe minal. No es solamente un grande Surtido permanente de todo objeto de pulpería. Artículos tributar postrer homenaje a su rar a menudo las claras lecciones hombre, no es tan sólo un gue bizarro General, de aquellos que de primera necesidad. Licores nacionales. Loza. Matey los ejemplos vivos que dejan rinles de Zapntería. Drogas, Aceites y Pinturas. Salón vienen a ver desfilar ante sus serrero, ni únicamente un buen bien perflada huella en la edad de Bilinr. Medias finas y ordinarias cludadano, ni un politico eminen. renos pechos, la espada victorioHerramientas, etc.
que se despide.
te, ni un patriota abnegado el que sa y el penacho blanco y las meHondas reflexiones y graves ha muerto; es algo más que esa dallas ganadas en los campos de 300299000090088380wegoen6amoeasonOn9 pensamientos nos ofrece la contemplación de ese cadáver. 15 él se ve cumplida una de las leyes, siempre ineludibles, de la Providencia; una ley con la cual deberiamos estar casi familiarizados, pues que a todos tiene que alcanzarnos y que na die puede infringir. bien, seioTes, yo creo en la Providencia, creo también cierta la predestinación humana. Cuando el vigor de una naturaleza admirablemente privilegiada, cuando la virilidad de un alma me or templada que el acero animaban su cuerpo, bajo ese cráneo y dentro de ese corazón, ahora paralizados y yertos, brotaron dos chispas de sagrado fuego: un gran sentimiento y una gran idea. Quién los puso ahí? Dios; y Dios mismo condensó esas chispas en una sola que invadió todo aquel ser. Creció la llama y los triunfos de la Patria, en Santa Rosa y Rivas, son de ello un testimonio fiel. EL 27 de abril de 1870 fue Genio; y desde entonces acá su acción fecunda disipó tinſeblas, despejó horizontes, descuajo selvas, domen torrentes y majestuosos rfos; y los escuadrones del progreso, con él a su cabeza, alcanzaron la victoria prometida en las playas del Atlántico. Su gloria dejó de ser de un hombre paTa ser de la patria: y la misma mano que le trazo inmortal carrera, con un ligero soplo arrebato su espíritu. Después. la Iglesia reclama el vaso que contiene la mortal ceniza y la historia recoge su nombre para colocarlo en el panteón de la inmortalidad. Señores, todo va a consumarse, inclinemos la frente, que la patria, envuelta en luctuo.
so manto, va a sellar, con el gran diploma de la muerte, el sepulcro del más egregio de sus hijos.
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