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1924 EDICION NACIONAL DE LA TRIBUNA Página LA TRIBUNA El comercio del país, hace cincuenta años era un niño que balbuceaba apenas sus palabras iniciales; hoy es factor activísimo de la vida nacional y su mercado se lo disputan los grandes países de América y Europa.
Goza de merecidos prestigios el comercio de Costa Rica y sus firmas más poderosas tienen amplio crédito y envidiable reputación en las plazas comerciales más importantes del mundo entero.
Trabajador es el comerciante de Costa Rica como trabajador es el agricultor del país y la honradez es sello que prestigia a ambos y que honra a la nación; y por su esfuerzo y su inteligencia, este comercio es rico y de gran actividad. El monto de sus operaciones anuales, que sube a una respetable suma de millones de colones, demuestra su importancia. Las importaciones y exportaciones dan la impresión de la actividad comercial del país, que, dado el número de sus pobladores, alcanza a un alto porcentaje por habitante.
El ramo del comercio en Costa Rica es, pues, de importancia notable y su crédito y fama redundan en honra para la patria.
COSTA RICA Al recibir este número extraordinario, Faltan los brazos y falta el capital: pero apenas si los lectores de LA TRIBUNA se hacia su conquista vamos lenta y seguradarán cuenta exacta de lo que su realización mente. Produce el país casi diez veces lo que significa: tres meses se han invertido en prenecesita: tiene hasta para gastar en superparar la Edición Nacional, durante los cuales, fluidades y apenas si una quinta parte de su y sin desatender ni un momento la diaria pu suelo es el que se cultiva de modo todavía blicación del periódico, hemos tenido que reimperfecto, pudiéndose agregar a esto que doblar los esfuerzos hasta ver cristalizado en lo más feraz y lo más rico, está en estado viruna realidad un proyecto que, dado el am gen, esperando la mano del labriego que venbiente de que disfrutan en nuestro país em ga a convertir la selva espesa, el río y la presas como la que nos propusimos, resulllanura in violada en zonas de producción, en taba, a más de atrevido y peligroso, lleno de vías arterias de la riqueza, en campos verdaobstáculos y dificultades. Dichosamente to deramente fecundos para los hombres y los do se ha ido allanando, y, gracias al buen pueblos. Hay infinitas fuentes de producción nombre de que con justicia puede ufanarse intactas; hay una reserva que es un Eldorado la empresa editorial de LA TRIBUNA, en esperando a sus felices descubridores; hay contramos abiertas todas las puertas a donde para el mundo en Costa Rica una esperanza llamamos en solicitud de apoyo y colabora que la hará un día convertirse en la Meca de ción para nuestra idea.
grandes inmigraciones, que encontrarán Cumple LA TRIBUNA con el deber de aquí lo que otros continentes y otras regiones hacer presente desde estas líneas su agrade no pudieron darles para su sustento ni para cimiento más profundo a todas aquellas per premio de sus actividades.
sonas que de un modo o de otro, desde sus respectivas posiciones en el andamiaje social que forma nuestro edificio de nación, han tenido la gentileza de ayudarla en una tarea que, a nuestro juicio, es de positivo bien general.
En el centro del Nuevo Continente, es el pasadizo que une la América del Norte con la del Sur: tiene costas sobre el Atlántico, el mar de la civilización contemporánea, y sobre el Pacífico, el mar del porvenir, en busca de nueCon verdadera satisfacción cumple La vos horizontes. Posee todas las variedades de Tribuna el compromiso contraído con la soclimas, desde el cálido de las costas, hasta el ciedad costarricense al anunciar la publicafrío de sus alturas y sus mesetas; pródiga, la.
Naturaleza ha hecho su suelo de una fecunción de este número nacional. es mayor esdidad asombrosa, siendo su flora prototipo y ta satisfacción cuando siente que su esfuerresumen de todas las bellezas y todas las riquezo ha respondido a sus deseos y esperanzas, zas tropicales; desde las costas, donde las paly sabe que esta Edición Nacional viene a lle meras agitan sus plumones de rotos quitasoles, nar todos los fines que al iniciarla se propuso.
hasta las alturas de encinares y robledales espesos, o donde es todavía la selva una diosa virgen, Quien hojee estas páginas se dará cuenno hay un sitio en todo su territorio donde la ta exacta de lo que es y de lo que vale el país tierra sea infecunda. Cuántos pueblos del munen los actuales momentos. nosotros, que do, condenados a vivir sobre yermos, se asomhemos tenido que leer desde la primera brarían a la vista de nuestras campiñas lujuriohasta la última de ellas, hemos sido los pri sas, de nuestros valles húmedos, de nuestras meros en disfrutar de una sensación hala selvas tupidas, de nuestras llanuras prolíficas gadora para todo costarricense: la riqueza que pagan, con generosidades apenas comprensibles, el esfuerzo cariñoso de los labradores!
nacional, las posibilidades económicas, agriA esto se une un pueblo de paz, de orden y colas, comerciales, industriales e intelectua de libertades: un pueblo donde apenas si hay les del país dan cuenta de un presente ver problemas y donde todos los conflictos están condaderamente sólido, que es firme base sobre jurados. Un pueblo donde se vive la república la cual la cordura, la paz y el trabajo, virtudes democrática, y donde cada ciudadano es amo de proverbiales de nuestro pueblo, pueden conssu conciencia y de su cuerpo. Donde cada uno, así se mezia su cua en mansión esplendorosa o truir un porvenir venturoso y fabricar la nazca en pobre cabaña, sabe que tiene todos los república ideal de la paz, del trabajo, de la caminos abiertos para llegar a las más altas holgura y de la libertad.
dignidades o a la conquista de las riquezas mateSi los padres pusieron tan sabiamente Tiales con que se premia el esfuerzo. Un pueblo los cimientos del templo nacional, los hijos, con más maestros que soldados, que se gloria de ser el menos analfabeta del continente y donde legítimos herederos de sus virtudes y de su los jefes del estado, como el sol, nacen en la pujanza, no pueden menos que continuar la llanura del horizonte popular para volver a ella obra, impulsando el progreso y acrecentando cuando terminan sus poderes conforme a la las riquezas, afirmando las libertades y crean carta constitucional. Un país donde viven, caso do la conciencia ciudadana de civismo y raro en América, ocho ex presidentes, honrados amor patrio, de suerte que un día sea Costa y respetados por sus conciudadnos.
Rica dueña verdadera de sus destinos y pueCon una tierra así, y con un pueblo así, el porvenir de la Nación está resuelto: y agrandanda llenar el papel a que está llamada en la do y honrando esta libertad y esta democracia, obra universal del bienestar humano.
sin necesidad de buscar normas nuevas de renovaciones o reorganizaciones para importarlas de pueblos esclavos que hacen tanteos por encontrar el camino de la verdad, hemos de llegar, por nuestro esfuerzo bien intencionado, a la república La tierra, madre cariñosa de los pueblos ideal, a la que no llevan ni las revoluciones devastadoras, ni las tiranías afrentosas.
y asiento primordial de las naciones que han El mejor voto que pudiera hacer un costasido y son ejemplares en el mundo, es la fuen rricense es el de pedir al cielo que conserve el este verdadera de la vida nacional.
píritu ordenado a todos sus conciudadanos y les ella debemos cuanto somos y cuanto haga ser cada vez más conscientes de lo que son valemos: asociado su decisivo valor al factor la autonomía, la democracia, la libertad y la trabajo, virtud que por dicha es innata y patria. Cuando todos nos demos cuenta de lo que arraigada en el corazón de nuestro pueblo, eso significa y de los infinitos dones que de ello dimanan, podremos ver de frente y sin miedo el ha construido nuestra nacionalidad, dándole porvenir, porque un pueblo sólo se salva por las relieves que ya son justa y legítima gloria y virtudes de sus hijos.
abriéndole el campo del mañana que es un JOAQUIN VARGAS COTO halagüeño miraje bañado en la luz de venturosa esperanza.
Nadie hace dudas acerca de la cordura proverbial de los costarricenses: su historia de nación sencilla, sobria, asentada sobre las bases de una democracia perfecta, le han valido justos y entusiastas elogios, y es común oírla llamar la Suiza de América en premio de su civismo y buen juicio.
El costarricense ama su hogar, ama su tierra y ama su patria; es sobrio, caballeroso y trabajador; la hospitalidad es otra de las diáfanas virtudes que honran a este pueblo. ni las luchas políticas, que son las que más lo exaltan, llegan a producir esas profundas divisiones que se notan en otras sociedades.
Las luchas de clases apenas si se manifiestan y la tolerancia de cultos es tan amplia que las diferencias religiosas no alcanzarán nunca las proporciones de un problema.
Aparece esta Edición Nacional en los precisos momentos en que la lucha para la sucesión presidencial termina: el de este mes cesaron los poderes que el pueblo, en 1921, otorgó al ciudadano don Julio Acosta García; después de una lucha ardiente fue declarado electo para sucederlo el Lic. don Ricardo Jiménez Oreamuno, quien había ocupado ya tan alto puesto en el cuatrienio de 1910 1914.
LA TRIBUNA envía su saludo respetuoso a ambos ilustres hijos del país, y felicita a los costarricenses por haber dado cima a uno de sus más delicados problemas como es el de la renovación de los poderes públicos.
En las páginas siguientes encontrarán los lectores una información del país en sus varios aspectos y una profusa ilustración fotográfica. El país irá desfilando ante sus ojos y se ha de comprender que si adolece esta publicación de numerosos defectos, algunos de ellos quizá juzgados como capitales, es en cambio un esfuerzos de positivos bienes que ha de contribuir a hacer difuso el conocimiento exacto de la nación.
Antes de cerrar estas líneas el diario LA TRIBUNA hace fervientes votos por la prosperidad de Costa Rica a cuyo servicio ha consagrado todos sus esfuerzos en el ramo periodístico y de cuyo nombre ha de ser, a medida de sus posibilidades, defensora y centinela vigilante.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

    DemocracyPresidentes de Costa RicaRicardo Jiménez Oreamuno
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