Lloyd George estudia la situación de Europa al firmarse el Acuerdo de Londres ¿CUMPLIRA ALEMANIA SIN RECLAMACIONES ULTERIORES?
El ex Primer Ministro británico señala los peligros de conflictos que aún existen Halla el autor que quedan subsistentes los elementos de nuevos conflictos para el porvenir. La generación que vivió en el horror no desea volverlo a experimentar; pero la nueva generación que llega nada conoce de los terrores y privaciones de la gran guerra. No cree que Alemania cumpla ei plan de los peritos sin reclamar su revisión Si los prusianos hubiesen permanecido durante quince años, después de Waterloo, en territorio francés, la guerra francoprusiana no habría esperado cincuenta y cinco años para producirse.
En tanto que los actores de los diversos países que estuvieron empeñados en la conferencia de Londres adornan sus sienes con laureles por su participación en la victoria jen tanto que esperamos novedades en el desarrollo de los acontecimientos, tenemos tiempo de mirar en torno nuestro y observar la verdadera situación del mundo a los cinco años de terminar el gran conflicto.
El pacto disgusta por igual al sentimiento nacionalista de todos los países signatarios; pero aunque no llegase a ponerse en práctica no se produciría una catástrofe inmediata. La mejor esperanza de paz debe hallarse en el hecho de que la generación actual ha visto bastante guerra como para satisfacer los instintos más salvajes. Recuerdo una conversación que tuve durante la guerra boer eon uno de los políticos más hábiles, pero también más cínicos, que jamás ha visto la Cámara de los Comunes británica, sir John Gorst. Era un hombre de extraordinaria independencia de espíritu. Los desengaños de la vida y la notable mezquindad con que su partido había recompensado sus servicios lo habían amal. gado y apartado de sus correligionarios, pero también le permitían ver los asuntos humanos con completa independencia de todo partidismo.
Ningún entusiasmo por credos o ideales do partidos cegaba su visión de las cosas tales como eran. Estaba yo ocu en aquella épo.
ca en una lucha parlamentaria, en hallaba bastante aislado, contra lo que consideraba ser un ataque injusto a las dos repúblicas sudafricanas. Todos los patriotas estaban irritados contra mí. Ningún conservador excepto Mr. Winston Churchill. me hablaba, y por lo menos, la mitad del partido liberal me evitaba. Era cierto día en la Cá.
mara cuando el brillante paria ministerial sir John Gorst se acercó y me dijo con su tono tranquilo y frío: Usted piensa que se ha emprendido esta guerra para satisfacer nuestro codicioso deseo de las minas de oro de Johannesburg. Chamberlain cree que estamos luchando para obtener igualdad de derechos para todos los blancos al Sur del Zambese.
Ambos estais equivocados: estamos empeña dos en esta guerra porque no ha habido de rramamiento de sangre durante más de una generación y la naturaleza humana no podía esperar más tiempo. Esto debió pro Iucirse mucho antes, y si no combatiésemos a los boers tendríamos una guerra más seria con alguna potencia continental. Nunca tuvimos antes tan prolongado período de paz.
EL PRESTIGIO DE LAS GUERRAS PASADAS ¿En qué estado de espíritu estará Francia cuando Alemania reclame la revisión de las condiciones del plan de los peritos. Qué clase de jefe tendrá en aquel momento crítico. Será un Poincare o un Briand ¿Y qué clase de jefe tendrá Alemania. Será un Ludendorff o un Stresemann? La paz del mundo depende de la contestación que el destino dé a esas preguntas qué diremos de los demás? La Europa atormentada por la guerra no termina en Westfalia, y hay problemas llenos de peligros que no ha tocado el in forme de los peritos ni tampoco el tratado de Versalles.
En el Este de Europa hay muchos arreglos que causan incesantes rozamientos irritación, y nada tienen que ver con el tratado de Versalles. Observo que cuando el tratado anglo ruso fue firmado en el Foreign Office, el principal delegado del Soviet se.
Tor Rakowsky, leyó una declaración relativa la actitud del gobierno de los Soviets con respecto a los acuerdos territoriales realizados por medio de los diversos tratados de paz.
Esto es una advertencia amenazadorn El tenor de la declaración no ha sido publicado todavía. Pero debería serlo. No es difícil, sim embargo, conjeturar cuál ha de ser su carácter. Rusia está descontenta de las fronteras que le impone el tratado de Riga y de la ane xión por Rumania de la Besarabia. El primero da a Polonia territorios de la Rusia blanca que contienen una población cuya mas yoría es rusa por su raza, su idioma, su religión y sus tradiciones.
que me mayoría de todos los padrones electorales. La humanidad va pasando con el transcurso de los años de la generación que tuvo experiencia a la era de las imágenes. Las galerías de Versalles con sus escenas morales de sangrientas proezas provocan emulación y no el temor ni el disgusto.
En ellas palpita el prestigio de la guerra y decenas de millares de franceses que contemplan anualmente esas pinturas de batallas experimentan orgullo por ser de la raza que produjo tales guerreros. El mundo está cubierto de elementos susceptibles de hacer nacer riñas internacionales, las locuras cometidas durante los últimos cinco años. La ocupación hostil de territorio alemán está fermentando en los pechos alemanes y trasformándose en explosivos listos al alcance de los que quieran provocar conflictos. El acuerdo de Londres puede haber llegado a tiempo pa; ra evitar una catástrofe. Pero todavía es tiempo para que la cordura humedezca y apague las mechas ocultas que quedarían encendidas, en tanto que el gravamen de las reparaciones se volverá cada vez más pesado con el correr de los años. Cuánto tiempo seguirá siendo aguantado desde el instante en que los obreros de Alemania se den cuenta de que esas reparaciones son pagadas a expensas de su alimentación, y en qué forma se desharán de ellas. Por la violencia, o por la astucia?
Pero los amigos de la paz harían bien en no olvidar la fría observación de sir John Gorst acerca de la psicología de las guerras.
Los reformadores, para lograr buen éxito.
deben tener en cuenta todas las pasiones de naturaleza humana, las malas como las buenas. El orgullo nacional lleva a los escritores y a los oradores e hablar de las glorias de las luchas pasadas. No se pintan sus silfrimientos más que como medio de hacer resaltar el heroísmo que los saportó y los venció La generación que vivió en el horror y la miseria no siente deseos de volverlos a experimentar. Pero esa generación va pasando y la nueva generación que llega, nada conoce de los terrores y de las privaciones de la gran guerra, y se verá empapada de sus glorias por obra de los historiadores, novelistas, escritores y artistas de toda clase. Los jóvenes que no tenían edad para prestar servicio militar en 1918, tienen actualmente veinticua tro años. Dentro de diez más constituirán la LOS PELIGROS DEL ORIENTE Cuidese de las Arenillas EL CANSANCIO DE LA GUERRA era ese LAVE sus dientes; no los raye.
El método más eficaz para conservar la dentadura blanca y graciosa, consiste en lavarla regularmente con una crema dentifrica suave, que no contenga materias arenosas. Hasta los mismos niños conocen inmediatamente cuando les cepillan y maltratan los dientes y las encias con dentifricos ásperos, y sin pasta de jabón.
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Se supone lo último es una amenaza intolerable para el gran pueblo de Odessu. Cuánto tiempo soportarí Rusia, con şu enorme población y sus gigantescos recursos. arreglos que su pueblo considera insufribles? Algún día recobrará la fuerza, cuando se haya librado de esta enfermedad bolsheviqui que está haciendo estragos en sus entrañas. Entonces deseará saber lo que se hizo de su patrimonio mientras estaba atacada de fiebre.
Está luego la cuestión de Galitzia. Aqui Polonia está conservando por la sola fuerza una provincia de la cual una tercera parte es polaca por el idioma y la religión, y los otros dos tercios tienen desde todos esos puntos de vista más simpatia por la Rusia ukraniana.
Si se produjese algún día un levantamiento de los campesinos galitzianos semejante al que presenciamos en Irlanda hace pocos años. lo contemplaría una Rusia regenerada con los brazos cruzados, en tanto que la insurrección fuese ahogada en la sangre hermana? tenemos siempre los Baleanes. Ese es el cráter activo de ia Europa oriental. Los limites de Grecia, Serbia, Bulgaria, por la naturaleza de las cosas no son satisfactorios.
La población de Macedonia es tan mezclada que cualquiera cuestión de fronteras puede suscitar los mismos conflictos étnicos y religiosos que provocan en Irlanda las cuestiones de Tyrone y Fermanagh Esas son algunus de las riñas en perspectivas en Europa¿Pero es Europa el único continente pendenciero. Es el Pacífico tan calmoso como lo indica su nombre. No existen problemas que amenacen la paz en sus vastas orillas?
Creo que el presidente Coolidge ha oído hablar por lo menos de uno. Pero por peligroso que sea, no es de ningún modo único.
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Establecida en 1806 En aquella época me pareció que una horrible doctrina y no crei que suministrase una explicación del conflicto que habíamos provocado.
De todos modos, hay un elemento de verdad en ella. El hombre es el más comba.
tivo de todos los animales. Le gusta la pelea por sí misma, y siempre se persuade de que hay una causa que le interesa, cuando, las más de las veces sólo se trata de la afición por la lucha. Los ingleses y los galenses combatieron con la misma heroicidad por el color de una rosa, como lo hicieron siglos más tarde por la libertad de conciencia o el derecho divino. Pero en todas esas luchas se produce un momento en que la energía de la belicosi cind está saciada de emociones o exhausta por el esfuerzo prolongado. Llega entonces el rei.
nado de la paz y uma oportunidad para lo: amigos de la misma. Los Tudors aprovecha ron excelentemente esta reacción para cons trntir la Inglaterra moderna. Habrá quien haga otro tanto por la Europa moderna?
Durante cuarenta años, después de las guerras napoleónicas, Europa estuvo libre du grandes conflictos internacionales. Hubo en los pueblos muchisimas conmociones internas que se tradujeron eni revoluciones y levantamientos, pero ninguna nación alzó la espada contra otra nación hasta la guerra de Cri mea, en 1854.
Una de las razones por las cuales esto no deurrió, no deja de trecer lecciones para la actualidad. En cuanto terminó la guerra, los ejércitos enemigos se retiraron a sus fronte ras y no hubo ocupación prolongada del terr:torio enemigo bajo pretexto de garantías para el cumplimiento de las condiciones de paz.
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CONCLUSION Todo esto conduce a una sola conclusión. es que la cordura de esta generación deba aprovechar este reflujo de las pasiones para construir un dique resistente contra la vuelta de la marea. No hay tiempo que perder Cuando se construya la obra necesitarí año antes de ser impermeable; necesitará años para que se solidifique su cemento; nece itari una prolongada experiencia para saber encontrar sus resquebrajaduras y sus puntos débiles; pues no deberá quedar ninguno sin remediar cuando sobrevengiu el diluvio.
DAVID LLOYD GEORGE NEW ORLEANS. LA.
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