Guardar

Página LA TRIBUNA Domingo 11 de Enero de 1925 Los Acontecimientos de la Semana Don Ricardo Fernández si que las sabe hacer bonito. Le dice cuatro barbaridades a su toca, el Presidente, cita a quien le viene en mente del Salvador y Guatemala y se va tranquilamente para el Perú a pasar allá unos días de juerga en compañía de don Felipe, de Leguía y de cuantos viejos aparecieron y por aquellos centenarios anuales del Sur. Paseó, se divirtió. y lo de siempre, después de un gustazo, un traneazo.
Cuando vino se encontró con que el otro doñ Ricardo, el Presidente, tan LE ARREARON ro con la cuarentena para lo que AIRRIETA viniera de San Salvador, le abrió todos los puertos a las declaraciones del señor Arrieta Rossi que aunque traían su virus de fiebre amarilla, bien era cierto que lo traían con exclusiva para el señor Fernández.
Venir don Ricardo del Perú, enterarse de lo que esta sucediedo y exclamar: TeHa pasado por la ciudad de San José, un señor inglés, y ba pasado precisamente en los días en que hay más ingleses en San José, después de las fiestas.
Porque en esto de los ingleses, tan UN SENOR inglés es Carlos Ventura, el dueño QUE PASA. del Hotel Europa o don Alberto Brenes, nuestro vecino, como el señor Mc Donald, con más derecho los primeros que para llegar a ser ingleses han tenido que abrirle cuentas a media capital.
El público, naturalmente, no mostró ningún interés por conocer al visitante, un buen señor largo como una línea de ferrocarril, con un vestido claro en el cual no estaba bien clara la raya del pantalón, con su sombrerito de fieltro como lo puede usar cual quiera y que ni siquiera sabía decir en español palomo, ni aciguatado, ni chichero, ni nada. Que no era capaz de ponerse una elegante camisa de seda, de bailar durante ocho días seguidos un baile de resistencia en el Club Internacionai, ñi de cantar Mi viaje amor. Un señor insignificante que no usa pulsera de reloj, ni pañuelo de fantasía, ni medias color de carne, ni corbatas Tutankhamen, ni encajes, ni talcos ni perfumes. Un pobrecito señor que no sabe ponerse frente a un toro, ni colocarle banderillas de a cuarta, ni sabe lo que es una veronica o una gaonera, o unos faroles. Qué interés podría ter para nosotros un hombre así, tan reñido con la moda. Qué ha venido a hacer aquí, a este París chiquito, el señor Mc Donald. las muchachas su presencia no les ha interesado para nada. Una de ellas decía, suspirando. Ah, si fuera aviador o torero. Arrieta.
Fué todo uno y lo mismo; pero así, tan acabadito de llegar del Perú, don Ricardo no quiso entrar en mayores detalles y se marchó a disipar su cansancio cobre las cálidas playas del Pacífico en donde, según dicen no resistía la tentación de tomar un barco, irse para La Unión, desembarcar allá y arriarle a Arrieta por desmemoriado y lo demás. Afortunadamente don Ricardo Fernández encoñtró mejor venirse a San José y espetarle desde aquí tamaño artículo a su amigo Arrieta de quien se ha sabido después que no es tan Rossi como se podría creer. Es uno de esos que pierden la memoria y muchas veces el conocimeinto y pueden llegar a desconocer a cualquiera en un momento dado.
Lo divertido del cuento es que don Ricardo Jiménez creyó que la procesión iba ya por otro lado y se estaba tan tranquilo. Pero nada. El señor Fernández mete tamaña alusión, de donde resulta que el pobre don Reyes Arrieta ha sido una especie de mampara china.
Bueno, todo está muy bueno; pero la verdad, como decía el sabio, dónde está la verdad? Algunos creen que esa famosa guerra de don Ricardo Fernández ha debido ser una guerra contra los chapulines o contra el antrax; en tanto que otros creen que en verdad se trató de una conflagración más grande que todas las que en el mundo han sido.
nos que eran casos esporádicos como diría el doctor Núñez, el de Sanidad.
Pero allí está la cosa. Entre la cuestión de seguros y la tauromaquia había, desgraciadamente un punto de contacto, y qué punto. una barbaridad de punto, casi unos dos o tres quintales de puntos, o sea Ma nolo Rodó, quien ha metido en el país tal epidemia de toreo que dentro de poco o Manolo sale por las astas de uno de sus Veraguas del Tempisque o la vida en Costa Rica va a ser insoportable.
Hay toros por todas partes. De la plaza de Manolo pasaron a la de don Cleto (tonzález Víquez, de la de don Cleto a la que se prestara para el juego, y ahora ha llegado la cosa hasta convertir los teatros en toriles.
Cualquier día de estos el Gobierno se ve precisado a alquilar el Teatro Nacional para una célebre corrida que habrá de verificarse con participación de lo más distinguido de nuestra sociedad.
Un horror. Ya se habla de corridas danzantes y de quién sabe qué más cosas con toros y con toreros.
Lo dicho, ya no se puede vivir en San José. Antes, lo distinguido, lo necesario para ser persona ele gante y tener cierto partido entre las damitas en dis ponibilidad matrimonial, era vestirse como Tomasito por ejemplo, o tener esos a restos de Nicho, o tener auto o asistir todas las tardes al Parque Morazan con los chicos de moda. Ahora no. Todo es que uno le diga una galantería a una de estas niñas, para que ella, con cierto interés le pregunten a uno. sabe usted torear. Nada, mi hijita, qué torear, si yo no he visto más toros que los del cinematógrafo y ahora los de la exposición. Qué lástima. Cómo qué lástima. qué tiene que ver que toree o no para los efectos del amor. Ah, pero es que si usted no torea siquiera como Pepe Mora o como Espejo, siquiera como Pinaud u Otilio, a mí no me hable de amores. no queda más remedio que irse con las cajas des templadas para otra parte en donde también le hablarán de toros.
Por cierto que nos contaban ayer una anécdota de unos recién casados que se fueron, como era natural y lógico, al campo. Había que caminar un trecho a pie, cuando una de esas racas que suelen ser más bravas que un miura, quizo ver si aquel joven, marido merecía serlo y le arremetió. El recién casado, sin esperar a cornadas que va recibirá algún día, echó a correr con su mujer de una manera tan entusiasta que no paró sino hasta que estuvo bien seguro en las ramas de un árbol. La novia afortunadamente salvada por unos campesinos, cuando hubo pasado el peligro, se indignó contra su marido, tratándolo con los peores adjetivos que supusieran cobardía.
El marido, al verse tan malamente tratado por su mujer como por la vaca, se incorporó en la rama, y desde allá le dijo flemáticamente. Mi hijita, si la cosa era así, pues te hubieras casado con Mazzantini.
Cuando don Ricardo, el otro, organizó su planta de enpleados al llegar a la presidencia, lo que menos pensó fué en que una oficina de seguros, para fines controladores de incendio tenía que ver TOROS con la tauromaquia, cosa que casi desTOREROS conocíamos en su totalidad porque si bien es cierto que siempre se habla de cuernos y se suelen sacar suertes a las malas situaciones y hay a quienes los coge el toro, no lo es meDE TOROS Lo cierto es que a la hora de ahora no sabemos nada. Estampa don Ricardo que cuando menos él dice tanta verdad como su contrincante y como no se han podido poner de acuerdo. ya ustedes saben lo difícil que es poner de acuerdo a nuestro don Ricardo con el prójimo. los que salimos perdiendo somos los lectores que casi ni dormimos ni comemos pensando si es verdad o no lo es que íbamos a tener guerra con Nicaragua. Maldita sea dice el General Monge. que yo no sé qué es lo que debí haber hecho en esa emergencia. don Pompilio qué hizo don Pomplio?
Por el estilo andan por allí muchos valientes que cuentan ya los batallones que pudieron formar para la lucha.
Ahora, que si se nos pregutan cuál es nuestra opinión sobre el particular, habremos de decir que de las dos versiones sobre el gran suceso, nos quedamos sin ninguna.
Desde luego el novio tenía razón. Aquí la cosa anda por el estilo, como no sea uno amigo cuando menos de Manolo Rodó, está jorobado por completo.
Imagínense nuestros lectores que se habla en estos días de una corrida de aficionados. Con una afición así, dentro de poco el país está salvado.
CREOLALLES ME BETUN You Quick Box CAU PATLLEATHERS Convocatoria MELLAITO DE MIALAGA quien hará su debut esta tarde en el Circo de Toros Medicamento de la Avenida Colón. Por las zeristas que hemos visPíldoras reconocido do incalculable beneficio to de este diestro, podemos asegurar que será un éxipara las dolencias propias to la presentación en nuestro coso de este matador de TOCOLÓGICAS de la mujer.
Solicítese el folleto toros, en compañía del ya conocido Almanseño II del Dr. BOLET LA SALUD DE LA MUJER de valiosa información.
Se le enviará GRATIS Recetadas durante Dr. BOLET, Inc.
más de 50 años NEW YORK BETUN PARA CALZADO Convócase a la Hermandad de Caridad de esta ciu Mujer dad a la sesión ordinaria que tendrá lugar en los salones de. NUGGET Hospital a las doce (12) horas del dieciocho (18) del corriente Haga sus pedidos a ENRIQUE LEE Liberia, enero de 1925.
SASSO HERMANOS ALVARADO DISTRIBUIDORES San José, Costa Rica Presidente de la Junta de Caridad.
VIRGILIO SALAZAR Este documento es propiedad de la Biblioteca NacioA. Aigal abre en retarier Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministeld de Cultura Frente al costado Banco de Costa Rica Salud de la

    Notas

    Este documento no posee notas.