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2 EL PABELLON LIBERAL.
rezca.
Preguntas sin respuesta. tros jardines; la anémona de mar fi nos instantes después, espiran asgúrasenos una rosa que se agita; fixiados en una cadena de flores. Habrá canchas de gallos en es aquel otro zoófito un clavel que se Estos brazos terribles y elásticos ta y otras localidades de la Repú desliza en la onda; éste de aquí un se apoderan de la víctima para lle.
blica?
crisantemo que se desplanta, el de varla la boca, desde la cual pasa más allá una inargarita que anda. englutida hasta el estómago de la Matarían las ratas los niñitos La anémona es la sensitiva de los anémona. Muy poco después, el esdel Paso de la Vaca?
mares; si se la toca, es lo bastante tómago se invierte, devuelve las conpara que se cierre y la flor desapa chas y los caparachos, los que un. Cumple estrictamente sus de La espléndida anémona de jugo violento y corrosivo ha reduciberes la Policía de Higiene. colores tan delicados, no es otra cosa do pasta. la manera de la Esque una especie de bolsa un poli trella de mar, la anémona tiene la fa. Andarán sueltos muchos pe po, cuyo cuerpo figura un saco que cultad de reproducir, como por en rros. Traslado su Jefe. contiene otro, el estómago; diríase canto, las partes de su cuerpo desque es una vasija de doble fondo.
garradas partidas. Cortada eu dos. Pensará mucha gente emigrar? Esta bolsa viviente, forma, en su en cuatro, en veinte partes, la anébase, modo de una ventosa con la mona da origen tantos animales. Cuáles son los peoresi enenii que se adhiere los peñascos. La completos como hay de fragmentos gos de un buen Gobierno?
parte superior de esta bolsa anima ínfimos informes. Cada pedazo se da, la coronan unos tentáculos que completa y perfecciona; cada fragCuál es el Diputado más po se alargan, se retiran, se encorban, mento, su vez, se convierte en una pular por dadivoso?
se extienden, se replegan eoino si perfecta anémona. El botón se hace fueran brazos.
hoja, el ramo árbol. el más populachero, por que En medio de estos tentáculos que, Cuando la anémona quiere camensarta más disparates. coloreándose de los matices más a biar de sitio, resbala se desliza sogradables, forman la flor de la ané bre su base con la misma lentitud y mona, ábrese una boca horrible y regularidad que un minutero de reglotona que se extiende con ansia loj. Otras veces se arrastra sobre sus LOS JARDINES DEL MAR. singular hacia la presa que los bra brazos, invirtiéndose totalinente cozos tienen entre sus garras.
mo si anduviese con la cabeza, La anémona es, entre todos los De esta boca, verdadero abismo Por último, alguna vez ocurre que zoófitos que se desarrollan bajo las rodeado de flores, la víctima cae al las anémonas se desprenden de la aguas, el más extraño y curioso. Al estómago, el cual tiene la propiedad roca en que parecían estar arraigadas verle sobre la arena de la costa, di singular de moverse en todos senti y se dejan ir merced de las amoríase que es una especie de bolsados y de prolongarse hacia la presa rosas olas. Parece entonces un jaraplanada, algo como inerte, carnoso que la boca englute.
dín flotante arrastrado por las coy marchitu; entre las olas resulta una Nada iguala la voracidad de la rrientes, cuajado de brillantes bouflor deslumbrante y animada. poética anémona. Vivos muertos, quets. columpiándose por entre las Los hay entre esos zoófitos que todos los peces son buenos para ella. espumas, de claveles y rosas salienson blancos rosados, azules, amari Su vida es un continuo festín, una do de los abismos, de violetas mecillos, violetas de color de amapola. eterna glotonería.
das en las ondas, de crisantemos y Es el jardín viviente de los abismos, Sin tener arma alguna visible, reinas margaritas errantes, como flel parterre encantado de los océanos. triunfa sus anchas, de los más po res que en medio de las olas caldeaTodos estos animales plantas, se derosos cangrejos de mar. Inmóvil das sufren con los rayos del sol.
Ya no es la ficción poética de los destacan voluntad, se escurren, como una planta, ensanchado como jardines del Tasso; es la realidad marchan, ruedan, flotan, se colum una flor, el zoófito acecha sobre su prodigiosa y fantástica de los jardipian en las olas y concluyen por a roca, vigila y espera su víctima, nes vivientes del mar.
rraigar y florecer bajo aquellas que que, en verdad, no tiene por qué (Traducido del francés de Fulberto Damereceli su preferencia. Cuando ve desconfiar de una flor; pero de pron. monteil, para El Occidental. mos estos seres fantásticos de floro to la for se agita, y la voraz anémoC. VIDES.
nes movedizos, de animados y movi na enlaza la presa con sus brazos bles pétalos, franjas de colores vivi deslumbrantes, irresistibles. Bien AL y SE SOLICITA 900 simos, parécenos que alguna hada pronto el veneno que estos graciosos al interés, con hipoteca.
misteriosa, ha convertido en deslum tentáculos destilan, liere como un En esta imprenta se darán inforbradores animales, las flores de nues rayo los incautos peces que, algu mes.
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