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EL PABELLON LIBERAL que tuve neras con rås abterfugio que sirve la Nación y Cuando mi mano se enlazó te mano, Los teses que colaber, la luz que se en tingaia 2101 al Gobierne, permanece aun en a su contacto ardients sobet25 Se vino estrenacer mi corazog.
aquel lenguaje muco que hablaba, al su puesto, disparándonos alfilerazos corazon El cielo de la tarde se cubila ulla que otra vez, cuando no cons.
De opalivo color; luego del inricco las malagas tantemente; porque además de ser El viento melancólica serie, primeras tal, prop der poco hidalgo, es poner en tu mirada ragorosa había Trajeros en gas alas la ricra boreal: en práctica la ley rel embudo. Lángaidos rayos de escondido amor.
Yo tuve que dejarte, marchéme otras riberas te hablaba de Caba sus guerreros En pos de los ardores del sol meridional.
Con triste vzgzedad; III Hacía tiez po stos pasala rato tan De aquellos esforzados caballeros agradarile como el Que el rodo golpe de los bates deros lyer Vizo la aosencia. las alegres Saben morir gritando liberigo. temprano. En la habitación paruheras en tanto que tu vista distraída cular del apreciable sefior Figueroa, Qu9 amor velaba de apacible calma, La fijabas eo mi, Gobernador de esta comarca, se reSe trocaron ea roches sin auroras Entre el recuerdo y el enor perdida, cordo con entusiassa el descubri Olvidaste de Caba la ancha herida, Donde en sollosos se deshace algo miento de Ainérica la gratitud yo de Cuba nas Olvidé por tí.
trajo puest:os labios los nombres Tas labios palpitaban, y tu menta Disce chiences comulga mi izis.
de Colón, los Reyes Católicos, Vagaba en lo ideal, encia Guardián de la Rabida, el Parre yo doblaba sin querer la frente; Con el absintio que la angustia vierQue en esa tarde de verano ardiente Las Casas, Cortés, Montezuma Principió nuestro idilio espiritua. te; Busco Núñez de Balboa, que descuPues la virgen oscura de la ausencia II brió el Octano cuyas ondas azulafis la hermana del ángel de la muerdas beban juguetean las playas de Mas llegao del otoño las ráfagas prite.
nuestro puerto bello Estuvieron Trayendo entre sus pliegues la nicbla bo la vida es el dolor!
ühi presentes, el señor Comandante real; triste anhelo. Vargas, el señor doctor Vrueta, don Las aves emigrantes se van a otras ribes Una vez me digiste suspirando: Agustín Guidı. don Leopoldo Peña, don Anibal Desma y el suscrito que Buscando los ardores del cielo tropical.
Yo alzé los ojos pensativo, al cielo. La vida es el dolor! dije llorando.
ke permite consignarles aquí un Del bosque desprendidas las hojas y las fiores cuorie fué que suestras aimas presenYa vuelan como aristas en rauda confetían sión; Desde el éter flotante en que nadaYo lo dije en una de mis anterioEl cielo se metiza de pálidos colores.
ban, res: esta gente tieve el diablo metico Tan sólo está de fiestas mi ardiente corezón!
Las gombras de la auscricia que ve.
en el cuerpo Asegúrasme que ¿Recuerdas. cos noche, la lambre sc rían, ayer dos demócratas ensayaron el puextingua, Las rozas del placer que se inclinagilato yankee mutuainente. Vaya La media luz apenas mañaba nuestro aban.
pues señores: dénre gusto; háganlo đuất, bien y constantemente. Yo soy muy Tu mano entre mi mano. radiants de un templo y un aliar nos COUalegría, sagramos; respeiuoso con los gustos agenos.
Me hablabas de otro mundo, me hablabas Faimos de dichas envidiableejemplo; Prepárase la publicación de un de otro hogar.
periódico demócruta, eu este puerto.
Vino luego la ausencia. y contemVan ser sus. Redactores. peLos éxtasis brillantes, los blandos de plamos vaneos, Rotu el altar, despedazado el templo.
10, para que mencionar nombres Imágenes y sueños siz forma di color!
propio? Venga enhorabuena la oja. Las mismas esperanzas, idénticos deseos Del seno de sus ruinas, vaporesas periodística, saborearenios su leetu Llefarop nuestras almas al cielo del amor. enchidas de los besos que bebieron, Pasaban los momentos!. enjambre de Cual bandadas de blancas mariposas PABLO PIEDRA SAXTá luciones Lleraba nuestra estancia de raga lan Las ilusiones en tropel huyeron.
Puntarenas, 13 de octubre de 1897.
guides De aquellas noches de aniorosa Yo estaba enamorado; lacientes pnlsaciocalma, HISTORIA DE UN AMOR De mi alma revelaban la incógnita em Qué le lia quedado al infeliz ausen brisguez te?
Qué escena tau kerkosa! la lo que son Esperanzas de irenos en el aiure, reis, Valgutas calles más sobre la frente! fue en el forte, y del gentil verano De in sepo de slabastru la saate ondola Ea dulce esteción, riba, PANYA.
re ra nes Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miquel Obregón tono del Seimo Nacions de Bibliotecas del Ministerio de Culus y Juventud Costa Ric9.

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