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APRENDAMOS. com Asesoría técnica: Lic. JORGE MORA Bill 847 SANJ HEMEROTECA close COSTA RICA ¿Qué es la filosofía?
DICO Cuando, muchos años antes, había llegado a Atenas procedente de la Troada, Cleantes no tenía más que una idea: estudiar filosofía con un gran maestro. decidió trabajar de mozo de cuerda para ahorrar la suma precisa e inscribirse en la escuela de Zenón. Poco le importaba ser ya viejo, no le daba vergüenza tener por condiscípulos a muchachos jóvenes. El deseo de saber era en él más fuerte que toda otra consideración.
Cuando Cleantes pudo, al fin, presentarse a Zenón, tenía ya cincuenta años. Tuvo que cargar fardos y grandes pesos para ahorrar el dinero necesario, pero lo había conseguido. Lleno de orgullo, rogó al filósofo que le admitiera entre sus alumnos, y Kant, uno de los grandes filósofos de Alemania.
Zenón accedió.
Empezó para él una nueva vida. En los diecinueCleantes dejó en el suelo el pesado fardo que lle ve años que siguieron, Cleantes tuvo también que vaba a la espalda. Como buscando un poco de som vencer dificultades. Pero progresaba rápidamente y bra, se acercó al grupo de jóvenes que discutian Zenon le honraba con su amistad. Cuando le faltacon Zenón de Citium, el filósofo, bajo el Pórtico de ba dinero, el viejo estudiante volvía a ejercer su olas Pinturas. Mientras se enjugaba el sudor, Cleantes ficio de mozo de cuerda.
trataba de captar el sentido de lo que allí se decía. Mientras tanto, se había hecho famoso: sus nu¡Cómo te hubiera gustado ser uno de aquellos oramerosas obras se leían ávidamente, convirtiéndose dores! Pero no había llegado todavía el momento.
en textos de autoridad indiscutible. la muerte de El fardo que trasportaba servía precisamente para Zenón, a nadie extrañó que él ocupara su puesto.
aquel fin: permitirle ganar con el duro trabajo de Dirigió la escuela del Pórtico y enseñó filosofía dumozo de cuerda el dinero necesario para estudiar firante otros treinta y un años, hasta que murió, vielosofía.
jísimo, en el año 231 a.
VIVIR QUIERE DECIR SABER El pensador, obra de Miguel Angel, simboliza la capacidad del hombre para el pensamiento abstracto. El mismo tema ha sido tratado modernamente por el escultor francés Auguste Rodin.
tra inteligencia, hacemos filosofía. Filosofía es la ciencia que trata de responder a las preguntas más profundas que el hombre puede plantearse.
e S EL PROFESIONAL DEL ¿POR QUE?
Cleantes soportó grandes sacrificios para estudiar filosofía. Pero. qué es la filosofía. Qué es lo que proporciona al hombre?
Cleantes había comprendido esto: es lo que hace al hombre superior a los animales y le proporciona la capacidad de darse cuenta de los problemas del espíritu. Un caballo o una cabra aceptan tranquilamente todo lo que la vida les ofrece, sin pensar siquiera en preguntarse el por qué. El hombre, por el contrario, se plantea preguntas desde los primeros años de su vida. Recordemos como, siendo niños, poníamos continuamente en aprietos a nuestros padres con aquella constante pregunta de apor que. Era ya la necesidad de saber que se iniciaba en nuestra inteligencia. En etapas más avanzadas de su vida, el hombre se plantea interrogaciones más complejas. Por qué estoy en el mundo. Por qué tengo que morir. Qué habrá después de la muerte?
En cierto sentido, cuando tratamos de contestar las preguntas que nos proponemos, todos somos filósofos.
Sucede que los problemas que nos planteamos son tan grandes que, muchas veces, renunciamos a pensar en ellos porque no tenemos bastante tiempo para reflexionar, porque carecemos de la voluntad necesaria Aquí aparece el filósofo verdadero, aquel que se preocupa, podemos decir que por profesión, de resolver estos problemas que todos nos planteamos.
Sócrates, filósofo griego que fue uno de los más grandes maestros de todos los tiempos. Enseñaba dialogando con su discípulos, induciéndoles a pensar por sí mismos todas las cuestiones.
LA OBRA DEL CIENTIFICO LA DEL FILOSOFO Muchas veces parecemos despreocupados: trabajamos, salimos a cenar con los amigos, hablamos de deporte. Mas, para cada uno de nosotros, antes o después, llega el momento del ¿por qué. Puede suceder que, mirando al cielo en una hermosa noche estrellada, nos invada una sensación de espanto. Más allá de las primeras estrellas hay otras, y más allá otras, hasta el infinito. El infinito! Pensando en el infinito sentimos vértigo. Cómo es el infinito? Imaginemos estar en una astronave y que avanzamos en línea recta millones de kilómetros. Cuando hayamos recorrido todos esos kilómetros, tendremos ante nosotros otros tantos, y después otros tantos más, y otros, y otros, sucesivamente. Qué fuerza misteriosa rige este universo infinito. qué somos nosotros frente a él. Podremos comprenderlo alguna vez?
Sin saberlo, estamos planteándonos preguntas filosóficas. Hay personas que después de hacerse tales preguntas se liberan de ellas con un encogimien.
to de hombros. Pero también puede presentarse para ellas un momento de angustia en el que se pre.
gunten que sentido tiene su vida y por qué no tratar de modificarla. Por qué, por que. Nuestra existencia nos presenta cada día innúmeros interro.
gantes. Si intentamos darles respuesta usando nuesCuando nos preguntamos ¿por qué vivimos. el biólogo nos dice, tras haber efectuado largos estudios dificilísimas investigaciones de laboratorio, que vivimos porque nuestro cuerpo está compuesto de células que se nutren, se renuevan y son sensibles. El filósofo nos dice que tal respuesta no le deja satisfecho. Quiere saber más. Por qué sucede esto. Quién ha dado vida a las células. Con qué objeto?
Análogamente, no le basta al filósofo que el astrónomo le explique que las estrellas están hechas de materia incandescente y que se mueven según leyes precisas. Quiere saber si todo esto sucede por casualidad o si, por el contrario, hay una Mente Superior que lo ha querido así.
Si después se convence de que esta Mente Superior existe, siente pronto la necesidad de comprender cómo es tal Mente y por qué ha ordenado el mundo de esta manera y no de otra. no hay astrónomo, físico o biólogo que pueda contestarle a esto. Deberá hallar la respuesta por sí mismo, valiéndose tan solo de su propio razonmiento de su propia intuición.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
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