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LA REPUBLICA. Domingo 30 de agosto de 1981.
PENTAGRAMA EDITORIAL El mercado libre de divisas y la penuria cambiaria: incalificable desaguisado Un título de La República dice que el Gobierno prohibirá. importación de cualquier tipo de vehículos automotores. Maravilloso!
Ya era hora de que Costa Rica diera la campanada en América Latina.
Hay que desvehiculizar a los países.
No desestabilizarlos, que ya vemos que aquí nos están desestabi.
zando, pero el presidente dice que ni hablar del peluquín.
Sino quitarles las ganas de quemar gasolina.
En una Costa Rica mejor para todos tiene que ser rey el carre tón. mayor número de carretones, mayor progreso.
Para que el desarrollo sea completo y redondo, hay que volve al tiempo de las carretas de bueyes, las volantas y los coches dracu lescos.
Volver al tiempo de la gente a caballo.
Se puede permitir uno que otro vehículo ensamblado o armado o fabricado o lo que sea, en el país.
El drama cambiario que describe el Gobierno en el documento enviado al Fondo Monetario Internacional, que publicó La Nación del domingo último, a nadie sorprende. Diríamos que es una manifestación muy discreta de la tragedia que día a día viven las empresas, por la dificultad de satisfacer puntualmente sus obligaciones con el exterior y de disponer las divisas necesarias para la compra externa de los insumos que requiere la planta productiva nacional y de los artículos alimenticios de primera necesidad que demanda la población. El enorme desbalance entre los ingresos de divisas y la demanda correspondiente, pese a los esfuerzos realizados por el Banco Central para reforzar su posición de reservas, se ha hecho evidente tanto en las cotizaciones que el dólar ha venido registrando en el mercado, como en el aparato amañado que se ha montado para desconocer, más que para registrar, las obligaciones privadas sobre el exterior y para obstruir, más que para facilitar, la autorización de cambio externo para el pago de las deudas y de los nuevos pedidos al exterior.
La causa primaria del problema, o sea el exceso de demanda, está a la vista en el déficit del país en su cuenta corriente con el resto del mundo, que ascendió en 1980 a la cuantiosa cifra de 661 millones de dólares, según estimaciones preliminares. De ese total puede decirse que en números re.
dondos, el tráfico de mercaderías representa la suma de 500 millones (incluidos los costos de transportes y seguros. lo cual significa que una tercera parte de lo portamos tiene que financiarse con préstamos externos. Nos preguntamos qué es lo que se ha hecho, aparte de los mecanismos obstruccionistas antes referidos, para reducir ese déficit a una cifra manejable. Porque según datos a junio las importaciones solo habían mermado en cerca del 150 o, lo cual está muy lejos del 330 o requerido para resolver el problema. Comprendemos que esa contracción exigiría un programa de austeridad y de templanza que no podría realizarse, porque implicaría el dejar en descubierto muchas industrias, frente a la competencia centroamericana, las cuales coparían el mercado nacional haciendo nugatorio el sacrificio. Pero hay muchas áreas en donde debiera manifestarse el firme propósito de frenar el consumismo y someter a las clases de más altos ingresos, a un programa de moderación acorde con la difícil situación cambiaria que vive el país.
Aparte del paquete tributario, que en parte está diseñado con tal propósito y que la Asamblea Legislativa no pareciera interesada en tramitar, no hay programas que ataquen racional y selectivamente el exceso y de demanda.
El documento dirigido al Fondo Monetario Internacional, por otro lado, plantea el problema práctico inmediato de falta de reservas frente a las necesidades apremiantes hasta el 30 de setiembre entrante, para satisfacer obligaciones externas ya existentes, siquiera en parte. Porque los compromisos correspondientes para setiembre se estiman eh 123, millones de dólares, pero se gestiona la suma de 60, para cubrir cuando menos los requerimientos de más alta prioridad. Es inexplicable que se haya llegado a tan extrema indigencia, que tan mal parado está dejando al país, cuando se trasiega diariamente un millón de dolares para satisfacer toda clase de necesidades suntuarias, especular en operaciones cambiarias y sacar capitales del país. No es posible que se esté manteniendo el libre uso de 350 400 millones de dólares que anualmente alimentan el mercado libre de cambios, cuando no hay divisas en las arcas del Banco Central para satisfacer las más apremiantes necesidades de la economía y para resguardar el buen nombre del país en el exterior, como pagador puntual de sus obligaciones.
Es muy triste observar las humillaciones a que está llevando al país la penuria cambiaria; pero quizá lo es más reconocer có.
mo por presión de los interesados, por intereses politiqueros de baja categoría o por simple obstinación, se mantienen situacio.
nes que favorecen demandas cambiarias en favor de los grupos privilegiados y en perjuicio de la economía nacional, del buen nombre del país y de los grupos sociales de más bajos ingresos, que a consecuencia de esa situación, no sólo sufren la pérdida del poder adquisitivo de sus salarios sino que inclusive están condenados a engrosar la categoría de desocupados. Ante esta tan angustiosa como peligrosa situación, es de extrema urgencia que las autoridades recuperen el dominio de las reservas que alimentan el mercado libre, para someterlas al igual que todos los ingresos cambiarios del país, a los criterios de racionalidad que de.
mandan las condiciones actuales de la economía nacional.
Pero esas serán las excepciones.
Lo demás debe ser un gigantesco y encantador montón de burroc rrriles, tranvías, carretones y volantas.
Cada caballero en su caballo y cada caballo con su caballero que im Hay que resucitar a los herreros, tan venidos a menos en el país desde 1945.
Crear el Ministerio de Sesteos y Refugios. para que los boyeros sean atendidos debidamente en sus viajes de uno a otro extremo del país. аяАМАН 505 recargar en el Ministerio de Agricultura y Ganadería la Dires ción de Pastos y Potreros para que administre los lugares en que pastarán raudos, los bueyes que serán la fuerza motriz de las a rretas pintadas.
Bueyes que tendrán que ver, de alguna manera, con el Ministerie de Energía, porque si se quedan sin energia para tirar de las carrete ras, acabados estamos.
Con lo que terminamos diciendo que la medida hará historia.
a ESTE DIA DUSSELDORF PROHIBIDA LA IMPORTACIÓN DE TODA CLASE DE VEHÍCULOS NO ME DIGAN QUE ESTE SERA MI PARA ESO LE PODEMOS LAS CARRO PARA Por Enrique Obregón ÚLTIMAS TODA LA PASAR MUCHO PIEZAS QUE VIDA. VOLADOS Casi no se puede creer, pero todavía funciona el Tribunal de LE PUSIMOS Dusseldorf que juzga a los criminales que asesinaron en masa. DON FUERON DE judíos inocentes y otros perseguidos políticos en la época del réLAVADORA gimen nazi.
Recientemente ese Tribunal pronunció su veredicto contra CHOCO nueve vigilantes del campo de concentración de Lublin Majdanek.
En Alemania y otros países europeos se ha criticado tanto la lentidud como las suaves penas impuestas.
Los jueces han dicho que deben sujetarse a los procedimientos legales de ahora y a las pruebas difusas que se presentaron, des pués de más de tres décadas de ocurridos los hechos. El juicio duró cuatro años y medio.
Con el tiempo, hasta los más grandes crímenes contra la huma nidad se olvidan y los jueces como que casi ya no quieren saber de ellos. No puede encontrarse razón para que un juicio como éste haya comenzado treinta y cinco años después de los crímenes y la sentencia nos llegue con cuarenta años de retraso.
Los nazis pertenecientes a la célebre que participaron en estos crímenes espantosos tenían para entonces entre veinte treinta años. Ahora se les condena cuando tiene sesenta y setenta.
Es una sentencia tardía y parecería carecer de objeto, pero, al me Does nos, tiene la virtud de saltar a la información mundial para recor Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miquel ohnecido trzano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y devenitech Costa Ricde volver a una oscura noche fascista.
darnos que por ninguna razón por absolutamente ninguna 14 CHOCO 000 CHOG CHOC.
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