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LA REPUBLICA. Lunes 12 de abril de 1982 COOPERATIVA AUTOGESTIONARIA EL SILENCIO AVANZA PASOS AGIGANTADOS Los socios trabajadores de Coopesilencio se sienten orgullosos de su producción en diversas áreas entre ellas este hermoso papayal. Foto Jara HOMBRES DE TRABAJO: Hace nueve años a principios del año de 1973, se constituyó la Cooperativa Agropecuaria de El Silencio. ubicada cerca de Quepos, en el Cantón de Aguirre, provincia de Puntarenas. Los socios fundadores habían sido, en su mayoría, trabajadores agrícolas en la misma zona. Eran cuarenta hombres con sus respectivas familias dispuestos a trabajar la tierra en una finca de 791 hectáreas que ellos llamaron El Silencio. La mayoría de los socios actuales de El Silencio. aún recuerdan las difíciles condiciones en que llegaron y empezaron su tarea. manera de ejemplo, cuentan: no había escuela, centro de salud, ni viviendas. Tuvimos que alojarnos en ranchos hechos por nosotros. El sesenta por ciento de los que llegamos no sabía leer ni escribir. pesar de estas difíciles circunstancias y del poco apoyo que recibieron, lograron organizarse en una forma autogestionaria de producción que les brindara eficiencia y plena oportunidad de participación.
práctica constante que los ha ido convirtiendo en verdaderos empresarios.
Los socios trabajadores de El Silencio se sienten orgullosos al haber logrado cultivar más de 600 hectáreas de las 791 que poseen en común. Sólo de arroz, el cultivo principal, han sembrado 350 hectáreas. Pero también cultivan maíz (30 hectáreas. soya (40 hectáreas) y papaya (7 hectáreas. Tienen, además 180 hectáreas de tierra en repasto donde alojan 250 cabezas de ganado. Se han efectuado experimentos e investigaciones cuyos resultados ya benefician a muchos otros agricultores. SUS UNICOS RECURSOS: Desde un primer momento, las cuarenta familias que se asentaron en El Silencio. tenían claro que los únicos dos recursos esenciales con que contaban y con los cuales siempre contarían, eran su trabajo y su solidaridad. Por eso, sobre estos dos principios fundamentales del trabajo y de la solidaridad decidieron organizarse, constituyéndose en una cooperativa agropecuaria de autogestión. Con ello, estaban decidiendo trabajar aquellas 791 hectáreas de manera conjunta, es decir, comunitaria. Decidieron que la tierra y los otros recursos para la producción, eran indivisibles y de propiedad social, que consecuentemente la distribución de las ganancias eventuales se harían participando a todos los socios de acuerdo al trabajo aportado por cada uno. lo más importante, decidieron que todos ellos, en forma conjunta, determinarían el qué, cuánto y cómo producir y distribuir. En adelante, todas las decisiones de la cooperativa se tomarían con la participación plena de los socios trabajadores, lo cual al hacerse realidad, convirtió a la empresa en un taller de democracia participativa. LA PRODUCTIVIDAD: La Cooperativa, al igual que otras similares, ha venido ejecutando concienzudamente los planes de desarrollo elaborados por los mismos socios trabajadores con el apoyo de destacados técnicos nacionales. Los rendimientos por cultivo que han logrado alcanzar los socios trabajadores son admirables, aún para los técnicos de la zona.
En arroz, por ejemplo, en el año de 1981, alcanzaron a cosechar 23. 000 quintales en las 350 hectáreas, lo que arroja una productividad media de casi 66 quintales, superior a la de la subregión (60 quintales. En maíz, en 20 hectáreas recolectaron 1400 quintales. Esto nos indica una productividad media de 70 quintales por hectárea, la cual es mayor que la de la sub región. Además, en este caso del maíz, debe tomarse en cuenta el hecho de que toda la producción del año 81 está destinada a convertirse en semilla certificada, dada su calidad. Será vendida al Consejo Nacional de Producción quien ha venido asesorando técnicamente a la cooperativa.
En papaya, los socios trabajadores de El Silencio. están produciendo 1000 quintales por hectárea y en soya, 40 quintales por hectárea.
En ganado, han venido realizando un proceso de selección para mejoramiento de la raza. Hoy cuentan con 250 cabezas, de doble propósito, una parte de la cual debe considerarse como ganado fino.
jadores dado que el objetivo de la forma autogestionaria de producción no es simplemente incrementar las ganancias; se busca fundamentalmente elevar la condición humana y facilitar el desarrollo integral del ser humano.
Así, además de una retribución mensual, establecida por ellos mismos, la cooperativa otorga a cada socio, gratuitamente, el derecho a la vivienda, a la educación y a la salud. Hace pocos años, mediante un préstamo con el Banco Popular, lograron construir viviendas adecuadas para todos los socios. Tienen un centro de salud y una escuela construida mediante el aporte conjunto de los socios trabajadores, a la cual asisten los niños, pero también, durante las noches, 20 socios de la cooperativa que desean terminar su educación básica. La cooperativa financia el transporte de los jóvenes que asisten al colegio. Vende, por otro lado, a precio subsidiado la alimentación básica para las familias. Así, por ejemplo, una botella de leche le cuesta a los socios de El Silencio. dos colones. LA ORGANIZACION: Los socios trabajadores de El Silencio. reconocen que todos estos logros no hubieran sido posibles sin su disposición a utilizar continua y eficientemente los únicos dos recursos con que contaban cuando iniciaron sus labores: su capacidad de trabajo y su capacidad para organizarse.
Cuentan con una organización interna en la cual la máxima autoridad es la Asamblea General de Socios. De la Asamblea emergen los órganos administrativos y ejecutivos de la cooperativa: el Consejo de Administración, el Comité de Vigilancia, el Comité de Educación y las comisiones permanentes de trabajo.
Asimismo, esta misma capacidad organizativa la han traducido en fuertes y estables vínculos con una Federación, FECOPA, la cual agrupa a otras cooperativas similares a Silencio. Conjuntamente con FECOPA, los socios de Silencio tienen grandes planes para un futuro próximo, como son el de abastecerse de insumos baratos y comercializar a través de ella parte de su producción.
Los socios del Silencio son hombres de trabajo que laboran conjuntamente la tierra. Hoy constituyen una organización productiva, organizada y eficiente. Una organización ayudada por el Estado pero no bajo obsoletos criterios paternalistas, que inclusive niegan el derecho y debe el autogestionario de producir eficientemente y ser dueño de su propio destino. Una organización productiva que como otras 37 cooperativas autogestionarias existentes en el país, no solo en la agricultura, sino en la dustria y los servicios, busca construir un futuro mej.
para ella y para Costa Rica. a a ALGUNOS RESULTADOS: Contemplando hoy la Cooperativa Autogestionaria de El Silencio. parecería que aquellas dificultades iniciales ya son cosa enteramente del pasado. Sin embargo, ellos saben que sus logros son fruto del trabajo eficiente, organizado y solidario. Son fruto de una maduración lenta, tal vez, pero firme de sus primeras decisiones y una PROCESO AGROINDUSTRIAL: La acuciosidad de los socios de El Silencio. y la cola boración interinstitucional otorgada les ha llevado a poner en marcha una pequeña planta agroindustrial mediante la cual procesan su propia producción de papaya y de guayaba. Esta procesadora, les fue facilitada por la Universidad de Costa Rica, y en su uso recibieron asesoría del Cuerpo de Paz y colaboración del AID. Pero hoy, se sienten orgullosos de manejar por sí mismos esa maquinaria, con el concurso de personas, de las cuales son mujeres socias trabajadoras.
De esta forma, en el año 81, lograron producir 300 quintales de jalea de guayaba y 150 quintales de pulpa de papaya las cuales colocan en el mercado local.
Es importante señalar que se ha venido desarrollando, un proceso de integración vertical de la producción que busca llegar en el mediano plazo a integrar totalmente el proceso de la producción, desde la materia prima hasta la distribución final de los bienes producidos. ASez os, BENEFICIOS LOS SOCIOS: En el año de 1981 la cooperativa autogestora del El Silencio. obtuvo ingresos netos por dos millones de colonès, de los cuales, 175 mil se distribuyeron entre los socios, de acuerdo al principio de la cantidad de trabajo aportado. Además, se cumplió plenamente con todos los compromisos financieros adquiridos durante los dos últimos años.
Este beneficio, sin embargo, debe considerarse adicional a otros que presta la cooperativa a los socios trabaDurante el pasado año los autogestionarios de Coopesilencio obtuvieron ingresos netos por millones.
Foto Jara Los campesinos de Coopesilencio han logrado cultivar más de 600 hectáreas de las 791 que poseen en forma colectiva. Foto Jara Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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