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ANG Fi hizo e fabrica aporte cios de NI GRANDES MUSICOS FEDERICO CHOPIN La casa natal de Chopin en Ze Lazowa Wola. Cercanías de Varsovia.
por un acceso de tos más fuerte que los otros. Pidió que antes de enterrarlo, se abriese su cuerpo. En la noche del 16 al 17 de octubre, hacia las dos, sus miembros hinchados se helaron y cerró los ojos. El doctor Gruveilher se inclinó hacia él. Sufre mucho. Más. murmuró. Esta fue su última palabra. Su aliento ya no pudo empañar el hielo que el médico acercaba a su sus labios.
Federico Chopin. Oleo de Ary Cheffer.
SU ENTIERRO VIENE DE LA HOJA Durante más de diez años una extraña y tensa relación erótica le unió con la escritora George Sand (su verdadero nombre era Aurore Dupin.
baronesa Dudevant. ella una de las primeras sufragistas, literata y causante eescándalos por su indumentaria masculina; él, hombre de una casi femenina fragilidad, a causa de su delicada salud la tuberculosis pulmonar era considerada en aquella época como una enfermedad incurableinclinado a una exagerada introversión.
Los extremos se tocan. En Mallorca, lugar en el que la desigual pareja trató de hallar un mejor clima en el invierno de 1838 39 y donde en los sombríos clustros del monasterio de Valldemosa vivieron, comenzó el declive de su unión.
Este genial compositor, bajo el sufrimiento continuo de su enfermedad, habría de crear en edicha isla sus más bellas páginas pianísticas. Una última tournée concertística le llevó en 1848 a Escocia y a Londres, la ciudad de la niebla; allí, a pesar de los abnegados cuidados que le prodigaron femeninas manos, su estancia habría de resultarle deprimente. Volvió a París, ciudad en la que, sin dejar de componer hasta el último momento (la mazurca en fa menor muestra bien a las claras el apagamiento físico del artista. moriría el 17 de octubre de 1849, cuando sólo contaba trinta y nueve años de edad; también el fue un romántico tempranamente malogrado.
SUS ULTIMOS MOMENTOS Se le enterró en el cementerio del Pére Lachaise. Encaberzaba la manifestación tras el coche fúnebre Meyerbeer y llevaban las cintas del féretro el príncipe Czartorysky, Delacroix, Franchomme y Gutmann. Con arreglo a los deseos de Federico, su cuerpo fue abierto y se le extrajo el corazón para enviarlo a Varsovia, donde fue depositado en la iglesia de la Santa Cruz, bombardeada cruelmente por los alemanaes durante la segunda Guerra Mundial. antes de que la acogedora tierra francesa cayera en alud sobre el cuerpo del músico inmortal, Gutmann inclinó con delicadeza una copa de plata: y un puñado de tierra polaca se desparramó amorosamente sobre el ataúd, para acompañar simbólicamente en su eterno reposo al artista sin par que había muerto lejos de la tierra donde nació.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
Cabeza de Chopin sobre su lecho de muerte. Dibujo de Kwiatkowski.
Entre su hras están las siguientes: Las Baladas. Son sus primeras obras escritas para piano que llevan este calificativo. En ellas se abandona el más absoluto goce de imágenes épicas.
Las Sonatas. Son dos, la sonata en si bemol menor y la sonata en si menor. En ellas se aleja mucho del modelo clásico.
Los Nocturnos. En ellos la clásica nota de adorno es transformada en elemento ambiental.
Sus Conciertos. Son dos, escritos para piano y orquesta, en mi menor y en fa menor. Su extraordinaria fuerza melódica les garantiza una segura inmortalidad.
16 LA REPUBLICA. Jueves 12 de agosto de 1982 SU OBRA La obra de Chopin parece a primera vista no muy extensa, pero ha de tenerse en cuenta que el compositor agrupó a veces varias piezas bajo un solo número de opus. Su enorme individualidad, su subjetivo carácter expresivo, se muestran ya claramente en el hecho de que la mayor parte de su creación, excepto unas pocas canciones muy populares en Polonia y las composiciones orquestales, es música escrita sólo para piano; obras que reflejan directamente lo más íntimo del espíritu de Chopin y compuestas para sus propios dedos.
Así describe un biógrafo su agonía: Luchó dos días aún y encontró fuerza para dictar sus últimas voluntades. Yo quiero que mi corazón sea llevado a Polonia: que se quemen mis manuscritos y mis papeles; que el Requiem de Mozart se cante en mi entierro.
Cuando se oía abrir una puerta en alguna parte del departamento, se estremecía. era George al fin? Una idea fija lo dominaba: podría creérsele muerto cuando sólo estuviera sofocado tres por cuatro; las mazurcas. aproximadamente unas cincuenta en las que poetizó magníficamente esta popular danza polaca; las polonesas (con el brillante ejemplo de la escrita en la tonalidad de la bemol mayor. en las que supo condensar una imagen idealizada de su amado país; los valses, finalmente, en los que Chopin acertó a rendir homenaje a los salones parisienses, sin por ello perder un ápice de su propia poética musical. El vals en la menor, el en do sostenido menor y el en mi menor, o sea, los menos brillantes. son precisamente los más poéticos, los más cercanos a la Invitación al vals. de Weber.
Lo más personal de su arte tal vez lo diera Chopin en los veinticuatro Preludios, op. 28, obra que podemos calificar de variante romántica del Clave bien temperado. y en los veintisiete Estudios, de los que destacan los opus 10 y 25. En sus Estudios.
Chopin evidencia además su sabiduría pianística, ya que en ningún momento olvida la función didáctica de la obra.
SUS GRANDES CREACIONES Sus composiciones más características fueron creadas a partir de formas de danza, tales como: los cuatro Scherzos (en si menor, en si bemol menor, en do sostenido menor, en mi mayor. siempre sujetos a un riguroso George Sand, el gran amor de Chopin. Dibujo de Musset. 1833)

    World War
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