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LA REPUBLICA. Jueves de julio de 1983 13 Dramático éxodo mientras sigue temblando En el devastado Valle de El General, más de tres mil damnificados viven una dramática odisea cuya génesis es la cadena de sismos y microsismos posteriores al terremoto del último domingo, cuyo epicentro se estimó en la cuenca superior del rio División.
Pueblos abandonados, gente que llora y ora en plazas y calles, casas destruidas, templos falseados, puentes inservibles, terraplenes que cubren carreteras, caminos, veredas y cauces de ríos y quebradas, son los elementos básicos de una desoladora pintura que se observa por doquier en el Valle de El General.
En un extenso recorrido por algunas localidades generaleñas, periodistas nacionales evaluaron sobre el terreno la magnitud del fenómeno sísmico.
PANORAMA DESOLADOR En el pequeño pueblo de Chimirol, distante a km. de Rivas, y convertido en centro de refugiados, se observan daños en la carretera. Aquí la gente permanece en la calle. Lo poco que pueden comer lo hacen fuera de sus viviendas, entre temblor y temblor.
Durante la noche se reúnen en la plaza y con manteados se guarecen de la lluvia. Algunos afortunados tienen colchones y cubren con cobijas a los niños y ancianos. El gran problema es la comida. Comenzó a escasear hace varios días. Algunos, desesperados, tratan de llegar a pie entre derrumbes, piedras y palos hasta Rivas. Otros prefieren quedarse en espera de los helicópteros de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, cuyas tripulaciones realizan grandes esfuerzos para salvar a centenares de damnificados, desafiando las turbulencias de los valles perdidos en las montañas.
En la comunidad de San Gerardo, a 10 km. de Rivas, la gente se reúne en la plaza.
Para llegar hasta allí hay que caminar dos horas y media a pie. Los derrumbes cubren todo el camino. La única forma de alcanzar el pueblo es por helicóptero. Algunos vecinos prefirieron caminar entre rocas y terraplenes a riesgo de sus vidas en busca de un mejor refugio. Nuestro fotógrafo, Mario Castillo, fue uno de los que lograron llegar hasta San Gerardo en busca de mejores gráficas, a pesar del riesgo de los deslizamientos.
PUEBLOS AISLADOS. San Gerardo está totalmente aislado.
afirmó Castillo, para añadir que yo tuve la oportunidad de escuchar los rugidos que salen de la profundidad de la tierra sin saber uno de dónde provienen.
Castillo vio a muchos damnificados, para salvar sus casas, hacer fogatas con leña, diesel y basura y calentar gigantescas piedras y partirlas echándoles luego agua fría. Las casas están abajo en una pendiente y arriba las piedras, después de calentarlas le lanzan el agua para quebrarlas con mazos y de esta forma salvar sus viviendas. explicó Castillo En la localidad de Herradura, el rio del mismo nombre discurre entre dos cerros que presentan desprendimientos gigantescos, mientras abajo, hay de a viviendas humildes en peligro. Nadie quiere continuar en el lugar. Todo el mundo huye. Cerca hay Aquí estaba el camino, y ahora hay una montaña de tierra, ramazones, lodo y piedras. peun deslizamiento que cubre casi 100 hectá sar de ello el éxodo hacia la salvación continuaba. Castillo)
reas. Se teme que este obstáculo provoque inundaciones con los aguaceros. El Herradura cruza cerca de San Gerardo y a cien metros desemboca en el caudaloso río Chirripó.
En Palmital, a km. de Rivas, hay faldones en el trayecto con piedras donde también aquí la gente procede a quemar las piedras grandes. Hay mucho miedo, mucho temor entre sus habitantes. detalló Castillo, En Pueblo Nuevo, la carretera está taponeada por muchos derrumbes. Algunos intentan salir por tierra. La Municipalidad destacó un tractor para limpiar la vía. Sin embargo, el tractorista abandonó la pesada máquina con 550 libras de peso ante la frecuencia de los sismos.
El hombre trabajó en la limpieza de 500 metros, en un camino bordeado de grietas. un lado, farallones, y al otro extremo, abismos, Los retumbos son constantes. Hasta se me revolvió el estómago. manifestó el fotógrafo Castillo, En este trayecto, los cables de la energía eléctrica y del sistema telefonico están en el suelo. Muchos postes se desplomaron. La única forma de salir es caminar. caminar con peligro para la vida. No se puede realizar la caminata por potreros y montaña por lo falso del terreno. Es una constante hamaca toda la región. confesó un vecino.
En La Piedra, no hay nadie. El pueblo está solitario. El ganado, los perros, las gallinas están a la buena de Dios. Nos topamos una familia entera arriando una vaca. Todos con mucho miedo. explicó Mario Castillo, En Palmital se observan muy pocos daños. La gente también fuera de sus viviendas.
En Buena Vista, comunidad de 20 a 30 casas, todo está desierto. El templo católico presenta una cruz semidestruida, mientras el otro alero está en el suelo.
Aquí una anciana pidió a Castillo que le recogiera unos limones, pues tenía mucha hambre. La ayuda no llega por falta de helicópteros. Esta es una zona caliente por la intensidad del temblor del último domingo que alcanzó una intensidad de grados en la escala de Richter.
En fila, más de 200 damnificados, en un interminable éxodo, apenas con la ropa puesta o tal vez con alguna maleta, abandonan Buena Vista. El camino, bordeado por un inmenso derrumbe. Todo agrietado. No se pueden utilizar potreros y montañas. Caminan por la carretera en busca de Rivas. La agotadora caminata la realizan con miedo por los constantes sismos, CADENA DE FE RELIGIOSA: En Buena Vista, la gente espera impaciente en el salón comunal. tal vez, en el templo católico. La ayuda puede llegar en cualquier momento. Los daños son cuantiosos. Las mujeres presas del pánico no pueden contener las lágrimas. Lloran y lanzan plegarias al Todopoderoso para que ponga fin a la ola sísmica. La iglesia está dañada, la torre está semivolcada.
La gente que oraba en la plaza, hizo de nuevo una cadena circular, unidos de la mano, y alguien grito que si la muerte llegaba. nos encontrará con Dios, nuestras familias y la disposición de morir todos juntos aquí, como hemos vivido por años Después de orar, y al seguir temblando, la gente de Buena Vista formó cadena y elevando plegarias dijeron que así como habían vivido en unidad, morirían en unidad si estaba lleganLa ancianita es confortada mientras la corteza terrestre se mueve como gelatina y extraños a la hora final. pre)
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón tizano del Sistema Náclona Selbtastá us Misteria teramata uderade rique huye de Buena Vista. Castillo)
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