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LA REPUBLICA. Lunes 14 de noviembre de 1983 8 de noviembre de 1983.
CAMPO PAGADO Señor Dr. Eugenio Rodríguez Vega, Ministro de Educación Pública Su Despacho Muy estimado señor: Por medio de diversos medios nos hemos enterado de un posible convenio suscrito con el Gobierno Español con el fin de producir textos escolares. Al parecer, se pretende imprimir la totalidad de ellos en España. De ser así, queremos hacer algunas observaciones antes de que el Convenio sea definitivo. Como es lógico, nos gustaría contar con el texto completo de dicho convenio, como una manera para emitir juicios correctos e inequívocos sobre el asunto.
Creemos que es importante que los sectores interesados sean consultados en aspectos tan relevantes para el país, como son los textos esco lares de primero y segundo ciclos. Hemos logrado el consenso de casi la totalidad de los libreros, distribuidores, autores, editores e impresores de Costa Rica con base en el conocimiento que tienen nuestros asociados en el campo del libro, es que hacemos las siguientes observaciones: Tradicionalmente, en nuestro país, sus autores más representativos han contribuido a la elaboración y diseño de los textos, dentro de pautas que reflejan la identidad nacional y aquellos valores que conforman nuestra idiosincrasia. Tenemos así que estos textos tienen el sello y la presencia de figuras como Carlos Gagini, Roberto Brenes Mesén, Carmen Lyra, José María Zeledón, Omar Dengo, Porfirio Brenes Castro, Francisco Amiguetti. Joaquín García Monge y Emma Gamboa, que constituyen baluartes donde se unen la pedagogía nacional y el espíritu universal de una cultura pluralista y enraizada en nuestras tradiciones más hondas.
Quisiéramos saber si se ha tomado en cuenta, para elaborar los nuevos textos, a aquellos escritores y artistas que, por su relevancia, representan en la actualidad la conciencia e identidad de Costa Rica, expresada por el quehacer de sus más representativos intelectuales. Un libro de texto es, a la vez que una elaboración donde se encuentran la pedagogía y el humanismo, una forma de expresión de aquellos valores que conforman nuestra identidad y valores nacionales. Ellos deben contener, junto a una visión global, la percepción especial de ese país que somos y que nos define en el contexto de las naciones hispanoamericanas. Ellos deben reflejar nuestras aspiraciones y anhelos, así como la visión acertada de nuestros problemas y singularidades, que nos perfilan como país democrático, civilista, amante de la paz y con valores propios, cuyo cultivo encierra esa trayectoria histórica de la cual nos enorgullecemos. Uno de los actos que refleja la madurez de un pueblo es cuando con plena conciencia procede a elaborar sus libros de texto, sin iniposiciones extrañas, con análisis de sus propios valores y dentro de un contexto en el que puede valorarse su capacidad de afirmación de su soberanía intelectual y económica. Un país como el nuestro debe afirmar su independencia en un campo tan importante como lo son la creación, edición.
impresión y distribución de sus libros de texto, así como la participación en éste de todos los sectores que comprenden la industria editorial, que y son la base de un sistema de desarrollo que beneficia a grandes sectores de costarricenses.
Invertir recursos en fortalecerlo es contribuir a desarrollar la cultura nacional y dar ocupación a amplios sectores de trabajadores de Ces.
ta Rica. Que, en los últimos años se ha producido un desarrollo notorio de la Industria Editorial. Es fácil comparar la calidad y cantidad de textos producidos en el país en el último tiempo, con los editados anteriormente o los traídos del exterior.
Que este desarrollo editorial ha permitido el empleo de mano de obra nacional en todo el proceso de edición, además del perfeccionamiento técnico de gran cantidad de trabajadores en Artes Gráficas. Que la industria privada y pública han unido esfuerzos a través del Instituto del Libro, para coordinar con autores, editores, libreros, distribuidores e impresores de libros, toda aquella actividad que signifique desarrollar un mejor trabajo editorial y un perfeccionamiento profesional. Que, con la producción nacional, hemos logrado rebajar sustancialmente las importaciones, con los ahorros lógicos de divisas para el país aunque no dejamos de importar los libros necesarios para mantener al país actualizado en los avances técnicos, científicos y sociales del mundo. Para las diversas instituciones o entidades que suscribimos la presente carta, resulta preocupante el que exista, en la esfera pública, maquinaria y talleres ociosos, que no pueden realizar trabajos de edición e impresión por carecer de apoyo institucional. Existe un gran desperdicio de recursos dispersos, los cuales apenas empiezan a inventariarse, que constituyen una gran inversión del aparato estatal, y cuyo sistema está totalmente subutilizado. La empresa privada, por su parte, está en capacidad de asumir esa responsabilidad y sabemos que algunas editoriales costarricenses podrían muy bien imprimir diversos textos, con el consiguiente apoyo a nuestra industria editorial y estímulo a los trabajadores costarricenses. Esa impresión podría hacerse a bajo costo, dada la gran demanda de los libros.
Resulta absurdo e incongruente que los textos nacionales, pudiéndose confeccionar, imprimir y editar en Costa Rica tengan que sufrir un proceso de re importación, con la consiguiente carga en los costos, producto de los fletes y otras cargas posibles. No tenemos claro qué pasará con los textos que se usan actualmente, ni con los que se importen con anticipación a los cursos lectivos para los años 1984 y 1985. Son varias las interrogantes que mantendremos hasta no tener una respuesta oficial del Ministerio de Educación. Sólo queremos aportar al máximo en un campo tan delicado y crucial para el desarrollo cultural de nuestro país.
Señor Ministro, entendemos su preocupación por mejorar el nivel educativo del país, pero solicitamos ubicarlo en el contexto social y económico de Costa Rica, sin perjudicar a sectores importantes de la vida nacional.
Sr. Alfonso Chase, DIRECTOR INŠTITUTO DEL LIBRO MINISTERIO DE CULTURA, JUVENTUD DEPORTES Lo saludan muy atentamente, Sr. Luis Goicuria del Campo PRESIDENTE CAMARA DEL LIBRO Dr. Fernando Durán Ayanegui, PRESIDENTE ASOCIACION DE AUTORES DE COSTA RICA Sr. Eduardo Montesinos, PRESIDENTE ASOCIACION COSTARRICENSE DE EDITORES PROFESIONALES (ACEP)
Sr. Luis Fernando Calvo, PRESIDENTE COMISION NACIONAL DE LECTURA Firma responsable: José Francisco Garbanzo Céd. 194547 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional y de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
Este documento no posee notas.