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LA REPUBLICA. Lunes 10 de octubre de 1984 19 Revolución y evolución musical en Vida y trabajo Os се Lic. Mario Campos Mohr lo es DS תכ ACE ya bastantes años que se produjo en nuestro país la revolución musical cuyo comandante en jefe y progenitor fue Guido Sáenz y cuyo patrocinador y soporte desde el más alto nivel fue José Figueres. En aquel entonces fue un acto de valor y de renuncia a sentimentalismos obsoletos, proceder a cambiar los veteranos profesores de la Sinfónica Nacional que ya habían dado lo que podían dar de sí y, por qué no decirlo, de aquellos cuya calidad profesional dejaba mucho que desear. Sobre esto último, vale la pena recordar que algunos de los instrumentistas se contentaban en los conciertos con hacer la pantomima de mover los dedos sobre las llaves de un instrumento de viento o hacer que pasaban el arco sobre las cuerdas, en movimientos en los que se percibía claramente lo falso de los mismos. Por esto y por lo que significaba cambiar profundamente la estructura de la Sinfónica, tiene que haber sido un parto doloroso el que dio origen y nacimiento a lo que hoy es la agrupación que nos brinda el placer estético de escucharla, renovada y rejuvenecida.
que quiero referirme específicamente.
Los beneficios de su creación los hemos ido apreciando paulatinamente, a través de una palpable evolución que ha producido magníficos intérpretes que han ido reemplazando sin prisa pero sin pausa, a aquellos veteranos que después de colaborar durante muchos años a nuestra cultura musical al más alto nivel, se acogen a su merecido descanso. Cada concierto nos muestra nuevas caras juveniles, algunas con los claros rasgos de la adolescencia en toda su frescura aún, otros y otras algo más mayores, pero todos con una satisfactoria madurez musical e interpretativa, que aunada a la vasta experiencia del resto de miembros de la orquesta, ha hecho realidad casi el anhelo de contar con una Sinfónica netamente nacional (sin chauvinismos. in de del rer de la esa fe: dor ue ice CARACAS. ALA. Releyendo, casi por azar, el admirable elogio que, sin reticencia ni sombra de rivalidad, escribió el gran economista norte americano Joseph Schumpeter con motivo de la muerte de Keynes, me encuentro con una frase que tiene un alcance vasto y una gran Arturo Uslar Pietri.
significación Dice Schumpeter de Keynes, entre otros muchos elogios, que formaba parte de aquellos seres entre cuyos principios esta el de no permitir jamás que la ocupación se convierta en trabajo Está dicha, en esa breve frase, toda una luminosa explicación de uno de los males principales de nuestra civilización. Ocupación y trabajo no son la misma cosa, aunque casi siempre los tomemos por sinónimos. Ocupación es aquel hacer o pensar que absorbe y dirige nuestra atención y nuestra voluntad. Está ocupado el artista, el creador, el buen artesano, el cultivador vocacional de la tierra, que mira su esfuerzo hasta la cosecha casi como una obra de arte. Trabaja aquel hombre que vende su tiempo para realizar, con esfuerzo y cansancio, una tarea que le es indiferente y a ia que no se siente espiritualmente asociado.
Esto arranca de los orígenes mismos de nuestra civilización. El hombre prehistorico caza ba, pesca ba, recolec ta ba frutas y leña para hacer fuego, no como un trabajo, sino como el objeto mismo de su existencia. Descan saba, desde luego, pero no porque abominara de su ocupación sino para reponer sus fuerzas para seguir en aquella actividad que se confundía con su vida misma. Entre los pueblos primitivos que hoy subsisten en Africa y en América, no existe propiamente el trabajo sino la ocupación, todos están ocupados en el empeño único que conocen y necesitan, el de sobrevivir en medio de la naturaleza hos til.
La aparición de la esclavitud, desde los tiempos más remotos, contribuyó poderosamente a esta distinción entre ocupación y trabajo. Tra bajo y esclavitud vinieron a significar, prácticamente, lo mismo. El señor ten ia ocupaciones pero el esclavo tan solo trabajos.
La huella de esta situación ha quedado grabada profundamente en la conciencia colectiva, en las palabras con que denominamos al trabajo. En las lenguas modemas, además del sentido de prestación de un servicio, tiene tam bién acepciones su ido de ingrata resonancia que significan esfuerzo, dolor, pena, y hasta tormento.
Labor se llaman los últimos y más do lorosos momentos del parto para la mujer. Homme de peine se dice al trabajador en francés. Ese hombre que pena, o aquel que está en toil o en labor en inglés, o ese que hace o padece trabajos, en nuestra lengua, con firman y afianzan esa trágica separación entre vida y trabajo. Vida y ocupación son la misma cosa, como lo eran para el hombre primitivo y como lo son hoy para el artista creador y para el artesano orgulloso de su habilidad. Pero trabajo y vida no parecen ser la misma cosa para el moderno as alariado, que tiene la sensación de hacer su tarea por una imposición que, las más de las veces, le parece injusta y contraria a su deseo. Se trabaja para ganar la vida.
La raiz más remota de nuestra palabra trabajo viene de Roma y designaba el tripalium. un sistema de torturar hombres que consistía en descoyun tarlos manteniéndolos atados tensamente a tres palos.
Tan viejo como la raiz es el sentimiento adverso. Poco pudieron servir para modificarlo los largos regímenes de esclavitud y servidumbre que por tantos siglos estuvieron asociados al trabajo. Si el trabajo era una forma de tormento, el no trabajar venia a convertirse en la felicidad, ocio y felicidad igualmente inalcansables.
Este concepto erróneo está en el fondo mismo de todo el pensamiento de las utopias políticas. Todos sabemos que el hombre no puede subsistir sin trabajar. que el trabajo no sólo no tiene por qué ser un tormento, sino la sola y más hermosa manera que el hombre tiene de justificar su vida.
La sociedad del futuro será la que haya resuelto este equivoco de tan larga vigencia. Cuando los hombres todos, sin excepción, consideren como una humillación el ocio y como el objeto mismo de la vida integrarla a una actividad creadora de bienestar y de riqueza para todos.
El hombre puede y debe eliminar las injusticias sociales, que todav ja abundan, pero considerar el trabajo como una de ellas seria absurdo y suicida. La vida verdadera y digna de ser vivida no puede ser otra cosa que ocupación, es decir, entrega a un fin creador que nos justifique y nos dé dignidad. Eso de beria ser el trabajo.
Un para iso de ociosos sería un corral de ton tos. Cid invitaba a sus hijas a verlo combatir desde las murallas de Valencia para que vieran cómo se gana el pan. Aquel trabajo diario no era para él tormento, sino gloriosa ocupación. ALA. No obstante, al no poder reemplazar los antiguos integrantes del grupo por nacionales idóneos, hubo necesidad como se sabe, de contratar profesionales extranjeros para poder dotar al conjunto de una alta calidad. Al respecto, recuerdo una anécdota que ilustra sobre este fenómeno de transición: cuando quien suscribe producia para Radio Universidad de Costa Rica un programa titulado Grandes intérpretes en el Teatro Nacional. tuvo la oportunidad de entrevistar a so listas de fama mundial, que en ese tiempo desfilaban con mayor regularidad que ahora por ese escenario; uno de ellos, un famoso pianista que interpretó en esa ocasión el Concierto No. de Tchaikowsky, a la pregunta sobre qué le parecía nuestra Orquesta Sinfónica Nacional. respondió con toda franqueza (y transcribo textualmente. Para ustedes será su Orquesta Sinfónica Nacional, pero no para mi, pues muchos de estos músicos los he visto en Francia, Suiza, Inglaterra, Estados Unidos, etc.
La colaboración de los nuevos profesionales trajo un mejoramiento en la calidad de los conciertos muy sustancial, como ha podido ser apreciado por quienes hemos tenido la costumbre de asistir a ellos: y como una consecuencia de ese mejoramiento, fue creado adscrito a la Sinfónica, el Programa Juvenil y es a éste que bre Hay algo además, que contribuye a aumentar la satisfacción de ver realizado lo que pudo parecer un sueño utópico: junto con la aparición de jóvenes directores de orquestas nacionales de excepcionales cualidades, hemos visto surgir varios jóvenes solistas, que nos hacen esperar un halagüeño futuro para la música seria en Costa Rica y una proyección de nuestros valores en ese campo a ámbitos más amplios. Acabamos de ver y oir al joven solista de violin José Aurelio Castillo, quien con su prácticamente impecable interpretación del Concierto para violin y Orquesta de Mendelsohnn, convenció ampliamente al auditorio de sus dotes de solista y del horizonte que está abierto a su vida artística. No es de extrañarse que haya tocado bajo la dirección de Herbert von Karajan, según hemos tenido noticia, y que sea el concertino de la Sinfónica Nacional. De él y de los otros solistas jóvenes que ya han debutado en el Nacional, cabe esperar que nuestra cultura musical se extienda y trascienda aún más que hasta ahora. como no podemos dejar de mencionarlo, da tristeza ver como la irresponsabilidad o el descuido de algunos funcionarios de gobierno, en forma francamente imperdonable, tiene a estas alturas al Programa Juvenil de la Sinfónica sin techo, y ha llevado a quienes altruístamente trabajen por ese inestimable esfuerzo cultural, a situaciones dramáticas para mantener funcionando el programa; dichosamente está a flote y confiamos en que de algún modo se les den todos los recursos para que tanto la Sinfónica como el Programa Juvenil no detengan su exitosa carrera, que debe ser motivo de muy legítimo orgullo para todos los costarricenses.
por el stacasi Que Ires lo a deflsus de Sindicatos y huelgas Lic. Oscar Bejarano Coto la historia moderna, los otras formas de obtener mejoras, dentro trabajadores lucharon desde de ellas, con mayor énfasis, en la solula Revolución Francesa hasta ción, muy costarricense, del solidarismo.
el inicio de la Revolución InEl sindicalismo está llamado a desemdustrial a mediados del siglo peñar en la sociedad moderna democrátipasado, por el derecho de asoca un papel importante, a condición de ciación, que les permitiera agruparse en que lo sepa desempeñar. Para eso los lídesindicatos. Obtenido ese derecho con res sindicales deben no sólo ser inteligengrandes sacrificios, de todo tipo, iniciaron tes, sino preparados, de suerte que entienla lucha por obtener el derecho de hueldan que las coyunturas históricas que se ga, lucha que les llevó hasta principios de viven hoy, implican que no todas las neeste siglo. Obtenidos ambos derechos, los tajas. En la década de los años setenta, he trabajadores que creyeron en él. No hubo gociaciones deben ser para beneficios, sitraba ores y sindicatos conquistaron mos visto como los sindicatos iniciaron negociación, como siempre; no hubo preno también para sacrificios. Para muestra, derechos que se han incorporado en las las huelgas, presionando. no siempre siones de nadie, como siempre; no hubo de sindicalismo responsable, la congelalegislaciones de los países occidentales, las mejoras económicas y sociales que no concesiones patronales ni renuncia a reción y disminución de salarios que aceptanto en las Constituciones Políticas coobtenían mediante el diálogo o los cana presalias, como siempre. No hubo nada, taron los sindicatos de la industria del aumo en los Códigos de Trabajo.
les legales. Pero en la década del ochen excepto el dolor de dos muertes, el hamtomóvil en los Estados Unidos, cuando Dentro de los derechos que tienen los ta estamos presenciando algo mucho más bre para los trabajadores, y la nada para las empresas estaban perdiendo dinero. sindicatos y los trabajadores, que con maimportante, y desde luego, más grave para el sindicato.
esto no es aislado; en la crisis económica yor énfasis defienden, están los relaciona los intereses de los sindicatos y de los traEsto debe llevarnos a meditar en que que se vive, el sindicalismo en los grandes dos con la contratación colectiva, que les bajadores: la destrucción del sindicalisestamos viviendo un cambio histórico países, acepta congelamientos, reducciopermite obtener ventajas o condiciones de mo y el derecho de huelga.
nes, situaciones que afectan jornadas, saque afecta al sindicalismo y a los trabajatodo tipo, económicas y sociales, superio No cabe duda de que la recién pasada dores; tanta lucha histórica para lograr el larios, bonificaciones, vacaciones, todo res a las mínimas concedidas por el Es huelga de la Compañía Bananera de Cosderecho de asociarse libremente en sindi a fin de coayuvar a la solución de los protado a través de las leyes.
ta Rica representa un caso excepcional catos y el derecho de huelga, y todo perblemas de las empresas y de los países.
En la historia patria, reciente, vemos dentro de la historia del movimiento sindido por la irresponsabilidad de unos diri Pero aquí no: todavía se sigue con la viedical costarricense y de las luchas huelcomo en la década de los años sesenta, el ja táctica de pedir cien para lograr diez; gentes con cabeza más politica que sindisindicalismo inició la negociación de insguísticas. Es, para lápida de los dirigentes cal.
de pedir más salarios y vacaciones, y metrumentos colectivos, sobre todo convenque tienen el dudoso honor de ser los caunor jornada de trabajo. ese paso, están ciones, abriendo, brecha dentro del derezas santes, la primera huelga que termina con. Creemos que los trabajadores dejarán cerca del entierro los dirigentes sindicales cho laboral, y logrando importantes ven una total derrota del sindicato, y de las. de confiar en los sindicatos; buscarán costarricenses. Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregon Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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