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LA REPUBLICA. Viernes 23 de noviembre de 1984 A Nuestra realidad actual leh sandy la que Lic. Luis Fernando Moya Mata parr gan hon ta ca futuro siempre ha sido incierto. Lo único segure es la muerte. Así de simple. Pero, nuestro tuturo, el de todos nosotros, los costarricenses, que antes solamente nos inquietábamos acerca del porvenir personal, es todavía más incierto, peor aún, angustioSO. El armamentismo que abruma el istmo centroamericano, más allá de toda proporción, por encima de cualquier necesidad de defensa soberana, ha convertido la zona en un verdadero estado de calamidad. Poco a poco se nos informa de la cantidad y sobre todo, de la calidad de equipo bélico que le ha sido facilitado a la República de Nicaragua, a la que antes con espontaneidad le llamábamos hermana. pero que ahora le miramos con prudente preocupación; y esta muestra de poderio nos angustia y nos llena de zozobra. De qué sirve la valentía de los costarricenses, frente a la fuerza de las máquinas de muerte que nos circunda?
En este sentido, estoy de acuerdo en que la Neutralidad proclamada a los cuatro vientos por el presidente Monge, es el único resguardo contra esa desproporcionada cantidad de equipo bélico que de defensivo toma ahora el camino diametralmente opuesto. Nuestro pueblo debe seguir viviendo en paz, porque ése ha sido considerado nuestro derecho legítimo, enraizado en lo más profundo del alma aragi afere internamente. Ahora que está de moda la política en Costa Rica siempre está de moda, los candidatos que se manifiestan todos los días por los medios de comunicación colectiva, debieran hacer planteamientos serios sobre cómo van a resolver este tipo de problemas, y no limitarse a enunciarlos, como usualmente lo hacen en sus afanes de propaganda.
La gente común y corriente, cansada de mucha promesa y de mucho engaño, pareciera que se muestra fastidiada de es cha tanta oferte de cambio La ind ferencia cunde en el ambiente y esto, junto con lo otro, sí que resulta fatal para nuestro régimen democrático. es que las cosas están ligadas entre sí. El factor económico y social, tiene una relación directa con el interés politico. Si hay bienestar y satisfacción, el pueblo cree y se manifiesta entusiasta con los líderes que poco a poco asoman en el campo público.
Pero si es le contrario, miran los ciudadanos a aquellos como otros más en el desfile de los personajes que prometen y no cumplen, que dicen y engañan.
Lo que se escribe es reflejo de la reali dad circundante. No se trata de articulos pesimistas u optimistas. Simplemente de análisis de realidades. Nuestra situación actual, en el ámbito centroamericano, for mando parte de él, como dije al principio es incierta e insegura y fuera de nuestro alcance reformarla o cambiarla. Pero, la interna, a pesar de nuestra pequeñez y pobreza, si podemos cambiarla. Es más, tenemos que cambiarla, porque de otro modo seremos uno más de los otros paises de la región, a pesar de que sigamos creyendo que somos distintos a ellos.
nacional. Pero para ello, algo debe hacer se para evitar la confrontación de las clases sociales que comienzan a polarizarse peligrosamente en Costa Rica. Si bien es poco, muy poco, mejor dicho nada, lo que podemos hacer los costarricenses para evitar la escalada armamentista en Centroamérica, porque ni aun nuestro ejemplo ha servido de algo a la causa de la pacificación, si podemos hacer mucho por tratar de alcanzar la propia paz social interna. Sin embargo, muy flaco servicio se le hace a la Patria, cuando son precisamente los pobres, los necesitados, quienes absorben con dolor y desesperación, el flagelo de la devaluación de nuestra moneda y el latigazo de la inflación y con ello, el aumento inmisericorde en los precios de los alimentos y de la ropa, imposible de alcanzar con sus escuálidos salarios.
La falta de vivienda digna, la escasez de fuentes de trabajo y la frustración colectiva, además de la desaparición de una clase media que fue el bastión que ostuvo el equilibrio social en Costa Rica, son apenas algunos de los síntomas de esta descomposición que en forma paulatina va haciendo ese futuro de que hablo, cada día más incierto y más penumbrošo.
odri nuch uello Se anuncia para el año entrante una deserción de un treinta por ciento de los estudiantes en secundaria. Es decir, que la matrícula para el colegio descenderá a niveles alarmantes. Producto de qué?
Precisamente de este mismo fenómeno que aqueja a nuestro país y que ha cambiado así, de un solo golpe, como terremoto iracundo, la estructura socioeconómica que durante unos treinta años lo mantuvo en un sitial de prestigio en el mundo. Profesionales que hoy se muestran frustrados porque no encuentran campo en que desenvolverse, campesinos abandonados a su suerte y obreros sir trabajo, son un pequeño quien quita que más bien grande. ejército de incon formes con la situación que les rodea.
Esta es la guerra que debe ser librada que gali bred so, ces.
es ir gnid!
Las opiniones contenidas en los artículos publicados en esta página, son las personales de quienes las firman y no coinciden, necesariamente, con las del Periódico.
eod. no revalt Cumpleaños neutralidad Dr. Mario Muñoz Quesada ostosi uerta acues La concertación social: El futuro del derecho del trabajo ndo Lic. Oscar Bejarano Coto ta pari ecina Derecho del Trabajo nació con la Revolución Industrial en la segunda mitad del siglo XIX. Desde entonces no ha cesado de evolucionar, en forma asombrosa, hasta alcanzar los elevados niveles de protección al hombre que trabaja que hoy día vemos en los derechos nacionales y en el plano internacional.
En la parte individual, que gira en torno al contrato o relación de trabajo que celebra un trabajador con un patrono, es bien poco que ya puede ofrecerse, pero en el plano colectivo, que atiende a los intereses profesionales de grupos de trabajadores y empresarios o grupos de empresarios, todavía queda algo por avanzar.
El esquema, hasta ahora vigente, en el derecho colectivo, había venido girando en plano de los contratos colectivos de trabajo, por medio de los cuales los grupos organizados de trabajadores obtenían ventajas para todos los trabajadores, mediante los instrumentos de negociación colectiva, fundamentalmente por la llamada convención Colectiva de Trabajo que tiene rango de ley profesional.
La crisis económica que sin piedad gol pea, desde hace algunos años, a todas las economías del mundo occidental en las cuales puede hablarse propiamente de esta materia, ha visto ese esquema afectado al punto, casi, de su desaparición; esto, desde luego, con mayor énfasis en los países en vía de desarrollo como son las naciones latinoamericanas.
En Europa, siempre adelante en todas las cosas que miran al avance del derecho, se inició un movimiento, primero en los países nórdicos, luego en los de origen latino, tendiente a buscar un esquema de compromiso entre los grandes factores de la producción (Estado empresarios trabajadores. que atendiera a la solución de alto nivel de los problemas laborales dentro de un concepto de macroeconomía.
Esto, desde luego, implica una solución de compromiso que requiere fuerza política de todos los involucrados; requiere un gobierno fuerte, un grupo de empresarios unido y, lo que es más difícil, una centralización sindical que tenga la necesaria y suficiente representatividad de los trabajadores de la nación como para ser el vocero autorizado que comprometa a todos.
En España o Italia, países que conocieron un régimen político de tipo corporativo en que los sindicatos estuvieron integrados durante muchos años a la organización del Estado, la cosa a pesar de sus dificultades, se ha logrado. Buena prueba de ello es el Acuerdo Scotti (llamado así en honor al Ministro de Trabajo de entonces) de enero de 1983 en Italia.
Mediante estos pactos, compromisos o concertaciones sociales, las tres partes se comprometen a plazo a ciertas medidas que permitan la reactivación de la economía. El Estado se compromete a mantener adecuados niveles de gasto público, de tasas impositivas, para controlar la inflación; los empresarios a reinvertir utilidades, crear nuevos empleos, y los trabajadores a permitir reorganizaciones de personal, nuevos horarios o jornadas de trabajo, etc. política es la ciencia de la realidad, y la neutralidad.
que ahora festeja su primer cumpleaños fue en engendro de una politica de irrealidad.
La concepcia de esta idea de la neutralidad. más que una forma de vivencia de la sociedad costarricense, es la elevación al absurdo del desentendimiento de una forma de razón del costarricense. De ahí que la neutralidad haya venido a calar tan hondo, como en otra época lo hizo la domesticación figueriana. Al igual que ésta, una neutralidad sacada de la manga y que se quiere a hora sublimemente elevar a rango constitucional, e imponer por la fuerza de un convencimiento que no convence, como buena y segura, no es más que un absurdo y un inminente peligro para el país.
El Gobierno y los que asesoran, asusan y alimentan la idea de la neutralidad per petua, activa y no armada (ni siquiera Suiza se ha atrevido a llegar tan lejos. han confundido, y todavía los tiene confundidos, un principio social elemental del ser costarricense, haciendo creer a mucha gente, de afuera y de adentro, que el pacifismo de nuestra sociedad, heredado de los ver eros padres de la Patria, es sinónimo de la neutralidad que ahora se festeja. Tan absurdo es eso como la idea, y tan absurdo sería continuar aceptando que por nuestra neutralidad (o mejor dicho la del Gobierno. se nos va a garantizar como por arte de magia la inmunidad soberana.
Es por eso que pienso que la aludida neutralidad no ha sido más que una idea des velada de un trasnachado que engendro legalmente una tontera de dos cabezas que no piensan y no ven más allá de sus propias narices.
No es lógico ni menos entendible que en razón de la machacada neutralidad. se esté dando al traste con los esfuerzos económicos del Gobierno que desea, por una parte, el advenimiento de capitales e inversión y, por otro lado, no garantice la seguridad económica y social para esas inversiones. También es irracional que por imponer a la fuerza la neutralidad. se espere con las manos tendidas la llegada de la ayuda económica de la Comunidad Europea que prometió, y no se trate, siquiera por envidia, de imitar la inteligencia del Gobierno y pueblo de Honduras, que sin proclamarse neutral. se ha ganado nada menos que cuatrocientos millones de dólares por permitir que un país aliado y democrático efectúe maniobras militares en su territorio, que le dan seguridad interna.
no ha sido ni una sola vez violado con bombardeos, crímenes, terror, balazos y morterazos y otros actos de guerra de los sandinistas.
En cambio, en Costa Rica, con su tonta neutralidad todavía mal entendida, sucede lo contrario, y cada día que pasa, viene me nos inversión extranjera, se van más capitales, se empobrece más la gente y nos volvemos cada vez más pedigüeños y más tontos.
Ojalá que esta enfermedad que se llama neutralidad no sea contagiosa para otras administraciones y que esta calenta sea ue estar caler sólo de algunos de los actuales funcionarios de turno, que no do política es la ciencia de la reandido la Ha llegado la hora de pensar con la cabeza y con los pies en la tierra y de dejar de hacer desfiles y comedias teatrales que como fiesta de un día son muy bonitas, y enfrentar como una verdadera realidad, en toda su dimensión, la necesidad social que requiere el pueblo.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
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