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LA REPUBLICA. Lunes 15 de abril de 1985 17 ¡COMO ESTA EL ARROZ!
La Cámara Nacional de Granos Básicos ha venido suministrando datos de que en el país hay registrados unos 800 productores arroz entre pequeños, medianos y grandes y aproximadamente 000 más de ellos que realizan siembras de subsistencia.
Todos los años se repite la misma historia con la producción del arroz.
Se le da a entender al costarricense que los arroceros obtienen fabulosas ganancias por el patrimonio estatal, lo que no pregonan es que el Gobierno percibe por cada tonelada de arroz y se le carga al consumidor aproximadamente, el 30 por ciento de cargas impositivas, que vienen a beneficiar al fisco.
que se le exigen al productor quien año con año arriesgando su patrimonio, su honorabilidad ante los bancos, su salud y otras situaciones, ha llegado a tomar la agricultura como una lotería.
Los buenos años con las limitaciones en cuanto a utilidad y precios, cuesta verlos y cuando con ellos se obtiene buena ganancia, ésta es para cubrir pérdidas anteriores y adecuaciones. Esta es la verdadera realidad del productor de arroz!
SEGUNDO ARROCERO: Queremos exponer y determinar quién es el segundo arrocero; es el agricultor que siendo propietario de la tierra y ya cansado de la incertidumbre, la falta de comprensión y pérdidas que ha obtenido y a quien los bancos no solamente les han cerrado las puertas, sino que los han obligado a vender parte del patrimonio e hicieron como firme determinación, el transformarse en vez de agricultores, en comerciantes de alquiler de tierras, la mayor parte de ocasiones especulando en forma realmente alarmante. Los alquileres de terrenos o fincas se han ido incrementando año tras año, y los que rigen en la cosecha del presente año realmente dejan poco margen o ninguno, a quien sin ser propietario se ve forzado a pagar los precios que se le exigen.
La verdadera realidad es que existen tres clases de arroceros: PRIMER ARROCERO: El verdadero productor arrocero es el que siembra con préstamos bancarios debido a que no cuenta con recursos económicos suficientes para hacerle frente a la inversión que necesita para realizar siembras y pagos de insumos. Es el productor arrocero el que corre el riesgo de perder su inversión hasta de un cien por ciento. este arrocero se le obliga a pagar todos los rubros al contado y en algunas ocasiones por adelantado. Como si esto fuera poco se ve obligado en garantizar por varias veces su valor a quien le suministre bienes y servicios ya que por otras causas ajenas al productor, se le ha culpado de mala fe y como mal pagador.
Se le exige en la mayoría de los casos pagos adelantados de inmediato, aun cuando las probabilidades de éxito en la cosecha no son seguras y contraen muchos riesgos.
Es aquel, a quien todo el mundo le sonríe mientras le vende productos a precios muy altos y a quien se le da la espalda, o se le hace mala cara una vez entregados los insumos y servicios.
Casas comerciales, compañías de fumigación, transportistas, gasolineros y recaudadores de impuestos, cuando reciben la paga por su labor, se retiran sonrientes con su utilidad en la bolsa, ganancias que en la mayoría de veces, doblan lo que se cobra en otros países.
La Banca Comercial recibe sus intereses, cobra por peritazgos año tras año; el abogado que redacta y autentica los documentos así como quien los procesa, cobran sus servicios por adelantado.
Los bancos se garantizan en demasía por los servicios que prestan. Los operadores de maquinaria y trabajadores permanentes y temporales, reciben su salario semanalmente, incluyendo vacaciones, seguro social, Banco Popular y otras prebendas sea que el agricultor recoja o no su cosecha.
Por otra parte, el Estado cobra el impuesto sobre la Renta, Territorial y otras cargas impositivas en todos los casos, sin tomar en cuenta de si lo producido por el agricultor le deja ganancia o pérdida.
Al momento de la recolección del arroz, aun cuando únicamente se reconoce el 30 por ciento en el préstamo bancario, el pago del servicio debe ser estrictamente al contado y contra saco recolectado.
Las compañías de transporte con la falacia establecida de que el productor hace clavos de oro con la cosecha, cobran en las épocas, hasta dos veces más por quintal en trayectos que normalmente durante el año el precio es mucho menor, por la misma distancia recorrida; el agricultor sin alternativa debe pagar los altos precios al transportista, de lo contrario se expone a que se pierda su arroz en el campo.
Si el productor de arroz estuviera cubierto por la póliza del seguro de cosechas del Instituto Nacional de Seguros, caso de perderla parcial o totalmente, los reglamentos existentes no les garantizan ni un 15 por ciento de las pérdidas y como si fuera poco los peritos harán lo humanamente posible para que se le pague a los productores porcentajes menores.
Podríamos extendernos en innumerables series de obligaciones Lo anterior favorece a los pocos productores de gran poder económico y quienes cuentan con otras prebendas para poder hacerle frente al alto esquilmo contratado.
TERCER ARROCERO: Seguidamente nos referiremos al tercer arrocero a quien la mayor parte de las veces se le confunde con el verdadero productor.
Este es el que cuenta con plantas industrializadoras de arroz. Su función específica es la de adquirir del productor arrocero, con préstamos bancarios de patrimonio nacional, las cosechas que el primero produce.
Continúan su función de industrializar el grano y posteriormente comercializarlo en el mercado nacional. Se ha fijado como norma general que el precio del grano se establece y se rige por escala de acuerdo con la humedad e impurezas que contenga con los que se obtienen siempre los mismos rendimientos de una variedad que como en el caso de las cultivadas en Costa Rica los rendimientos en el precio de limpieza son muy altos.
Debido a que los productores nunca han contado con sus propias instalaciones industriales y que la compra del arroz está concentrada en unas pocas compañías arroceras, las negociaciones de las cosechas del productor, les proporciona grandes márgenes de ganancia; quienes lo industrializan hacen que el proceso y la comercialización del grano se convierta en un magnífico y lucrativo negocio, con riesgos infinitamente inferiores de quien lo siembra y recolecta.
La Cámara Nacional de Granos Básicos, por años ha venido haciendo reiteradamente la defensa de que el principal responsable y el que tiene todo el peso del trabajo y los riesgos; el que arrastra y lleva todo el peso de la carga en el sector arrocero, es el agricultor nato de arroz.
Como agricultores solicitamos justicia y comprensión al Gobierno de la República.
Confiamos que por medio de nuestros representantes en la Comisión Reguladora del Arroz, recién decretada, que de una vez por todas, medien sin atrasos y se fijen los mecanismos necesarios para que definitivamente se regulen y fijen automáticamente y justicieramente en los años venideros, las políticas de precios, tanto en la estructura de costos como en la sustentación.
Atentamente, FILIAL CAMARA DE GRANOS BASICOS DE ABANGARES HAL CEBA SALAZAR, PRESIDENTE ANTONIO CASTILLO ZUÑIGA, VICEPRESIDENTE Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio Cultura y Juventud, Costa Rica.

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