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ton EL ATLANTICO ADMINISTRADOR JOS. THOMAS APARTADO No. 199 TODA LA SEMANA EN UN DIA Número 37 de Agosto de 1950 Limón, Costa Rica Vale 25 cts.
Año Cosas que chocan por los caminos polvorientos y tras de los Setos No debía permitirse en Limón Fué un tera CONTINUACION que los niños juegen diII terrenos de labranza, hasta que, por nero en las calles El espectáculo de los detenidos, es fin, nos encontramos solos. Solo enGamines en las Calles Varios vecinos de esta ciudad, posados entre dos o más carabineros, tonces se dio cuenta mi padre que se Con tristeza hemos notado que era ahora frecuente por el camino había olvidado de algo sumamente im quienes son padres de familia, donde viviamos por allí debían pasar aún en horas lectivas pululan todos los arrestados en una docena de portante: su provisión de tabaco. Cómo nos ha rogado que hagamos iba a pasar toda una jornada, respi pública su protesta por el especpor las calles de Limón menores pueblos dependientes de nuestra cabeza rando el aire denso de Fucino, sin táculo, poco edificante de mulde edad que debieran asistir a de partido, y debían venir a pie, a falta una brizna de tabaco que fumar? ΕΙ titud de niños que están todavía escuelas, Verdaderas gas de otro medio de transporte. Dicho sol ya se había levantado y estábamos camino constituia la salida natural de la demasiado lejos de casa para volver en edad escolar, jugando en las de limpiabotas acosan a los tu región hacia la llanura del Fucino. Como ella. Me senti particulamente mortificado calles dinero por medio de tronristas e importunan a estimables carecía de un firme duro y permanente, al escuchar a mi padre, que no cesaba pos, a vista y paciencia de los personas que vienen al Puerto cambiada de aspecto según la estación de repetir. Nunca me había sucedido. Guardias Civiles.
nunca hasta ahora. Sería mía la culpa?
en busca de tranquilidad y des.
Nos dicen también que sería por el camino una larga procesión de Estaba consternado. Aquella jornada canso.
burros, mulai, vacas y toda clase de para mí miserable, se había oscurecido de desearse que tanto las esSi vamos al cine con nuestra caraos, acompañada de numerosos ha de pronto. Llegados al labrantio, mi cuelas como los guardias interbitantes del familia, desde una cuadra antes en sentido inverso y visiblemente fa lugar; y todas las tardes, padre desunció los bueyes y se puso a vinieran evitando este especarar, sin decir nada, sin dirigirme, si táculo.
nos atajan los vendedores de tigado, volvía a hacer su aparición el quiera, una mirada. La larga y polvorienta avenida, bordeada de álamos, En la casa en la escuela, chiclets y nos ofrecen su mer cortejo El punto más importante del cancía poniéndonos la caja en fuente con abrevadero, en el que por nos dice debería iniciarse una camino, ya dentro del pueblo era un estaba desierta, como también los campos de labor, vecinos al nuestro. No campaña extricta sobre este parlas narices. Si salimos de paseo la mañana hacían cola las bestias para existía, por lo tanto la menor espe ticular, tratando de corregir al por nuestras calles, nos encontra desalterarse y aprovisionarse de agua ranza de que algún conocido compar vicio del juego. Las autoridades para el resto del día.
tiera su petaca con mi padre mos que estas se han converti un acontecimiento de la mayor do en plazas de deportes y que importancia la prmera vez que mi pa.
por su parte debían también lba éste a clavar el rejo del arado muchachos de todas las edades. dre accedió a llevarme consigo a Fuen la primera besana, cuando me llamo: cooperar impidiendo por la fuer Ten este dinero y ofrécelo al priza que niños pequeños esten se dedican con peligro de sus cino. Tuve, de repente, la impresión de ser ya un hombre. Me desperté mero que pase a cambio de un cigarro jugando dinero en las calles.
propias vidas, por el tráfico de cuando todavía era de noche y estaban o de picadura.
Como un principio de moralivehículos, a practicar el depor. ya uncidos los bueyes, lista la carreta. El sol ya calentaba. No cra pro dad pública, debería iniciarse te del bate. Si nos sentamos a a la puerta de la casa. la pálida, luz bable encontrar a alguien por la carre esta campaña de correción.
Mi padre se quitó el chaquetón, tomar sombra en el parquesito que procedía al amanecer, la mole grandiosa de los bueyes, el sencillo puso la mano en la mancera y gritó a rando la glba. En torno al campo los diagonal al Miramar, entonces aspecto de los enseres cargados en la los bueyes con voz ronca y airada. Yo álomos permaneceían inmóviles, sin vemos a los propios escolares carreta idearade da code intorno lillo que esperaba el campo de la cafui a sentarme en la ribera del canaun soplo que moviera su fronda. El agua del canal era turbia, limosa, casi que se entretienen forando piedras los barriletes de agua y de vino, e canasto con la comida y el impre rretera, contenplando a mi padre, cur. estancada na vaga sensación de naú.
y palos maltratamdo los precio visto, aunque ritual, canto del gallo, vado sobre el rejo, tras de los despa sca y de somnolencia iba poco a poco sos almendros que manos gene. todo era la representación cabal de la ciosos bueyes, yendo y volviendo sobre el mismo terreno, sobre la misma tierra ganándome. Habría hecho mejor que rosas plantaron para embellecer vida laboriosa, seria, a la cual se me dándome en casa. Cerca del mediodía trazando surcos paralelos, color ceniza, la voz de mi padre vino a ese sitio. Por la seguridad de permitía entonces acceder. Se debía el sacarme del partir tan temprano porque nuestras, negro humus de los rastrojos topor que me dominaba. Hacia los niños y para tranquilidad de situadas ya en el interior del Fucino, quemados.
Los bueyes se movían cada otros, cabalgando en un borriquillo, vez con más lentitud, a medida que el los peatones, creemos que la quedaban a ocho kilómetros de casa.
se acercaba un labrador por la carreResultaba, así, prudente, tanto para sol describía su curva hacia cenity Policía debiera intervenir en este Parecia que ambos, jinete y canosotros como los bueyes, el llegar a sus rayos caían más aplamados, asuPasa a la página asunto.
destino antes de que se levantara el sol, FISOON Una carreta tirada por bueyes se niueve Pad casi a la misma andadura que la del paso del hombre. Pero esta lentitud co.
Una muy importante comu hubieron de ser almacenadas rrespondia admirablemente a mi estado de ánimo, la del machetazo con connicación ha enviado a una alta en la Aduana Principal, ocuPor el motivo del día de ciencia adulta que, por primera parti dependencia del Gobierno el friendo así el congestionamiento cipaba en un acto de sus mayores guarda del almacén de la Aduana de que se ha dado cuenta y San Vicente de Paúl Observaba con curiosidad a los labra. de Limón. Dice dicho empleado que tantas dificultadess ba acaque nos acompañaban o adelanLa sociedad de San Vicente taban, a lo largo del cortejo formado que el congestionamiento de treado.
de Paúl, da en esta oportuni por la caravana de hombres y bestias mercaderías en la Aduana de Estima dicho guarda que si dad, las más expresivas gracias silencio y trataba, en lo posible, de lo dicho y alegado, al pésimo pueden de nuevo guardar alli de labor su apatía, su gravedad, su ese puerto débese sobre todo esa techumbre se arregla y se a las personas que ayudan con disimular su emoción, comportándome estado del techo de un galerón tales mercaderías, en mucho se sus contribuciones, en particular como los demás. No reparaba siquiera en que mi padre, absorto en sus penen donde antes se almacenaban solucionará la falta de espacio a doña Paquita de Canalías, quien samientos apenas me dirigia la palabra determinadas mercaderías como en la Aduana Principal.
tan desinteresadamente efectuar Ello era, justamente la prueba de que aceites, grasas, pinturas y ma La noticia ha sido muy tclas rifas dominicales. la Nor ya no me consideraba un nibo. Según conforme ibanos avanzando por quinarias pesadas.
mada en cuenta y se ordenará la thern Railway Co, Compañía llanura, la muchedumbre de campesi lerón es pésimo, tales mercade. ticular, a fin de ver si es poComo el estado de ere ga hacer un estudio sobre el parBananer, y municipalidad de nos y la aglomeración de carros y ani males iban raleando. mano derecha rías que por sus dimensiones y sible en efecto llegar a un arreLimón izquierda, se desviaban hacia los peligros ocupan mucho lugar, glo de tal galerón.
en nostera Presa de mercaderías en la Aduana Agradecimiento Este documento es propiedad de la Bibloteca Nacional Miguel Obregón Lizano Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y

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