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LA REPUBLICA OPINION 11A Jueves 23 de setiembre, 1999 Foro Cantera Limitaciones de la Cruz Roja Preocupa y molesta a quienes trabajamos para una institución humanitaria única en su filosofia y doctrina; y y que goza de la confianza y el reconocimiento de todos los costarricenses, las frases tan malintencionadas que se consignan en La Machaca del lunes 20 de setiembre, por el daño que ese texto puede hacer, toda vez que confunde a la población.
En efecto, por cuanto Cruz Roja no hace publicidad de ningún tipo a los servicios de ambulancias privadas.
En todo caso, la única empresa privada que trabaja con ambulancias, tenemos entendido que solo cuenta con dos unidades que operan exclusivamente en el centro de San José, número que no se compara desde ningún punto de vista con las 426 ambulancias de Cruz Roja Costarricense, y mucho menos con la cobertura que tenemos hasta en los sitios más alejados del país.
El artículo periodístico que sirve de referencia al señor Agüero para sus comentarios, lejos de ser un comercial Cruz Roja muestra una realidad que lamentablemente vive una institución humanitaria que hace su labor sin discriminación.
Desearíamos más bien que mediante la crítica de La Machaca, se inste al Gobierno, a los diputados, a la Defensoría de los Habitantes y a las autoridades de salud de este país, a dotar de una vez por todas a la Cruz Roja de una fuente de financiamiento fija que le permita ser más eficiente en su labor humanitaria.
Para su referencia, el Comité Metropolitano cubre servicios en San José centro, Paso Ancho, Sabana, Hatillo, barrios La Cruz y La California y Alajuelita y apoya en casos específicos a todos los comités de la Gran Area Metropolitana, dado que cuenta con personal paramédico especializado en rescate, no así con los recursos necesarios (unidades y socorristas permanentes) para atender el 100 de los servicios que solicita la población, pero no porque el dinero de Tico Bingo y colectas callejeras se destine al pago de viajes a Suiza, como dice el artículo en cuestión.
La afirmación anterior, es la más dañina que un ciudadano puede hacerle a la Benemérita, toda vez que las utilidades de Tico Bingo es el rubro que más perciben los Comités Auxiliares por todo el país, en vista de que el 70 de las utilidades se gira a éstos, en proporción al número de cartones vendidos por cada comité. El 30 restante es para la producción del mismo programa Tico Bingo y para la operación de la Sede Nacional Cruz Roja.
Creo necesario indicar que des de hace muchos años Cruz Roja dejó de hacer colectas callejeras todos los días. Sí existe la Gran Colecta que se realiza cada dos años en todo el país y cuyos ingresos son para financiar necesidades inmediatas de los comités y cada uno invierte según intereses, pero no colectas callejeras diarias en semáforos y señales de alto, como creemos hace referencia al señor Agüero.
Es importante que los costarricenses conozcan que el señor Miguel Carmona Jiménez, es el vicepresidente de la Federación Internacional de Sociedades de Cuz Roja y Media Luna Roja, institución a la que Cruz Roja Costarricense acude en busca de financiamiento para proyectos específicos de desarrollo, razón por la que con alguna regularidad él debe viajar, con gastos de traslado que cubre la misma Federación.
Para tranquilidad del señor Agüero, tanto la Federación como el CICR, según el origen de la convocatoria, cubren costos de desplazamientos al exterior, autorizadas por el Consejo Nacional de la Cruz Roja Costarricense, para capacitación o representación de Costa Rica en foros internacionales.
Por lo anterior, no podemos aceptar que se engañe a la población con críticas humorística que cuestionan la administración de los escasos recursos que ingresan a la institución y el trabajo de más de mil voluntarios y 420 funcionarios remunerados a lo largo y ancho del país. Amo los charrales y los platanares. reza una pinta o grafito en un muro cercano al Liceo José Joaquín Vargas Calvo de San Pedro. Un mensaje nostálgico, que evoca un amor perdido, rescatado en el anonimato urbano de una juven.
tud que sueña con vegetaciones y espacios bucólicos que la ciudad cobijó en algún lugar de su memoria.
Voz de algún joven que nos habla de la ter nura que tuvo con su naturaleza y la busca enDRA. MACARENA BARAHONA tre palabras pintadas a la noche, entre carreras y sustos, para que otros las leamos y sintamos cosy mo él, esos verdes charrales a la orilla de ríos, esos platanares entre cafetales, donde crecimos, corrimos, supimos de las lágrimas de San Pedro, de los sauces, y las llamas del bosque, de jocotes y guayabas, del olor que guarda la memoria de la tierra, de cómo suda ella, junto con los niños y los muchachos, del olor para siempre inolvidable; el olor de la tierra de una. Amo los charrales y los platanares. es amar a la naturaleza, es amar de alguna manera su origen integrado de ciudad y verde, de ciudad y vegetación, de ciudad y antepasados, porque, que existía antes de la ciudad, sino los árboles, los charrales, los ríos. Es amar lo que se ha olvidado, y lo que muere.
El ser humano contemporáneo celebra un reto fúnebre. Cre.
cemos, habitamos, construimos y necesitamos que perezca cuanto árbol, planta, mata, platanar y charral exista, para adoquinar el rostro de la tierra con un nuevo semblante: concreto, hierbitas cortadas finamente, rasuradas, palmeritas enanas y diminutas chinitas que penden cual aretes en las esquinas de los jardines domésticos y de los edificios públicos.
Pareciera que queremos olvidar nuestro antiguo rostro, el de las señas que evocan abuelos y tatarabuelos, altos árboles que son vencidos por extraños cables que los rodean hasta la agonia, árboles frutales, antiguo alimento para cientos de pájaros y aves, ardillas e insectos, transmutados en nuevas estéticas que no alimentan ni a niños ni a animalitos, olvidemos, neguemos el rostro anterior, queremos ser distintos, sin charrales que estorben ni platanares que evoquen solares de abuelos.
En la novela El Jaúl. de Max Jiménez, editada en Chile en 1937, describía esta relación del hombre contra la naturaleza, no viviendo con ella, sino destruyéndola. No se trata del campesino que ama la tierra y al morir se une a su madre tierra. Se trata de un hombre blanco que no se ha integrado. Los indios, los verdaderos dueños, los que eran raíz de la montaña, huyeron a sus fondos. La selva los acogió blandamente.
Huyeron de unos invasores mil veces más bárbaros que ellos y cuyo único sostén, cuyo único motivo de vida es la maldad. No es una vileza adquirida: es una segunda naturaleza, es un empleo perverso de sus fuerzas.
Nos alejamos de nosotros mismos, crece la ciudad y muere la naturaleza, creemos que la embellecemos, sustituyéndola en concreto, pero no. Ella está debajo de nosotros, ahogada, crece entre baldosas, con los grillos, y las moscas. En cada espacio que dejamos crece monte, charral, ella está ahí eternamente respirando.
Por eso se enoja y tiembla, cuando no puede más, por eso llora inclemente, a través de sus ríos, cuando la montaña ya no resiste, grita en cabeza de agua que viene furiosa, estirándose para poder gravedad que atormenta buscar nuevo cauce y llenarnos, ahogarnos de agua. Ella está debajo del asfalto, debajo del piso de nuestra cocina.
MARVIN HIDALGO BARRANTES CRUZ ROJA COSTARRICENSE Documento ¿Por qué se fueron los López?
Cartas Felicitan columna Publicamos completa la carta que envió a LA REPUBLICA la esposa de José Luis López, María Gallegos, explicando las causas por las que los hermanos chilenos debie ron abandonar el país. Sin saberlo nadie, el caso del Banco Anglo se inició desde que los López en su labor habitual vendieron al Anglo una cantidad importante de bonos de la deuda exterior de Venezuela, los cuales y por una crisis económica fuera de todo control, perdieron gran parte de su valor ocasionándoles al Anglo ya muchos otros bancos del mundo enormes pérdidas.
Después también lo imprevisible: con tremenda cizaña y en un acto de profundo error, el gobierno de José María Figueres cierra el Anglo sin respetar sus años, lo que significaba para el país ni sus clarísimas posibilidades de recuperarse, solo para tirarle basura al gobierno anterior, para despedir a más de 700 empleados e iniciar la desnacionalización bancaria que ya tenía en la manga. Le cayó de perlas el gran escándalo. todo fue orquestado por la prensa, la radio y la tele visión de manera brutal, influenciando no solo al pueblo costarricense sino, lo más grave, a nuestra justicia, sin dar a los López ninguna posibilidad de que se analizaran sus argumentos ni que se aceptaran las certificaciones de los valores que vendieron al Anglo.
Desde luego, la opinión pública reaccionó en su contra y pasó a ser tesis general la frase de ayer en el Congreso del bondadoso Dr. Abel Pacheco de los millonarios robos del Banco Anglo. siguió el otro calvario, el judicial, que armó con maestría un juez inquisidor que pasará a la historia: cárcel y cárcel para los López hasta ajustar diez meses entre sus entradas y salidas, siempre desde luego exhibiéndolos cada vez que podía ante la prensa esposados, eso sin haber sido juzgados y no obstante las tantísimas pruebas aportadas al expediente solo de buenas actuaciones. Nada valió, a la cárcel para complacer a la opinión pública, al sistema judicial, a los periodistas cada vez más ensañados y a esos diputados que también se volvieron jueces, condenando a los López y sentenciando su expulsión del país para cuando terminaran de cumplir sus sentencias. arbitrariedades constitucionales increíblemente avaladas por el Poder Ejecutivo de Figueres Pero además de las cárceles llovieron los embargos, las intervenciones telefónicas, los secuestros de la correspondencia, los allanamientos para los López, para los parientes y para los amigos que aún quedaban, sin olvidar también aquellas insinuaciones de narcotraficantes del juez.
Nadie se puede imaginar los ocho meses que les costó a los López probar las calumnias del Juez Acuña, calumnias que no solo dijo aquí, en Panamá, sino en Estados Unidos y en otros países.
Los López por años creyeron en sus derechos seguros de sus actuaciones, no escatimaron en defenderse hasta que las fuerzas se acabaron. Ante nuestros Tribunales sus argumentos de nulidades procesales y de apelaciones llenas de fundamento. ni se leyeron, se quedaron para el debate, y mientras tanto la prensa y la televisión los siguió pre sentando siempre no como seres normales y corrientes sino esposados como vulgares criminales, haciendo énfasis y recordándoles a los tribunales que se han recuperado tantos millones del Anglo. pero, eso sí, que si los encuentran inocentes esos millones se deben devolver. Qué esperanza de justicia podía quedarles a los López ante tantísimo fracaso en el orden humano y judicial? En Costa Rica los López, no obstante su inocencia, no pueden ser juzgados. Ya fueron condenados por la opinión pública y es obvio que también por el sistema judicial al que solo le falta redactar la sentencia y así, se tuvieron que ir con la determinación de abrir en Chile su caso judicial para ser juzgados con imparcialidad.
MARIA DE LOPEZ He leido con sumo interés la Columna de la Directora, máster Ivonne Jiménez, de ayer, y creo que artículos como esos justifican la existencia de la prensa escrita.
La apelación a pensar es siempre el más alto y vital impulso que puede darse a la mente humana. Parodiando a los sabios chinos, podríamos decir: No regalemos pensamientos. Induzcamos a pensarlos. Y, en su columna, la directora de LA REPUBLICA lo hace. No es la costumbre porque así nos lo han hecho creer reproducir pensamientos o hacer variaciones sobre un mismo tema, pero con creatividad bien podría romperse esa mala práctica. Para penetrar, horadar, es necesario imitar la simple técnica de la gota.
La erudición deslumbrante y variada no penetra, más bien diluye y confunde.
Es vital encontrar las metas prioritarias fundamentales, hoy confundidas entre lo superfluo y lo inmediato.
Es cada dia más evidente que la inteligencia y el conocimiento, si no están complementados con la sabiduría, presagian un mal fin. La armonía entre ambas cosas es indispensable.
MARCO GUTIERREZ CHAMBERLAIN Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
Este documento no posee notas.