PAGINA A VOZ DEL ATLANTICO SABADO DE JUNIO DE 1940 LAS TRAGEDIAS DE LA SELVA Nuevas Aguas de TOCADOR a Agua de Colonia Agua Florida Bay Rum Calidad más fina Envases más bonitos VO Nada hay tan sublime y cedió con la velocidad de un exótico, como una excursión relámpago, pero que alcanzó al monte; como adentrarse en toda la intensidad de un proese insondable arcano cubier fundo drama; este jornalero to de maleza y bejucos, som honrado y trabajador, que breado por gigantescos arbus perdió la vida en este accitos y humedecido eternamen dente se llamó Isauro Serrate, porque a través de la verno de ap. y el domingo an de capa de follaje que cubre terior, de junio, salió rumlos parajes solitarios, jamás bo al monte (como solia haSe filtran los rayos del sol a cerlo los días de asueto) con acariciar muellemente los la intención de tirar algunas pantanos nauseabundos, que palomas o cualquier otro anide esos lodazales sacan el a mal que se pusiera al alcangua pura y cristalina que hace de su escopeta; iba en com de azotar nustras vidrieras en pañia de dos amigo, de los las grises tardes invernales. cuales no pude averiguar los Cuando uno siente deseos nombres. Al momento de hade huir, de alejarse de la hu ber llegado a lo intrincado de manidad, de estar solo, cuan la selva, los perros alzaron do el corazón se hastia de lo la huella de un tepezcuintle, monótono de nuestras costum quien al verse acosado por la bres y sentimos que el splejauria se refugió en una cue en invade nuestro espiritu; va; el perro que llevaba la selva la selva virgen, la delantera, penetró unos pasos selva misteriosa y sombria es dentro de la madriguera del un remedio eficaz para hacer animal, pero. inmediatavolver los sentidos ateridos mente, salió manando sangre por el frío intenso de la nos y pocos segundos después catalgia, a su normalidad. yo muerto a cortos pasos de Cuántas veces en esas tar su amo; éste, al ver a su medes calurosas, en que se hace jor perro sin vida, se dirigió insoportable la estadía en la también al hueco en que se ciudad, nos dirigimos a la había refugiado la pieza, pemontaña, a esos susurrantes ro en ese momento, salió de bosques tropicales, a refres allí, un asqueroso reptil, una carnos un poco bajo los ár serpiente terciopelo, que poboles frondosos, que acarician cos momentos antes había nuestros cuerpos igneos con mordido al noble compañero la sombra vivificante de sus del cazador clavos sus colmiramas verdes; pero esas jun Hos venenosos también en la glas que frecuentamos, al carne demacrada del pobre mismo tiempo de ser un con trabajador, quien al momensuelo en nuestras almas, es un to cayó al suelo sin sentido y peligro constante, pues en sus preso de horrorosas convulparajes solita y oscuros, siones. poco después dejó nos acecha la muerte, bajo la de existir. Sus compañeros de indumentaria de alguno de caza, mataron la vibora, todos los animales dañinos poco rato después llegaron que habitan en estas vastas hasta la casita de Serrano regiones del silencio; cuando con el cadáver de éste, llealguna desgracia nos acecha nando de aflicción a su espoen esos parajes, no nos damos sa y a sus ocho hijos que deja cuenta; pareciera que de las en la más espantosa de las entrañas de esas lomas, de miserias. El llanto y la delos interiores, de esas laderas, sesperación fueron enormes, saliera una voz de hipocre interrumpiendo así, el silensia, de falsedad y engaño, que cio profundo y aterrador de inspirara confianza a nues la selva. El cadáver de Isautros sentidos temerosos por ro, fué enterrado, y en la nosu instinto natural de conser che, cuando el céfiro juguevación teaba con las florecillas de Quiero relatar en esta pe montaña, no se escuchaba queña nota, el accidente que más que el gemido triste y sufrió un honrado trabajador melancólico de nueve almas en los bosques espesos y os desgarradas por el dolor, y el curos que circundan el case eterno susurrar de las ramas río de Boston, de esta juris de los árboles, frondosos otra otras impulsadas por la luna, con sus rayos poéticos y, tos dramas que suceden en dicción; un accidente que su escuetos, al chocar unas con brisa gélida de la noche; la tibios, banaba la casucha y ese misterio de la naturalehacia relucir las lágrimas de za; los hombrs mueren al los huérfanos y la viuda co tratar de sacar un producto mo lucientes perlas perdidas de las entrañas de ese coloso en la inmensidad de la mon verde que se llama selva, taña.
al tratar de abrir un camino Así, como dije antes, suces para la civilización en marde en la selva; unas veces cha, en medio de los bosques, da alegria, y otras tristeza; en medio de esa jungla misunas veces restaura las fuer etriosa y sombría.
zas al cuerpo, y otras lo destruye. Este es uno de los tan Rafael Angel Alvarado SUCURSAL DE LIMON Los pájaros disecados tienen Muchachitas chic: Alegrad En su nuevo local en la Avenida del Comercio, ofrece seguro de vida.
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del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.