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PAGINA DE OPINION GINA DE OPI Lunes 13 de marzo de 1995. LA REPUBLICA 17A De la sartén a las brasas CHISPORROTEOS Tal vez el hecho de ser viejo no constituya en sí mismo ninguna ventaja. Lo que importa es conservar la memoria. Dichosamente, yo me acuerdo de cosas de que la mayoría de los que vienen detrás no se han preocupado de enterarse.
Así, recibo con sonrisas, sino es que con carcajadas, la al ALBERTO CANAS gazara periodística que se viene haciendo hace más de una semana, en torno a la existencia misma de un grupo que se llama o alguna vez se llamó ATD, como si se tratara de una invención demoníaca y sin precedentes destinada a apoderarse del PLN con nefastas intenciones, y finalmente de la Patria.
Ante el fracaso de la intervención estatal en la economía, valga decir en el mercado, pues la mayoría de las economías son hoy de mercado, intervención que va desde la total (planificación centralizada, anulación del mercado) o parcial (indicativa, de corte socialdemócrata, etc. a los pueblos no les quedó otra alternativa que, con el nombre de modernidad y lanzada con marketing de producto nuevo (tan viejo como la historia de la humanidad. se presentaba.
De nada sirvió mencionar que los mercados son altamente imperfectos en la realidad terrenal, que los que tienen mejor información se comen a los que no, que el postulado de que ningún agente puede por sí o colusionado afectar los precios era ingenuo al igual que lo de la libre entrada y salida. Tampoco sirvió la advertencia de que el mercado tal y como lo decía el maestro Di Mare, es ciego a todo aquello que no es económico. No incorpora el resto de los asuntos vivenciales del hombre (externalidades. Para el PIB da lo mismo si el crecimiento del año pasado se debió a rifles o a vivienda popular, biblias o revistas de play boy. Ese es el error de asignar a una teoría económica rango de visión filosófica, y por lo tanto ideológica, de la vida misma. Explicar lo político, lo social, lo ético, las artes, a través de una de las facetas de la vida: la económica. La nueva Wel.
tangshaun.
Vemos entonces hoy que los países más exitosos, los viejos y los nuevos tigres son aquellos que creen, viven y aplican la receta de la modernidad. Compiten entre ellos para ver cuál este mes exportó más, cuál tiene más reservas internacionales, cuál PIB creció más, cuál obtuvo la inflación más baja, cuál captó más inversión extranjera, cuál profundizó más la apertura comercial. Esto les permite estar en el club de los grandes y de paso reconstituye el orgullo nacional perdido, reconstitución que a su vez potencializa de forma sinérgica futuros incrementos de estos índices.
Nuestro país, de los pocos que aún no han entrado de lleno a esta modernidad por convencimiento propio y porque el viejo establishment no había hecho crisis, enfrenta con toda su crudeza en estos días la necesidad de abrazar esta tabla de salvación. Digo necesidad porque si no, no hay acuerdo con el FMI y sin este no hay con el BM y sin ellos nos hundimos. Si una vez que pasemos la crisis, seguimos abrazando por convencimiento propio esta tabla, como lo han hecho muchos países de los llamados exitosos, eso está por ver. Es probable que Costa Rica, al igual que estos países lo hagan para no volver a verse envueltos en tan triste predicado. es que nuestro sistema de salud hizo crisis, el educativo, el de pensiones, el de vivienda, el de seguridad ciudadana y hasta el de combate a la extrema pobreza también hicieron crisis, y por arrastre hicieron que el político y hasta el ético también se cayeran.
Triste destino el de los países cuando solo pueden escoger entre la sartén o caer a las brasas.
Veo a Costa Rica en los próximos años como el cachorro de tigre más promisorio, compartiendo índices económicos con los tigres adultos pero también compartiendo sus índices de pobreza, de desigualdad profunda, de consumismo irracional, de depredación del medio ambiente, de pérdida de valores morales y éticos y con también crecientes índices de drogadicción, esa pérdida de la ilusión romántica de participar en el diseño de un mundo mejor y más habitable para todos pues el automatismo del mercado no da posibilidad discrecional para ello. Competir, competir y competir que la Cruz Roja, si hay plata para ella, viene atrás.
Completará Costa Rica, y el resto del mundo, un ciclo más de esa inexorable historia, producto diría yo del pecado original: encontrar la felicidad en la otra vida y en esta andar de la sartén a las brasas y viceversa.
y RONALD RAMIREZ me acuerdo de las polémicas muy similares que se suscitaron en los años 1948 y siguientes, en torno a la existencia de otro grupo. también visto como satánico por los sectores conservadores y nostálgicos que se llamó el CEPN: el Centro para el Estudio de los Problemas Nacionales.
Equilibrio y turbulencia en los procesos de cambio social La historia del Centro frente a los grupos conservadores y oligárquicos, podemos verla ahora, los sobrevivientes, también con sonrisas y carcajadas.
Surgimos a la vida como un grupo juvenil y radical. Trataron de que pasaramos inadvertidos, y el único que nos dio pelota fue don Otilio Ulate, en ese entonces también radical y antioligárquico.
Cuando las circunstancias del país empeoraron y se levantó un movimiento fuerte de oposición, primero con las elecciones de medio período de 1942 en las que salieron electos diputados los recomendados por don León Cortés, y luego tras los acontecimientos del 15 de mayo de 1943 capitaneados por nosotros, movimiento de oposición que estaba históricamente destinado a trascender el sencillo cortesismo de ese momento, entonces tomaron nota de que existíamos, y de que teníamos más agallas que ellos por jóvenes e incontaminadospara enfrentarnos a la corrupción reinante.
De 1943 a 1948, los sectores más conservadores y reaccionarios del país decidieron convertirnos en sus aliados (mientras nosotros decidíamos convertirlos a ellos en los aliados nuestros. juntos marchamos en lo que se llamaba la oposición nacional. que desembocó en la candidatura de Ulate y en que éste fue objeto de los mismos chineos y carantoñas de que veníamos siendo objeto nosotros. El estallido de la guerra civil del 48 en estos días hizo 47 años deslindo los campos.
Hubo un pequeño roce entre los miembros del CEPN y los grupos de combatientes, cuando en la Junta de Gobierno aparecieron cuatro miembros del CEPN (Facio, Gámez, Masís y Oduber) de los que tres, por alguna razón u otra, no habían tenido oportunidad de participar en el movimiento armado. Esto se subsanó rápidamente, pero la presencia de esos cuatro fue detectada por los sectores oligaricos, que se convirtieron mágicamente en mayo del 48 en ulatismo auténtico. como una infiltración izquierdista dentro del triunfo que ellos se adjudicaban. Algo de esto, no muy claro, hubo detrás de los acontecimientos del de abril de 1949.
Analizando los hechos y las secuencias de acontecimientos calificados como de descomposición nacional que se han producido en nuestro país en la última década, parece existir cierta congruencia y lógica que los explica y permite incluso actuar sobre ellos. Dadas las limitaciones de espacio, no se parte de la descripción del proceso inductivo, sino del marco interpretativo generado, el que se aplica, una vez expuesto, al proceso que está viviendo el país. En todo proceso social existen fuerzas integradoras o centrípetas y fuerzas desintegradoras o centrífugas. Cuando se acentúan las transformaciones estructurales de la sociedad, las corrientes desintegradoras o centrífugas crecen en frecuencia e intensidad. Al cambiar los fundamentos económicos, las estructuras institucionales o culturales se tensan y erosionan. Pierden estabilidad y status actividades y sectores sociales, mientras surgen simultáneamente nuevas posiciones y grupos sociales, sin ubicación hasta entonces en las estructuras y valores vigentes. Los desajustes y la desintegración provocados por la velocidad en los cambios son parte de todo proceso de transformación social y no necesariamente conducen a rupturas o explosiones sociales. De hecho ninguna sociedad es estática, todas, en mayor o menor escala, experimentan procesos de ajustes y equilibrios sucesivos. El problema surge cuando una sociedad pierde la capacidad de hacer ajustes oportunos y alcanzar nuevos puntos de equilibrio sucesivos; esto es cuando, por un desbalance interno, no existen dinámicas integradoras capaces de mantener o atraer, hacia una nueva estructura institucional y un sistema rejuvenecido de valores, a los diversos segmentos sociales, desplazados o no, que integran la sociedad.
El eje alrededor del cual se generan las fuerzas integradoras tiene dos polos: uno económico y otro moral. Entre estos dos polos se teje la madeja institucional del Gobierno y de la sociedad civil. De la solidez de los polos y de su articulación con el cuerpo institucional y la sociedad civil depende la capacidad de las fuerzas centrípetas o integradoras de mantener la cohesión del todo social.
La solidez del polo económico depende de sus posibilidades de facilitar la supervivencia y el progreso del organismo social. Esta posibilidad depende, en los procesos de cambio, de la capacidad de alcanzar equilibrios sucesivos sin perder al jinete. esto es, sin que la sociedad pierda el control sobre su propio proceso.
La solidez del polo moral depende de la congruencia existente entre el sentimiento de justicia y el sentido común prevalecientes y la aplicación de las normas y leyes.
En particular esta solidez depende de la legitimidad social de los organismos encargados de impartir justicia.
Cuando uno de los polos, o ambos, se debilita o resquebraja, se reduce la capacidad del eje de generar fuerzas centrípetas, integradoras del sistema social.
En la medida en que, por debilitamiento de la consistencia del eje, se reduzca la fuerza centrípeta, menor será la capacidad de atracción e integración del sistema social.
En estas condiciones tienden a prevalecer las fuerzas centrífugas o de desintegración, creciendo la anomia o anemia social, gestándose cada vez más focos de anarquía y descomposición. Si no se logra dinamizar, en un proceso paulatino, las fuerzas centrípetas y alcanzar un nuevo punto de equilibrio, las fuerzas acumuladas conducen a la turbulencia y al caos y, tras un proceso convulso, a un nuevo orden social.
Aunque los polos constituyen las extremidades alrededor de las cuales se integra el eje, no parecen tener en todas las circunstancias el mismo peso. El polo económico, factor que permite la atención de las necesidades básicas, tiende a ser priorizado mientras estas necesidades no se encuentran satisfechas. Esto no significa que el polo moral no pueda adquirir, en determinados momentos, relevancia predominante en las sociedades pobres, sino que las nece sidades básicas tienden a mantenerse en un primer plano.
El caso actual de las exitosas reformas económicas chinas es un ejemplo del peso del polo económico. Esa sociedad ha logrado salir del estancamiento y alcanzar nuevos niveles de equilibrio y progreso a pesar de la corrupción existente en las instancias de poder. De cierta forma, el bienestar alcanzado por el éxito económico, además de satisfacer necesidades, legitimando en alguna medida el lide razgo del Partido Comunista, ha evidenciado la impostergabilidad de los ajustes institucionales y de los valores, re lativizando y anestesiando simultáneamente, al menos por un tiempo, al polo moral.
En el caso de la antigua Unión Soviética, donde, con Gorbachov, se empezó priorizando el polo moral, sin ajustar el económico, cuando esto era impostergable, el proce so condujo, como reacción, a una reforma económica atropellada que acabó con la economía y la moral de esa potencia, hoy bajo fuerte influencia, si es que no se encuentra bajo control casi total, de la mafia.
Sobre esta base analizaremos el caso de Costa Rica en un próximo artículo.
MIGUEL SOBRADO Los grupos conservadores y oligárquicos (autotransformados, dije, en ulatismo auténtico. se mesaron los cabellos durante 18 meses, y esto explica, en gran medida, la estúpida decisión de la Asamblea Constituyente (bien infiltrada por ancianos desmemoriados) de rechazar el proyecto de Constitución sometido por la Junta (y muy influido filosóficamente por el CEPN) para recetarnos el híbrido de que venimos disfrutando hace 45 años. Figueres fue maldecido y escarnecido, porque según esos grupos, se había entregado a la secta infernal del CEPN, lo que casi configuraba una traición a la oposición triunfante. Las palabras revolución y guerra desaparecieron como por encanto del lenguaje de esa gente y de su prensa.
Todavía cuando la fundación del PLN en 1951, elección y formación de gobierno en 1953, se notaron algunos celos entre los liberacionistas venidos del CEPN y los provenientes de Acción Democrática (grupo proveniente del cortesismo y al que pertenecieron los propios Figueres y Orlich. del Partido Unión Nacional o lisa y llanamente del Ejército de Liberación Nacional. Pero la sabiduría política de Francisco Orlich logró acabar con el problema rápidamente, y esta pugna de que vengo hablando se terminó en 1953, y los exmiembros del CEPN dejamos de ser el grupillo radical infiltrado en el gobierno de que hablaban los políticos y los periódicos conservadores desde 1948, Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.

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