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Sábado 20 de mayo de 1995 La República LAMPARA Maravillosa rase una vieja lámpara en un paisajes regados con sirope de granada y de rorincón de la casa. Su pantalla de sa; los verdes, prados con luna; los azules, gruporcelana estaba adornada con tas submarinas; los amarillos, trigales de espigas caireles. Caireles? Nosotros doradas; los negros nos hundían en túneles de los llamábamos simplemente carbón veteados de fuego rubio.
lágrimas. En medio de sus lágri Las lágrimas de la vieja y abandonada lámas la lámpara había vivido lar grima no tenían comparación. Volteando los pugos años de abandono en aquel apartado rincón lidos prismas. qué de arco iris, de pavos reales de oscuridad y arañas. Un día la descubrieron los de fuego, de racimos de estrellas, de lluvias de dueños; señor. y era la lámpara maravillosa! luciérnagas. Verdaderamente aquella fue nuesLos duendes como éramos duendes tra Lámpara Maravillosa!
andábamos siempre a caza de tesoros, por toda la casa: en la alacena del corredor, en la del portón de la calle; debajo de los nidos del gallinero, entre las lajas. pesadas, anchas y pulidas del patio, donde las vacas lamían la sal. Sésamo, ábrete! al conjuro, ya estaban a la vista los objetos preciosos: herraduras desgastadas y trocitos de hierro relucientes de la herrería vecina; cuernos raspados; botones de cobre con el escudo nacional; varillas de paraguas; duras semillas de guapinol; decenas de jaboncillos perforados para soplar en ellos y sacarles trinos de pájaros, ocarinas de zapote, con sus dos huequecitos, en las que se modulan las dos notas del canto de la palomita yuré: tu tuuu; tu tuuu. Qué hada madrina nos descubrió, entonces, la transparencia? Sin duda fue el Hada de la Luz, Cientos de trocitos de vidrios, de todos los colores, vinieron a aumentar nuestros tesoros; los más, procedían de botellas y floreros quebrados.
Los trocitos de vidrio puestos contra la luz del sol, o de la lámpara eléctrica de la esquina de la calle, por las noches, nos dejaban entrar a mundos de encanto. Los rojos nos daban. Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
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