Rápidos mortales Pág. galería DINO STARCEVIC LA REPUBLICA Par una nariz La glándula apocrina, que secreta las feromonas, está localizada, no por coincidencia, bajo los mechones de cabello que cubren el área púbica y en las axilas.
Esos cabellos capturan las feromonas (esto es, el aroma) y le permiten madurar antes de liberarlas.
Una vez liberadas, las feromonas pueden ser recibidas en un sitio especial, el órgano vomeronasal, en las profundidades de la nariz.
Ese órgano, según investigadores, transmite mensajes a las regiones del cerebro asociadas con la regulación hormonal y la conducta sexual.
Atracción nasal uede ser tan complicado como el de los perfumes más caros, o tan simple como el de la piel que sale de la ducha o ha estado un rato bajo el sol.
Sea como sea, nadie es inmune al encanto producido por los aromas. Sabía usted que muchos investigadores creen que sin el sentido del olfato y sin los aromas, enamorarse resultaría imposible? En el mundo de los aromas hay de todo: el olor del zorrillo, dicen neurocirujanos estadounidenses, puede resultar excitante a algunas personas.
Pero así como es de enigmático, así es de efectivo. Aunque hay poca investigación al respecto, se sabe que los causantes de la atracción nasal se llaman feromonas, componentes aromáticos naturales emitidos por el cuerpo, que juegan un importantísimo papel en la actividad sexual de los animales y humanos (ver recuadro. Hay documentación que indica que las madres y sus recién nacidos suelen identificarse por el olor. se supone que el ser humano responde al aroma más de lo que conscientemente supone.
Mientras otros sentidos (la vista o el oído) deben ser procesados a través de canales intelectuales en el cerebro, el olor va directamente al centro emocional de aquel, según expertos en biología y sexualidad humana.
El olor, literalmente, se salta el proceso del pensamiento para ir directo a las emociones.
Ante ese proceso, los desodorantes casi no funcionan, porque cientos de bacterias y otros ingredientes forman el sudor. Por ejemplo, al ácido metil hexenónico causa un olor típico en el antebrazo, pero 15 por ciento de la gente no puede olerlo, por lo que lo encuentra inofensivo; y la mitad de las personas no pueden oler una cadena de ácidos grasos que potencialmente hacen que el sudor huela a orines rancios.
El aroma tiene una gran capacidad para revivir experiencias del pasado, y la atracción se da a menudo por asociación: la primera experiencia romántica positiva crea una impresión de por vida, y el aroma de la pareja se imprime para siempre en la memoria.
Ni siquiera Don Juan se escapa del olor, ya que se dice que hombres con altos niveles de testosterona producen más feromonas y atraen a un mayor rango de mujeres.
Una vez establecida la atracción, el aroma contribuye a sostenerla: dormir al lado de alguien nos impregna el olor de la pareja y este refuerza los lazos sentimentales.
La República La atracción entre dos personas no necesariamente depende de la vista o el tacto. El sentido del olfato puede tener mucho más que ver.
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