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Sabado de setembre de 1995 LARE 90 OPINION 12A LA REPUBLICA. Sábado 30 de setiembre de 1995 LA REPUBLICA DIRECTOR INSTITUCIONAL: Carlos José Gutiérrez DIRECTOR EDITORIAL: Eduardo Amador Hernández SUBDIRECTOR DE INFORMACION: Ramón Alfonso Soto SUBDIRECTOR DE DISEÑO: Eduardo Sánchez Sánchez FUNDADA EN 1950 PUBLICADA POR EDITORIAL LA RAZON.
Para Mejor es el joven pobre y sabio, que el rey viejo y necio que no admite consejo.
pensar Gaizka PRESIDENTE EJECUTIVO: Douglas Acosta Porras DIRECTOR COMERCIAL: Raúl Blanco Martin.
Los Guido, para el olvido EDIN HERNANDEZ Abelardo Fonseca La República na altaban dos días para cerrar el noveno mes de 1995.
Habían pasado, según unos, once años desde aquel día en que un puñado de familias hizo suya aquella finca Los Guido.
Para otros, el calvario ha sido tal que la cuenta oscila entre ocho y 15 años. La diferencia es tan grande como el abandono en que se encuentran.
Por su ubicación se dice: Los Guido de Desamparados, pero el nombre está más relacionado con el desamparo que a diario sufren, según comentó un hombre, quien al estilo Fuenteovejuna respondió: Yo soy toda la comunidad. Aquí nadie tiene nombre.
La última de las crisis estalló la tarde del jueves 28. Una mañana soleada se convirtió en un invierno cuando el Sol empezó a declinar hacia el horizonte.
Al promediar la tarde, la guada Los Guido, una vista de lo que pudo ser un paraíso para unos cuantos.
que hábilmente manipula la muerte comenzó a dibujar oscuros ban sus vidas para captar la primicia da en donde el sentimiento de frustratrazos sobre los cuellos de aquella gráfica.
ción cala más que la lluvia recibida.
multitud.
Todo el profesionalismo justifica El recuerdo de lujosas residencias, Mientras unos unían hombro con las más arriesgadas maniobras para resguardadas por guardianes privahombro para salvar vidas, pertenen captar las caras de sufrimiento, los to dos sacuden la memoria. También las cias, desaguar casas o el propio río, rrentes de lágrimas, los cuerpos deco calles con sus milenarios huecos que otros recobraron troncos y algunos rados con barro o las casuchas de ma ven el interminable desfile de los aurestos de camas para armar una sóli dera y retazos de zinc, semicubiertos tos modelo 95 o tal vez 96, provocan da trinchera con la cual bloquearon por toneladas de tierra.
otro desbarajuste.
la principal vía de acceso a esta comu Curiosamente, la prodigiosa tierra, El intempestivo grito de una munidad.
base para la construcción, el cultivo. jer: Aquí está el derrumbe. Vean mi Fue necesario recurrir a la nego en fin, para sobrevivir, también tiene casa, casi se la traga la montaña. haciación para que a la segunda unidad el aura que presagia una precoz tum ce volver a la realidad.
de LA REPUBLICA, destinada a cu ba.
El problema, aunque serio, sobre brir la emergencia, le fuera permiti Paso a paso, periodistas y fotógra todo por los daños materiales se saldo abandonar aquel destierro.
fos se adentran en un mundo semides do con el rápido retiro de los cruzroLa gente: hombres, mujeres, ancia conocido. Interminables simulacros jistas. Nadie había muerto en aquella nos, niños y niñas desfilaban vestidos de escaleras son cubiertas con par tarde de lluvias, deslizamientos e según sus recursos. La similitud era ches de cemento para evitar que más inundaciones.
cierto aire de solidaridad y las ropas personas aterricen sus sentaderas en Pero la sobrevivencia de un día no empapadas.
el barro y se deslicen en toboganes na garantiza la del siguiente. Los moraEn los pequeños lo fácil era ver sus turales hasta lugares inciertos. dores de Los Guido siguen a la espeharapos. Ignorante del peligro que los Los niños son los primeros que sa ra de que el Ministerio de Obras Púacecha cotidianamente, una vez pasa len al paso. Todos gritan y anuncian blicas y Transportes, les construya un do el violento chaparrón y la corrien cualquier daño imaginable a cambio puente a la entrada de la comunidad.
te destructora de aquella cabeza de de ser incluidos en la foto. Aquí no somos 10 20 mil persoagua, jugueteaban entre los charcos Uno que otro perro mojado hasta nas. Somos más de 38 mil gritó el que pululan en aquella zona.
el hígado sacude su amigable cola. hombre que se identificó como el voConforme avanzaban los minutos, Hasta ellos saben que es la oportuni cero de Fuenteovejuna.
la señora de las tinieblas asentaba dad para dar a conocer las condicio La cólera e impotencia dibujaban más el filo de su guadaña. Las alarmas nes infrahumanas de sus amos. Sin un color rojizo en su rostro. Mientras de casas soterradas por deslizamien más, se inhiben de amedrentar, y me cortaba el aire con violentos adematos bloqueaban las comunicaciones nos, morder a algún intruso.
nes, recordaba que después de 11 años de bomberos y cruzrojistas.
Mujeres con harapos que destilan el MOPT seguía sin construirles un Los periodistas que solo acuden a agua lodosa también piden les tomen puente que sustituyera aquella alcanestos sitios de desprestigio cuando una gráfica de su anegada vivienda. tarilla que se llena de agua y restos de hayredadas o inundaciones, arriesga cada paso, se deja atrás una mora árboles con cada crecida.
Entretanto, en la Municipalidad de Desamparados alguien recordó que todo se inició cuando varias familias invadieron la finca a finales de 1985. Sabemos que no tienen encauce de aguas negras y pluviales, dijo la voz.
Si tienen agua potable y electricidad, aunque quién sabe si la pagan comentó.
En el Instituto Nacional de Vivienda y Urbanismo, una voz femenina que medio se escuchaba entre los gritos de alguna pieza musical, transfirió la llamada a contabilidad.
Un segundo intento con los trabajadores sociales tampoco dio razón.
Ese proyecto lo tiene a cargo Covivienda, aseguró alguna dama más amable de lo común.
De Covivienda solo se obtuvo el número 253 9373, al que nadie respondió.
Pocos dan razón sobre Los Guido.
Esto apenas es una infima muestra de la desolación que oprime el corazón de los miles de personas que viven allá.
Sus empinadas colinas, que en las tardes de lluvias parecen acercarse al cielo, amenazan con desplomarse, mientras su principal entrada sigue sin recibir un puente. Hasta cuándo seguirá la indiferencia gubernamental?
Nosotros no queremos violencia, dijo el vocero de Fuenteovejuna. El problema es que tenemos poco tiempo para seguir a la espera.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
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