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OPINION 10A LA REPUBLICA. Domingo de octubre de 1995 LA REPUBLICA DIRECTOR EDITORIAL: Eduardo Amador Hernández SUBDIRECTOR DE INFORMACION: Ramón Alfonso Soto SUBDIRECTOR DE DISENO: Eduardo Sánchez Sánchez Para pensar La cólera es un desequilibrio que puede conducir a la locura.
Sundari FUNDADA EN 1950 PUBLICADA POR EDITORIAL LA RAZON.
PRESIDENTE EJECUTIVO: Douglas Acosta Porras DIRECTOR COMERCIAL: Raúl Blanco Martin.
El cuentahistorias de Santa Ana OLGA PICADO GATGENS Para la República a historia cobra vida cuando Marco Tulio Villalobos Rivera, más conocido como Lulo. narra cómo era la Santa Ana de otras épocas.
Un innato interés y una dura vida de trabajo, pero rica en experiencias, hacen de este hombre de 54 años y oriundo de Brasil de Santa Ana, un archivo ambulante.
Sus historias le fueron transmitidas oralmente por los viejitos del lugar y Lulo. con una gracia natural a pesar de su leve tartamudez, las narra haciendo gala de una prodigiosa memoria. Cuenta de los trabajos y los días de hombres y mujeres comunes.
Hechos que no pertenecen a la historia oficial, pero que marcaron los destinos de muchos. Mi bisabuela era una esclava que trajeron en un barco a trabajar en las minas de Río Oro. Venía embarazada y aquí nació mi abuelo, a quien bautizaron como Pedro Villalobos, un nombre que no era el verdadero, por Todos los días lo mismo hasta que que ella solo hablaba dialecto. llegara el momento de la corta.
Fue en estas minas donde tuvo lu Unos frijoles, una tortilla y un café gar un hecho histórico poco conocido: era lo que comía en la mañana. Eso los dueños propusieron a los esclavos sí fue triste. Ahora vivimos pobres, que si encontraban oro los liberarían. pero antes. Para agregar algo al meEl oro fue hallado, pero no cumplie nú de esa mesa de diez comensales, ron con el trato.
sus hermanas grandes iban a recoger Entonces, cuenta Lulo. quién sa guineos. Pasábamos unas hambres be cómo, los esclavos hicieron una que daban miedo. recuerda.
zanja y una presa. En un descuido de Cuenta Lulo que al tener años los capataces echaron el río en los tú y empezar la escuela, si le tocaba ir neles y la mina se ahogó.
por la mañana, en la tarde corría a coAhí quedaron carretillos y todo. ger café. Después de la jornada, un po Lulo aún recuerda a muchos jo co de aguadulce, hacer las tareas a tocars 28 sefinos que armados con palanganas da prisa alumbrado por una canfineRea 333 y azogue llegaban hasta las orillas del ra y al día siguiente, vuelta a empeBOSS río Oro con la esperanza de que este zar.
le hiciera honor al nombre y, asegu El pago diario era mediante boletos ra, muchos sacaban alguillo. que el sábado cambiaban por dinero.
Pero los años también tienen su De eso, todo a la mamá, excepto una costo. Una vieja dolencia reumática peseta. 0, 25) para comprarse un tos desengaño amoroso, influyeron para recaída, todos lo critican y quieren fisse lo recuerda.
tel el domingo, día en el que calzaba que a los 19 años Lulo empezara a calizarlo.
Cómo no padecer de reumatismo si su único par de zapatos. Al llegar a la tomar. Comencé como todos, con po Lulo necesita ayuda pronto a los cinco años, junto con los otros casa, sacudirlos cuidadosamente y a quito, con los amiguillos. Al principio porque reconoce que si tiene plata, se chiquilos en pantalones cortos, ma guardarlos, porque había que cuidar perdía el lunes de trabajo, después fue toma una botella de licor diariamenñana y tarde le tocaba meterse en los los.
el martes, después una semana y aho te. Si me dicen usted es un ladrón me surcos pantanosos de las plantaciones Yo me puse zapatos a los 17 años ra pierdo hasta tres semanas.
enojo muchísimo, porque jamás he de arroz con latas, bombetas o cual y porque padecía de reumatismo. ya Ha intentado componerse. Estu cogido lo que no es mío. Sí me recoquier cosa que hiciera bulla a los mi para ese entonces no iba a la escuela vo en Alcohólicos Anónimos y más de nozco como un alcohólico y eso todo les de pitis. unos pajarillos color ca. yo no dejé ningún grado hasta sex ocho meses sin tomar. Tuvo una re el mundo lo sabe.
fé que en un descuido devoraban toda to. y le pagaban 34 a la semana. Le caída y logró cinco meses más de abs pesar de su enfermedad continúa la cosecha de la finca de los Ross, ubi daba la mitad a la mamá y lo demás tinencia. Quiero ver cómo busco trabajando, siempre en el Valle del cada entre lo que es hoy Santa Ana y para comprarse su ropilla.
ayuda para dejar de tomar, pero sien Sol, en el lugar donde creció, y cuyas el pueblo de Río Oro.
Tal vez las privaciones, tal vez un to que si uno vuelve después de una historias ha recogido en su memoria.
Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
Abelardo Fonseca La República
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